Hay una diferencia de 8 puntos porcentuales entre la inflación mayorista y el IPC. Por caída del consumo y de la actividad, se demora el passthrough. Ven que en el año está más cerca de 60% la suba de precios minoristas.
L a elevada suba del índice de precios mayoristas en agosto, que marcó un 11,2% tras la devaluación del peso luego de los resultados adversos al Gobierno en las elecciones primarias (PASO), anticipa que el proceso de traslado a la inflación va a ser más largo de lo que se estimaba.
Es que a diferencia entre la variación de los precios mayoristas y el IPC, nuevamente muy marcada, implica que los minoristas aún no pudieron trasladar todos los incrementos que recibieron debido al consumo que está muy deprimido, en medio de caída de la actividad económica.
El IPIM (mayorista) acumula un alza de 34,4% en lo que va del año, contra el 30% que sumó a agosto el IPC. A su vez en los últimos 12 meses en los mayoristas el alza llega hasta 62,9% interanual, contra 54,5% que dio el minorista para el mismo lapso.
Victoria Giarrizo, de Elypsis, describió que la inflación mayorista «fue altísima y muestra la situación delicada del minorista: no puede trasladar todo de golpe por la situación económica y social, y ya no hablemos solo de economía sino del incremento en los niveles de violencia y conflicto de la gente frente a las subas de precios en un contexto donde se quedó sin trabajo y sin ingreso».
Identificó algunos ejemplos en los que el minorista dosificó en agosto. Alimentos y bebidas subió 7,2% mayorista y 4,5% minorista. También en productos textiles, que «es otro rubro muy delicado: los mayoristas subieron 17,7% y los minoristas 3,1%, claramente el comercio absorbió con su rentabilidad que ya está muy al límite».
De esta manera, lo que hacen los mayoristas es anticipar una trayectoria al alza en los minoristas, que están conteniendo aumentos. «Se generó una redistribución regresiva de la renta en este mes, pero confirma que la inflación de 2019 va a estar más cerca del 60% que del 50%». Según pronosticó, «dosificando, nos esperan varios meses de sinceramiento de precios sólo por esta devaluación. Siempre que el dólar no tenga nuevos saltos, cosa que es muy difícil que no ocurra».
Melisa Sala, de LCG, también identificó que por ahora el traspaso a precio «parece más bien reducido». Pero marcó que hay que tener en cuenta que «el relevamiento de datos en su mayoría se hace 15 de cada mes y puede haber pasado que algunos sectores no habían ajustado sus precios aún. Por esto, puede ser que el dato de septiembre vuelva a ser alto para el IPIM, pero obviamente mucho menor al dato de agosto».
El dato de inflación mayorista no hizo modificar el pronóstico que tienen para septiembre, de 6,5%, pero sí describió que «el IPC se acelerará en ese mes porque absorbe el impacto lleno de la devaluación». Para el año prevén una inflación de 57%, en la variación interanual en diciembre.
Juan Ignacio Paolicchi, EcoGo, sostuvo que el impacto en precios «va a depender de la capacidad que tengan las firmas de trasladar el salto en los costos. Si no lo pueden hacer, van a tener que resignar ganancias».
Desde ACM pronostican que, por esta dificultad en el traslado a los precios minoristas, a diferencia de los procesos posteriores a las devaluaciones evidenciados últimamente, «este proceso de transmisión podría ser más largo producto de la inflación contenida y de las necesidades de financiamiento del Tesoro que podrían provocar el retorno del financiamiento del BCRA vía emisión monetaria».
Productos importados subieron 28%
Como respuesta a la devaluación que hubo tras los resultados de las PASO, los precios mayoristas se aceleraron en agosto y subieron 11,2%, casi el triple que el IPC, informó ayer el Indec. De esta manera, en lo que va del año acumulan una suba del 34,4% y del 62,9% en los últimos 12 meses.
Este indicador, con el alza del 11,2% en agosto registró una brusca suba teniendo en cuenta que en julio pasado la variación había sido la más baja del año de solo un 0,1%, respecto del mes anterior.
Así, el efecto de la devaluación se sintió a pleno: mientras que los productos nacionales subieron 9,9%, los importados treparon hasta un 28,2% en un solo mes, según informó el organismo.
En junio, el indicador había registrado una suba del 1,7%, mientras en mayo, con un 4,9%, que había registrado el valor más elevado del año. De esta manera, el 11,2% de agosto es el más elevado desde septiembre de 2018, cuando tocó el 16%.
En la comparación acumulada de los primeros ocho meses del año, los precios mayoristas que en julio pasado se mantenían por debajo de la inflación, ahora la superan en cuatro puntos porcentuales y en más de un 8% en la comparación de los últimos doce meses.
«El IPIM era esperable que diera así. Hubo un shock de tipo de cambio donde predominantemente hay bienes transables», sostuvo Juan Ignacio Paolicchi, de EcoGo. Para septiembre esperan en esa consultora un IPC de 5,5%
En ACM marcaron que «los precios mayoristas se aceleraron al evaluarlos de forma interanual desde un 53,7% en julio a un 62,9%, lo que implica una evolución de los precios mayoristas 8,45% superior a la inflación minorista para el mismo período».
Esto demuestra «el freno en el proceso de desaceleración en la transmisión de la inflación mayorista a la minorista que se produciría en el mes de agosto imposibilitando alcanzar un sendero de desinflación sostenible. Este comportamiento puede observarse luego de cada devaluación», agregaron.
Por su parte, el informe del Indec detalló que el Índice de Precios internos Básicos (IPIB)registró en agosto un aumento del 11,9%, producto de los aumentos del 10,6% en productos nacionales y del 28,3 en los importados.
El Índice de Precios Básicos del Productor (IPP) anotó en el mismo mes un incremento del 11,3%, en el que impactó la suba del 7,1% en productos primarios y del 13,2% en los manufacturados y la energía eléctrica.