La medida del Banco Central que obligó a las entidades financieras a limitar la tenencia en dólares provocó una fuerte baja en las tasas implícitas de los futuros de dólar. Esta referencia la toman los principales actores económicos para operar. Sin embargo, en los últimos días, la dinámica cambió, y las expectativas empezaron a acomodarse según los principales actores del mercado: mientras que a principio de semana el futuro de agosto registraba una tasa del 28% anual, en un par de ruedas se acercó al 40%.
A diferencia del mes pasado, el BCRA aún no le puso un freno a la tendencia alcista de los futuros, de manera que el mercado interpreta que la autoridad monetaria convalida la previsión de que la devaluación del peso será mayor. Sin embargo, algunas fuentes no descartan una aparición oficial en el corto plazo.
Entre el 22 y el 24 de enero el Central acompañó la depreciación de la moneda doméstica en un 15%. El dólar saltó de $ 6,89 a $ 8,01, nivel en el que el organismo pretendía mantenerse, hazaña que, de hecho, logró. Incluso la moneda estadounidense permanece por debajo de esta barrera y ayer cerró a $ 7,89.
No obstante, en aquel momento la City dudaba de la capacidad que pudiera tener la entidad dirigida por Juan Carlos Fábrega para combatir la devaluación, principalmente por la vulnerabilidad de las reservas. El Central tampoco estaba tan convencido de su capacidad, dado que inmediatamente después de la depreciación del peso reabrió el cepo cambiario para llevar calma a la plaza porteña. Además, se aseguró una mayor oferta de dólares al lanzar una medida que llevó a los bancos a desprenderse de parte de su patrimonio en dólares.
Así fue como el sector financiero se ocupó de vender bonos, billetes y futuros “todos activos contabilizados en moneda estadounidense” y generó un desajuste en cada uno de los mercados.
En el caso de los futuros de dólar, las tasas quedaron totalmente desarbitradas. “Semanas atrás vimos precios de fines de febrero hasta un peso por debajo del valor del contado”, señaló un operador de cambios que prefirió no ser identificado. En la misma línea agregó: “Ahora el mercado refleja las expectativas reales de devaluación”.
Mientras que el lunes las tasas implícitas para fines de agosto estaban en 28,6%, el martes atravesaron el 30%, hasta 30,8%, el miércoles creció a 34% y ayer algunos contratos se hicieron al 39% pero la tasa finalizó en 37%.
En precios “siempre tomando datos de agosto” la variación fue de $ 9 del lunes a $ 9,33 de ayer en el Mercado Abierto Electrónico (MAE), terreno en donde suele participar el Central. Las operaciones realizadas en Rofex se pactaron en sintonía, a $ 9,325 para el mismo plazo. Sin embargo, en este terreno se negociaron contratos más largos, que le dieron al dólar un valor de $ 12,45 para fines de junio del año próximo.
Por otro lado, cabe destacar que el volumen en el MAE durante febrero se redujo significativamente. La medida del BCRA que afectó a los bancos hizo que, tras las ventas, el monto aumentara en los primeros días del mes, para luego, sin los bancos operando como lo hacían antes de la restricción, marcar importes negociados mínimos. El monto promedio de este mes fue de u$s 75 millones, menos de la mitad de lo promediado en enero pasado.