La mayoría de los analistas estima que el nivel de actividad se contraerá este año mientras que el incremento del índice general de precios no bajará del 30%
La mayoría de los economistas rebajaron sus perspectivas de crecimiento económico en el último mes como consecuencia de la devaluación, la posterior alza de la tasa de interés y el ajuste fiscal que, se espera, empezará a implementar el Gobierno en los próximos meses para encarrillar la economía.
Desde un crecimiento en torno al 1%, ahora prevén que la economía se contraerá este año mientras que la inflación no bajará del 30%, por lo que no dudan en definir como estanflación al escenario actual.
“Después de las elecciones estimábamos un crecimiento económico de 1% este año, luego 0% y ahora revisamos a -1% con una inflación de 30%”, manifestó Belén Olaiz, analista de macroeconomía de Abeceb.com. “La devaluación tendería a acelerar aún más la suba de precios, pero la recesión compensa. Por eso no subimos nuestra estimación de inflación”, explicó.
Olaiz aseguró que técnicamente la economía ya atraviesa una estanflación aunque advirtió que el escenario es aún peor porque en vez de estancamiento con inflación, este año se registrará una recesión con inflación.
Jorge Vasconcelos, vicepresidente del Instituto de Estudios sobre la Realidad Argentina y Latinoamericana (Ieral), advirtió que este año el mercado interno es el mayor motivo de preocupación. “A diferencia de 2009, ahora el sector público no estará en condiciones de hacer política anticíclica, los precios tenderán a ganarle la carrera a los salarios, con efecto negativo sobre el consumo, y el crédito será mucho más restrictivo que en aquella experiencia”, especificó.
“Este último factor tiene que ver con la pulseada actual entre el dólar y las tasas de interés, debido a que el tipo de cambio oficial cercano a $8 es entre 15% y 18% menos competitivo que el nivel promedio de 2009, con una inflación que, al triplicar la de aquel año, erosiona muy rápido la reciente devaluación”, agregó.
Por otro lado, para Gastón Rossi de la consultora LCG, el PBI caerá 1,6% este año y la inflación se situará en torno a 33,5%. “Planteando un escenario razonable de contención en la discusión salarial, la recesión es inevitable. La Argentina está transitando una estanflación desde prácticamente 2012”.
Técnicamente una estanflación se produce cuando simultáneamente se registra alta inflación y una recesión o un estancamiento de la economía, por eso es que para varios analistas este escenario ya se viene desarrollando.
“En 2012 el PBI tuvo un crecimiento nulo mientras que en 2013 el alza llegó a 2,4%, lo que marca que la tasa anual promedio estuvo levemente por encima de 1%, lo que marca un escenario de estancamiento”, explicó Rossi.
En Ecolatina antes esperaban un estancamiento pero ahora proyectan una contracción de la economía. “Ya se observan señales de estancamiento a nivel de consumo y producción. En enero, las ventas minoristas cayeron 3,8% interanual y los patentamientos descendieron 1,9% interanual. Mientras que la construcción mostró menores tasas de expansión, la industria automotriz profundizó su caída. Si a ello se le suman los importantes cambios en materia económica ocurridos en enero, las perspectivas de actividad lucen desmejoradas. La fuerte devaluación del peso impactará negativamente sobre la economía real en el corto plazo”, recalcaron.
Por otro lado, para Fausto Spotorno de la consultora Orlando Ferreres y Asociados, la economía ya atraviesa una estanflación a pesar que espera un crecimiento del PBI de 1,2% este año por el aporte positivo del agro y los bancos. “Es un crecimiento estadístico, dado por el aumento de la población pero la economía está estancada”, precisó.