El costo de vida siguió encareciéndose, fundamentalmente, por las subas en los rubros de educación, transporte e indumentaria. El Gobierno había previsto que los precios bajarían. En 15 días se informará la medición del Indec
El ministro de Economía, Axel Kicillof, aseguró hace quince días al anunciar la variación mensual del nuevo Índice de Precios Nacional Urbano (IPCNu) que se había registrado una desaceleración en la segunda quincena de febrero y también en lo que iba de marzo, a lo que denominó "reacomodamiento".
Anticipó, así, que la inflación de marzo arrojará una cifra más baja que la de febrero, donde el Indec calculó una suba de precios del 3,4%. El último fin de semana, el secretario de Comercio Interior, Augusto Costa, ratificó esa tendencia al sostener que el costo de vida de marzo "va a ser marcadamente inferior" porque "las conductas especulativas desaparecieron" en el lapso marcado por Kicillof.
No consideraron lo mismo economistas de varias consultoras privadas, para quienes la inflación en el mes que acaba de terminar volvió a cruzar la barrera del 3%. Coincidieron en que para lograr la desaceleración habrá que esperar todo el transcurso de este mes.
Impulsados por los rubros de indumentaria, educación -al ser marzo un mes clave para este sector puesto que comienza el ciclo lectivo y las cuotas de los colegios privados se reacomodan- y el de transporte, los precios volvieron a ajustarse entre un 3 y un 3, 8 por ciento, de acuerdo a los distintos sondeos.
"Según nuestra medición, en la cuarta semana de marzo la inflación fue de 0 por ciento, pero los aumentos en las primeras semanas habían sido muy fuertes", señaló al diario La Nación el economista Carlos Melconian, quien proyectó para marzo una inflación de 3,8 por ciento. A su criterio, "para obtener un índice cercano al 2 por ciento, habrá que esperar por lo menos hasta que se conozca el dato de abril".
El economista Camilo Tiscornia compartió el análisis de Melconian pero estimó para marzo una inflación ligeramente inferior a la de su colega. Según sus cálculos, el costo de vida se encareció un 3,5 por ciento producto de los aumentos en las escuelas privadas y los incrementos en la tarifa del subte y en los taxis de la Ciudad. "Los alimentos tuvieron un mes más tranquilo", remarcó.
"Los precios mayoristas acumularon en los primeros dos meses del año una suba cercana a 10 por ciento, lo que se traduce en mayores costos para las empresas. Y, en principio, no parece fácil que estos mayores costos puedan ser absorbidos por las empresas en un contexto en que la economía no está creciendo", advirtió por su parte Fausto Spotorno, economista jefe del estudio Orlando J. Ferreres, que también estimó para marzo una inflación de 3 por ciento.
Cercano a ese número es el resultado que arrojó el relevamiento de la asociación Consumidores Libres. Para la entidad, en marzo los precios subieron un 3,21 por ciento, liderados por alimentos frescos como las naranjas -que tuvieron un alza de 19,5%-, los tomates (17%) y algunos cortes de carne, como la bola de lomo, la carnaza y la falda, todos con incrementos por encima de 4 por ciento.
Con esta suba, según Consumidores Libres, los alimentos acumularon en los primeros tres meses de 2014 una suba de 11,2 por ciento..
Para abril, en principio, el panorama se presenta relativamente mejor, aunque los analistas ya advierten del fuerte impacto que tendrán en el índice el aumento en los combustibles -hoy sufrirán un ajuste del 5%, con lo cual acumulan una suba de 25% en cuatro meses- y la quita de los subsidios en gas y agua.