Las tasas comenzarán a bajar a partir de noviembre, luego de medidas definidas por el BCRA. Pero el próximo gobierno pondrá especial énfasis en aliviar a las empresas más chicas, muy afectadas por la crisis
El regreso de las líneas de financiamiento productivo es prácticamente un hecho una vez que asuma el nuevo gobierno a partir del 10 de diciembre. Ya en las semanas previas a las elecciones Matías Kulfas, uno de los principales referentes económicos de Alberto Fernández, había señalado que el crédito subsidiado será una de las herramientas para lograrlo.
Las elevadas tasas de interés que mantuvo el Banco Central durante el gobierno de Mauricio Macri fue un tema de permanentes críticas de parte de Fernández, especialmente por el elevado costo de las Leliq. Ahora el titular del BCRA, Guido Sandleris, definió medidas en las últimas horas que justamente tenderán a empezar a bajar las tasas. Desde el Central reconocen que las tasas tenderán a bajar hasta el 10 de diciembre, “pero vamos a cuidar que sigan siendo positivas en términos reales», o sea que se mantengan por encima de la inflación proyectada.
A la par de las medidas que endurecieron sustancialmente los controles cambiarios, el BCRA anunció cambios en la manera de integrar los encajes de depósitos a la vista. Se dispuso que no se podrán realizar más con Leliq, lo que implica una menor fuente de recursos para los bancos. Según estiman en el sector financiero, esto significará el desarme del stock de Leliq en poder de los bancos por aproximadamente unos $ 150.000 millones.
Esta medida regirá desde el 1 de noviembre y provocará una reducción gradual de las tasas de interés que los bancos pagan para captar depósitos a plazo. Y también debería ayudar para que se reduzca la tasa de financiamiento, al menos para líneas de corto plazo.
Este primer paso para empezar a bajar la tasa de interés está claramente en línea con lo que venía pregonando Alberto Fernández en la campaña electoral. Pero más allá de estos cambios, los economistas que trabajan con el presidente electo ya preparan lo que será la reedición de las líneas crediticias con tasas diferenciales para PYME. Varios de los que actualmente están asesorando ya tuvieron experiencia en el BCRA: el propio Kulfas, Arnaldo Bocco y Mercedes Marcó del Pont, ex titular de la entidad.
El flamante elenco es muy crítico de las políticas que desarrolló el BCRA en los últimos años, primero con Federico Sturzenegger y ahora con Sandleris. Consideran que la política de tasas muy altas sólo ayudó a ahogar a las PYME, pero no consiguió el objetivo básico que se buscaba, que es contener la inflación. Al contrario, a pesar de las tasas tan elevadas y el estricto control de la cantidad de dinero la inflación supera cómodamente el 50%.
Las líneas de crédito subsidiadas obligaban a los bancos a otorgar una determinada cantidad de préstamos a las PYME a niveles que estaban por debajo de la tasa de mercado. El monto estaba en relación al volumen de depósitos de cada entidad. Quien suspendió esta línea un año después de asumir fue Sturzenegger, quien sostenía que no se podía obligar a los bancos a hacerse cargo de prestar a tasas por debajo de los niveles de mercado.
Las pequeñas empresas enfrentan, en su gran mayoría, un momento dramático. A la caída de ventas por la recesión, se agrega el peso de altísimas tasas de interés y también el peso de los impuestos.