Por Julio Roque Calcagnino (*)
En el plano internacional, la semana comenzó con turbulencias debido al ataque con drones a una de las principales instalaciones petroleras de Arabia Saudita el sábado pasado. En un primer momento, esto aparentaba poner a prueba la capacidad mundial para gestionar un shock negativo en la oferta del ‘oro negro’, ya que parecía que el mundo se enfrentaba una pérdida temporal de más del 5% del suministro de petróleo.
En consecuencia, se observó un fuerte rally en el precio del barril el día lunes, con el Brent y WTI subiendo más de un 13%. Inmediatamente, esta situación generó preocupaciones sobre si la economía global podría resistir una corrección tan fuerte, a la vez que ciertos analistas veían como posible que el precio del crudo llegara a los USD 75 si no se lograban poner en marcha nuevamente las instalaciones en el corto plazo.
En un contexto geopolítico tenso como el actual, aunque con importantes descompresiones en las últimas semanas, un evento de estas características no ayuda. Con respecto a esto, Said Chaya, analista internacional especializado en Medio Oriente, señaló: “Más allá de identificar al culpable, estos ataques empujaron a los actores a reforzar sus posiciones en un contexto regional elástico, cambiante: aunque todavía no se conoce la identidad de los agresores, todos quieren sacar provecho de esta coyuntura, eligiendo al culpable que más convenga a sus intereses”.
Pese a todo, hacia el martes se desactivó la faceta financiera de estos eventos con una recuperación en el precio del barril. La razón, según señalaron desde Investing.com, fue el “anuncio de Arabia Saudí de que los suministros de petróleo han vuelto a los niveles previos a los ataques”, a la vez que los planes de Aramco de tener su IPO siguen en pie. Finalmente, hacia el cierre del martes toda la atención estaba puesta sobre la Reserva Federal de los EEUU y su decisión de política monetaria.
Las decisiones de tasa de interés en los Estados Unidos son probablemente una de las más importantes tanto para los mercados financieros globales como para la economía real por su impacto en las inversiones en activos fijos. Sin embargo, el impacto para “ciudadano de a pie”, principalmente para aquel que vive un país emergente como Argentina, parece lejano cuando en realidad no lo es tanto.
Sin ir más lejos, basta recordar las palabras del entonces subsecretario de Coordinación de Políticas Macroeconómicas, Federico Filippini, cuando realizó su exposición en el debate del proyecto de ley de Presupuesto del año 2019. En concreto, el funcionario señaló que entre las causas de la crisis de 2018 estaban la “sequía más severa de los últimos 50 años” y la “suba más acelerada de las tasas de referencia de los Estados Unidos”. Con la misma lógica, cuando en febrero de 2019 la FED decidió dar fin a su temporada de suba en los tipos de interés, el mercado local mostró una reacción favorable.
El mecanismo subyacente en estas reacciones es que las decisiones de sesgo expansivo en EEUU le agregan atractivo a los rendimientos que ofrecen los activos financieros riesgosos, entre ellos el espectro global de activos de renta variable y también los papeles y monedas de países emergentes. Sin embargo, si bien esta medida es favorable ceteris paribus, puede que no tenga el efecto esperado si tanto el contexto local económico y político no acompaña como así también ante los crecientes focos de tensiones geopolíticas o si la FED no es tan agresiva con las bajas como el mercado lo espera.
En la previa a la decisión, desde Reuters señalaban que: “Los mercados de América Latina operaban con tendencia dispar el miércoles, pero con pocos movimientos, por la cautela de los inversores antes de que se conozcan las conclusiones de la reunión de política monetaria de la Reserva Federal de Estados Unidos”. Asimismo, desde la misma fuente ilustraron: “Ha sido una semana bien tensa con (el ataque a la infraestructura petrolera en) Arabia y con el tema FED si bien la gente tiene descontado una disminución en la tasa de interés, lo importante va a ser el tono, el mensaje que envíe el comunicado, eso es lo que genera incertidumbre”.
Finalmente, hacia las 15:00 hs de Argentina, se conoció la decisión de la Reserva de recortar las tasas desde el rango de 2,0% – 2,25% al de 1,75% – 2,0%. Si bien esta era la decisión esperada, la misma pareció decepcionar a los mercados en un primer momento.
Por un lado, esta aparente desilusión se fundamentó en que la decisión de rebaja fue dividida, debido a la falta de consenso entre los miembros del FOMC. Por otro lado, de entre los miembros del comité: cinco opinan que tasa a fin de año debería ser superior a la actual, otros cinco no proyectan más recortes de tasas en lo que resta del año, mientras que otros 7 esperan otro recorte de 0,25%.
Si bien el presidente de la FED, Jerome Powell, ha vuelto a insistir en que la Reserva Federal hará lo necesario para sostener el crecimiento económico, esto no parece suficiente para los mercados globales. Asimismo, la máxima autoridad monetaria recalcó que continuará observando los datos y tomando decisiones a partir de ellos, sin atarse a una receta concreta. No obstante, ese mismo miércoles el S&P 500 cerró al alza un 0,03%.
Lamentablemente, el protagonismo de la FED no se terminó el miércoles. Debido a una mayor demanda de liquidez por parte de los bancos, las tasas de interés en EEUU amagaron con dispararse y forzaron a la Reserva Federal a intervenir inyectando dinero. Sobre esto, desde el Wells Fargo Investment Institute señalaron que cierta conjunción de eventos produjo un aumento fuerte en la demanda de dinero: pago de impuestos y una fuerte emisión de Treasuries por parte del gobierno americano. Además, desde el banco inversión americano señalaron que no se espera una crisis de confianza como la vivida en 2007 y 2008.
La principal novedad en el frente local surgió el jueves por la noche. En ese momento se conoció el proyecto de ley del oficialismo para el reperfilamiento de los bonos soberanos denominados en moneda extranjera. En el mismo, el oficialismo buscará incorporar Cláusulas de Acción Colectiva (CACs) en los bonos bajo legislación local (como el AY24 o el AO20), como poseen aquellos emitidos bajo legislación externa.
Las CACs permiten cambiar términos y condiciones de bonos, que deberán ser aceptados por todos los bonistas si el 66% acepta. En un primer momento, la incorporación de estas cláusulas sería favorable para los inversores, dado que de no existir las autoridades políticas locales pueden modificar unilateralmente las condiciones de los bonos sin escuchar a los inversores. Asimismo, según señalaron desde Delphos Investment en un informe sobre la re estructuración de deuda de Ucrania, las CACs contenidas en todos los bonos involucrados en el proceso, permitieron que no quedaran holdouts privados (aspecto sobre el cual la Argentina ya tiene malas experiencias).
Volviendo a nuestro país, pasado al mediodía del viernes, Reuters señalaba que: “La deuda pública de Argentina se movió con cotizaciones en alza por recompras de oportunidad, un día después que el Gobierno enviara al Congreso un proyecto que establece procedimientos para renegociar los títulos del país emitidos bajo ley local con sus acreedores”.
Repasemos entonces como le fue al conjunto de bonos mirando las carteras del IAMC. Recordemos que el IAMC mide la variación de una cartera de bonos conformada a su vez por 4 subcarteras. Estas son cortos y largos, en pesos y en dólares. Todas las variaciones son sobre los valores en pesos de los bonos. Esta fue la variación en la semana:
Esta semana, el tipo de cambio mayorista “Comunicación A 3500” se depreció un 0,84% terminando en $56,62 por dólar y el riesgo país cayó un 3,4% para quedar en 2.099 unidades. Por otro lado, las valorizaciones en pesos de los bonos tanto en moneda local como extranjera retrocedieron nuevamente en la semana.
Con respecto a la dinámica general de los bonos en dólares en la última semana, desde Research For Traders señalaron en su último reporte semanal de Renta Fija que los mismos: “…terminaron en las últimas cinco ruedas acumulando ganancias, mostrando un rebote de los precios observados la semana previa”.
En línea con lo que mencionábamos en informes anteriores, son reales las dificultades para el pago de la deuda, por lo que la idea de un manejo de deuda en términos menos amigables a los planteados por el oficialismo toma mayor sustancia. Por ejemplo, desde Ámbito Financiero señalaron que “la calificadora de riesgos Fitch espera que los tenedores de bonos argentinos en dólares tengan que aceptar una quita de sus inversiones bajo el plan de reestructuración, en medio de una manifiesta crisis financiera y temores políticos previo a las elecciones presidenciales”.
Por otro lado, en la columna semanal ‘Lo que se dice en las mesas’ del diario antes mencionado, comentaron la postura de Morgan Stanley sobre la macroeconomía de la región y de nuestro país. En concreto, desde el banco de inversión internacional esperan que “…reaccione Brasil, de la mano del consumo (ayuda baja de tasas) y que en México el Gobierno cambie las políticas de una manera que incentive la inversión y el empleo. En el caso de Argentina, las preguntas de los inversores se centraron en los futuros movimientos tras las PASO y la posible combinación de políticas en caso de que haya un cambio en el Gobierno. MS considera que es auspicioso que el FMI se reúna con el ministro Lacunza. ¿Una señal sobre el próximo desembolso? Si no viene, se echará mano de los dólares del Fondo para fortalecer las reservas y del swap chino. Esperan más controles y restricciones cambiarias”.Dicho esto, veamos como quedaron las principales curvas de bonos:
Como vemos, los bonos en dólares tienen rendimientos en esa moneda entre el 11,43% y el 135,75%. Asimismo, discriminando entre bonos emitidos bajo ley local y ley extranjera, observamos que los denominados en ley argentina rinden entre 135,75% (AO20) y 13,11% (PARA) mientras que los denominados en ley extranjera lo hacen entre 42,96% (AA21) y 11,43% (PARY).
Por otro lado, en el caso de los bonos en pesos (incluidos los ligados al CER), vemos que se encuentran aún mas debilitados y que un bono relativamente corto como el TC20 continúa presentando un rendimiento por sobre la inflación de más del 461,81%. Con respecto a su performance semanal de los títulos en moneda blanda, desde Research For Traders señalaron que “Los bonos en pesos (principalmente los ligados al CER) volvieron a mostrar en las últimas cinco ruedas precios mixtos, en un contexto en el que el BCRA redujo la tasa de interés”.
¡Buena semana!
(*) El autor es Licenciado en Ciencias Empresariales por la Universidad Austral de la ciudad de Rosario y candidato a Magíster en Economía Aplicada por la Universidad Torcuato Di Tella de la ciudad de Buenos Aires. Anteriormente se desempeñó como Consultor en tareas de Valuación de Empresas y de Activos Intangibles, M&A y Re estructuraciones, y actualmente como Analista de Renta Fija y Variable en TSA Bursátil.