Las compañías usan el contado con liqui para fondear sus cuentas en el extranjero y desde ahí pagar las compras al exterior. Si bien es más caro, lo trasladan luego al precio finalDifieran los pagos”. Esa fue la orden del Palacio de Hacienda hacia los importadores.
“Arreglamos con la casa matriz de pagarles a 180 y a 365 días, y recién ahí nos salió la bendita DJAI para poder traer la mercadería”, revelan en una multi.
Las sociedades de bolsa, por su parte, están más activas que nunca, ya que varias empresas le están pidiendo hacer contado con liquidación inverso para transferir fondos a cuentas del exterior a $ 10,35 y desde ahí pagar la importación, para así tener el visto bueno de Juan Carlos Fábrega. Al fin y al cabo, cuando Guillermo Moreno era secretario de Comercio Interior, incentivaba en su escuelita de los viernes a que las compañías trayeran los dólares a través de la Bolsa.
“Aunque sea más cara, muchos importadores ya están viendo esta operación con más cariño, a medida que se cierra la brecha entre el oficial y la cotización del CCL. La razón es que a veces a algunos importadores les aparecen unos sobrecostos del 20% para ser aprobados sus pagos, con lo cual ya empiezan a usar esta opción como más conveniente y hasta más digna. Obviamente que en la DJAI indican que la importación es pagada con fondos propios en el exterior”, advierte el directivo de una entidad financiera.
Aplica para cualquier empresa que necesite importar, como el caso de constructoras que, para terminar los edificios, necesitan importar los ascensores, o traer el porcelanato, que se utiliza para el piso de los edificios de primera categoría. Del mismo modo, hay insumos importados médicos indispensables para los sanatorios, o piezas estratégicas electrónicas para que puedan funcionar una línea de producción.
Las operaciones de comercio exterior vía BCRA se han vuelto bastante complejas, a tal punto que la compra de divisas se ha transformado simplemente en una misión imposible. “El problema no es que no te dejan importar, sino que no hay dólares de las reservas. Ante este escenario, muchos de estos inconvenientes las empresas pueden evitárselo complementando la cuenta bancaria local con una cuenta bancaria transaccional en el exterior”, detallan. En efecto, las disposiciones vigentes permiten que una empresa opere su cuenta en el exterior para:
– Pagar dividendos a casas matrices: la empresa fondea previamente la cuenta del exterior mediante la salida por el contado con liquidación (el viernes cerró a $10,35, una diferencia del 29% respecto al oficial). Aunque más caro, en muchos casos las casas matrices están exigiendo el cobro de dividendos sea al costo que sea.
– Atesorar divisas: o sea, los ahorros en dólares que la empresa quiere tener en el exterior. Al igual que en los casos anteriores, la salida de los fondos de Argentina también se hace a través del contado con liqui.
– Recibir temporalmente el cobro de exportaciones: esto a las empresas les permite manejar los tiempos de liquidación ante el BCRA y hasta en momentos donde hay probabilidades de una posible corrección cambiaria retrasarla lo máximo posible. Obviamente, sin sobrepasar la fecha límite de liquidación que exige la normativa.
– Usar los fondos disponibles en la cuenta del exterior como garantía para operar en los mercados de futuros del exterior.
– Recibir los aportes de capital de accionistas extranjeros en sociedades locales. Ni bien acreditados, la empresa no está obligada a cursar los fondos a través del BCRA, con lo cual pueden ingresarse a la Argentina vía el contado con liqui inverso; o sea, a $ 9,85 a valores del viernes, versus los $ 7,90 que paga el BCRA.