Capitanich y Randazzo dieron a entender que a mediados de año se reducirían los niveles de ayudas en electricidad, gas y agua potable.
El gobierno avanzará a mediados de año con la quita parcial de subsidios a los servicios de energía eléctrica, gas y agua potable, pero mantendría los niveles de aporte al sistema de transporte.
Así lo dieron a entender ayer el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, y el ministro de Transporte, Florencio Randazzo, en dos entrevistas al coincidir en que los aportes a los trenes y colectivos urbanos "generan redistribución" de la riqueza.
"Para el gobierno nacional esto tiene que ver con una política de distribución del ingreso. Al transporte lo utilizan los que más necesitan", apuntó Randazzo.
Dijo el funcionario que los subsidios al transporte en el Area Metropolitana de Buenos Aires equivalen al 50 por ciento del valor real del pasaje, por lo que consideró "muy importante" poder sostener ese beneficio.
Precisó que en el caso de los trenes, el 70 por ciento del dinero que pone el Estado Nacional está destinado a los salarios de los trabajadores ferroviarios, que este año ya recibieron un anticipo del 18 por ciento a cuenta de la paritaria 2014.
Y en ese sentido, señaló que con el aumento de tarifas registrado a fin de año de 2013 "está cubierto el costo del aumento salarial" de 2014, por lo que descartó un eventual nuevo ajuste tarifario en el corto plazo.
Por su parte, el jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, aseguró ayer que "no se puede eliminar todos los subsidios, porque cuando uno dispone de subsidios incrementa lo que se considera como ingresos disponible".
"Si el gobierno subsidia el pasaje, uno tiene más dinero para gastar en pan, leche, carne. El objetivo del gobierno es que el subsidio sea una política activa para mejorar el ingreso disponible", apuntó.
Pero aclaró que para el sector energético "hay que ecualizar las asimetrías" de los precios de, por ejemplo, la electricidad en la zona metropolitana de Buenos Aires con los niveles de Chaco, Córdoba y Chubut.
Precios cuidados. Por otra parte, Capitanich aseguró que la Argentina tiene que "resolver los problemas de expectativas" de inflación para comenzar a revertir la constante suba de precios en la economía, y cuestionó con dureza a empresarios, industriales y comerciantes por su "inconducta social".
El funcionario apuntó que el gobierno impulsó el consumo interno y el aumento de la producción de bienes y servicios desde 2003 para generar el crecimiento de la economía, que ahora "queda el desafío de la política de precios".
Capitanich se negó a anticipar el Indice de Precios al Consumidor Nacional Urbano (IPCNu) correspondiente a febrero, que según las consultoras privadas estaría en línea con el 3,7 por ciento publicado en enero.
El Instituto Nacional de Estadística y Censos (Indec) dará a conocer hoy el indicador de febrero, un mes muy complicado por subas desproporcionadas en productos de la canasta básica que no fueron incluidos en el oficial acuerdo de "Precios Cuidados".
Según la Universidad Di Tella, la expectativa de inflación es del 35 por ciento para 2014.
Los argentinos esperan en promedio una inflación de un 41,3 por ciento, un máximo histórico, según datos a febrero del Centro de Investigación en Finanzas (CIF) de la institución.
Al referirse a la inflación y su impacto en la economía, el jefe de Gabinete de ministros dijo que "la Argentina tiene que resolver los problemas de expectativas" para poder revertir la constante suba de precios.
En ese sentido, sostuvo el funcionario que "hay casos de abusos de posición dominante" en la cadena de producción y comercialización de bienes y servicios, por lo que "es difícil" resolver los desequilibrios de precios con rapidez.
Capitanich apuntó entonces contra la "inconducta social de empresarios, comerciales e industriales" dado que "ellos siempre dicen que no son responsables de nada, pero tienen una gran responsabilidad".