Un informe de Fisfe revela que la actividad fabril en la provincia atraviesa "una merma" en varios rubros. Cómo impactará la devaluación.
Las industrias automotriz y autopartista pegaron un tropezón en 2013 en Santa Fe e impactaron en el corazón de la estructura de exportaciones de la provincia. La fabricación de automóviles mostró una baja del 13,3 por ciento en forma interanual y las ventas de vehículos al exterior retrocedieron 130 millones de dólares, lo que provocó un "creciente déficit comercial y un deterioro competitivo" del sector de autopartes, eslabón clave en la cadena de valor de la actividad.
Así quedó plasmado en el último informe de actualidad industrial que elabora la Federación Industrial de Santa Fe (Fisfe), el cual señala además que no sólo fueron los fierros los causantes de este desbalance, sino que la industria santafesina "atraviesa una coyuntura de merma en varios sectores" y al mismo tiempo, viene de un año (2013) en el cual se redujeron las exportaciones por un monto que alcanza los 1.440 millones de dólares, por el retroceso de sectores como biocombustibles, siderurgia, metalurgia, automotriz-autopartista, oleaginoso y molinero.
La coyuntura tuvo su correlato directo en la situación laboral. Por caso, el empleo industrial en el Gran Rosario al tercer trimestre de 2013 bajó un 4,6 por ciento respecto del mismo lapso de 2012. En el Gran Santa Fe se mantuvo estable pero sin creación de nuevos puestos. "El último proceso de creación de puestos de trabajo se extendió desde comienzos de 2010 y hasta en segundo trimestre de 2012 y desde entonces hasta la actualidad, el empleo registrado del sector privado industrial muestra leves retrocesos", sintetizó Fisfe.
Expectativas. De todos modos, los industriales santafesinos espera ansiosos los beneficios de la devaluación. Considerando a priori que se trata de una medida que era "necesaria" para revitalizar la competitividad que se fue deteriorando en el último año, estiman que este reacomodamiento del tipo de cambio debe venir acompañado de un combate a la inflación y una política salarial predecible, de modo de lograr revertir el ciclo bajista.
Por eso, aún con un pasado inmediato que muestra claramente una desaceleración de la actividad, los empresarios de la provincia están confiados en que "hay expectativas abiertas acerca de los impactos de las nuevas medidas económicas", precisó el relevamiento de Fisfe.
Entienden que los nuevos anuncios y "avances concretos de inversiones de gran significación en la industria siderúrgica" en Santa Fe, de gran potencial para todo el sector productivo nacional, "evidencian la solidez de la demanda esperada por parte de industrias de base y la firmeza del proceso de reindustrialización", dijeron.
Al respecto, en las últimas semanas se confirmó que la firma Sipar Gerdau invertirá más de 1.500 millones de pesos para instalar una nueva acería en Pérez y el grupo siderúrgico Arcelor Mittal, dueño de Acindar confirmó el desembolso de 100 millones de dólares para la instalación de un tren laminador en Villa Constitución.
De todos modos, los industriales consideran que el éxito de la devaluación a la hora de sumarle competitividad a la industria depende "de lograr una contención en materia de incremento de precios de insumos y servicios y de alcanzar nuevos acuerdos salariales de carácter sustentable en materia de sostenimiento de los puestos de trabajo".
Un año complicado. El 2013 terminó con signo negativo en la mayoría de los sectores de la industria santafesina. Así, la producción de automóviles alcanzó los 111 mil vehículos y retrocedió 13,3 por ciento respecto del año anterior. La situación se profundizó en el último trimestre del año, cuando por efecto de un menor nivel de demanda, especialmente externa, se produjo un retroceso de 30,8 por ciento comparado con el último trimestre de 2012.
La industria autopartista, como el eslabón clave en esa cadena de valor, también sintió el impacto. La exportación de autopartes en toneladas cayó 3,1 por ciento entre 2012 y 2013, lo que acentúa el deterioro de esta actividad. "La alta importancia de la industria autopartista en materia de producción, empleo, exportaciones, capacidades tecnológicas, requiere de un nuevo y redoblado esfuerzo tendiente a superar los problemas asociados al creciente déficit comercial sectorial, la baja integración de componentes nacionales y el deterioro competitivo", advirtieron desde Fisfe.
Desequilibrios que se repiten
Aunque en general el sector industrial santafesino desaceleró y cayó la actividad en muchos sectores durante 2013, se registró una gran heterogeneidad en función de cada actividad y la coyuntura que le tocó vivir.
Así, mientras en el sector agropecuario el rubro oleaginoso creció 2,9% en el crushing de soja y 2% en la molienda de aceite de la oleaginosa, retrocedió fuertemente (15,9%) la molienda de trigo y también lo hicieron las exportaciones de aceite de soja1,3% y de subproductos 9,8%.
La más afectada fue la producción de biodiesel que registró fuertes caídas en el primer y segundo trimestre de 2013 (45,3% y 39,6%) así como la exportación de ese biocombustible que cayó en los mismos períodos 45,5% y 72,8% y tuvo una baja del 67% en enero de 2014 según los últimos datos disponibles.
“El complejo oleaginoso operó con elevados niveles de capacidad ociosa y altos costos medios que generaron dificultades en varias plantas en Santa Fe, especialmente en productos de mayor valor agregado”, indicó el informe.
En cambio otros sectores como la faena y la exportación de carne bovina mostraron incrementos en del 14% y 11% respectivamente y la producción de laminados avanzó 3,5%.
La industrialización de leche retrocedió 3,5%. “Este resultado fue generado en el primer semestre, ya que desde julio la entrega de materia prima a plantas presenta variaciones interanuales positivas”, indicó Fisfe.
En tanto, la producción de acero crudo mostró una caída de 2,9% interanual. “En el segundo trimestre de 2013 inconvenientes técnicos extraordinarios surgidos en equipos transformadores afectaron la actividad de la planta de acero. Superado los mismos, en el tercer y cuarto trimestre se observó un recomposición de la producción en gran parte motivada por la marcha de los programas de obra pública de alcance nacional”, concluyó el informe.