Señalan que el tipo de cambio bilateral entre la Argentina y su principal socio Brasil debería ubicarse entre el dólar oficial y turista en el mediano y largo plazo
Pese a la devaluación avalada por el Banco Central (BCRA) en enero, el atraso cambiario se mantiene. Dado que el Central defiende el nivel del peso según su competitividad comercial frente a otras monedas, el hecho de que el tipo de cambio bilateral entre Argentina y Brasil esté barato implica que será necesaria una mayor depreciación de la moneda doméstica.
Según Economía & Regiones (E&R), el tipo de cambio entre el país y su principal socio debería ubicarse “a medio camino” entre el dólar oficial y el dólar “turista”.
El último informe de la consultora calculó que la Paridad de Poder Adquisitivo (PPA) para una canasta de productos resulta $ 3,71, por encima de del tipo de cambio oficial para el comercio exterior, de $ 3,30. Es decir que canasta medida al tipo de cambio oficial, es más barata en Brasil que en Argentina. “Esto dejaría entrever que en la tendencia de mediano y largo plazo el tipo de cambio oficial del peso debería depreciarse aún más frente al real”, afirmaron desde E&R.
No obstante, el análisis aclara que, medida por el dólar “turista”, que cuenta con un impuesto del 35%, la canasta es más cara en Brasil, por lo que el turismo estaría financiando a las importaciones.
Así, como el viernes la moneda estadounidense cerró a $ 7,90 en mercado de cambios y el dólar turista o tarjeta en $ 10,67, el valor del dólar debería rondar los $ 9,30, “a mitad de camino” entre ambos valores.
Cabe recordar que Brasil absorbe aproximadamente un quinto de las exportaciones argentinas y provee al país entre 26% y 30% de las compras al exterior.
Para Fausto Spotorno, economista Jefe de Orlando Ferreres, también el peso está atrasado. Como ejemplo citó la evolución del mercado de cambios en los últimos meses: “De noviembre en adelante, hasta que se dio la devaluación abrupta, el peso aceleró el ritmo al que se depreciaba, y en las últimas semanas se planchó. Si el Central hubiera mantenido el mismo ritmo de noviembre, hoy el dólar estaría cruzando esta semana la barrera de los $ 8”. En pocas palabras, el efecto de la devaluación se borró.
Teniendo en cuenta el pronóstico del mercado de futuros, la moneda estadounidense recién superará los $ 8 en abril, ya que para el 31 de este mes se estima un precio de $ 7,93 y para fines del mes próximo $ 8,07. Para plazos más largos, fines de octubre, se prevé $ 9,44. Todas operaciones fueron realizadas el viernes en el Mercado Abierto Electrónico (MAE). Incluso los analistas más adeptos al oficialismo anticipan que el organismo monetario volverá a actuar.
“En un momento (el Banco Central) va a empezar con devaluaciones pausadas nuevamente, que van a ir llevando (al dólar) hacia fin de año a un nivel más alto”, vaticinó Agustín D’Attellis, uno de los principales referentes de La Gran Makro, la usina de economistas kirchneristas.
Pero tal como explicó el economista de Orlando Ferreres, mientras tanto el Central contiene la suba del dólar porque espera que el incremento de las tasas de interés -una medida que acompañó a la devaluación de enero- descomprima la inflación y que los dólares de la cosecha de soja que entrarán en el segundo trimestre traerán alivio al mercado.