El Ministerio de Economía apunta a superar el vencimiento del bono Bogato por el equivalente a USD 900 millones ofreciendo un canje por nuevos instrumentos en pesos en lugar de pagar con emisión monetaria, lo que obligaría al Ejecutivo a abandonar la estrategia de bajar la inflación
La prioridad del Gobierno de Alberto Fernández tiene dos ejes bien marcados: rescatar al sector más vulnerable de la sociedad con medidas que recompongan parte del poder adquisitivo perdido en los últimos años (tarea que comenzó en diciembre a partir de la sanción de la Ley de Solidaridad Social y Reactivación Productiva) y solucionar el problema de la deuda principalmente en dólares, tanto con el FMI como con acreedores privados, y también en pesos con vencimientos que resultan insostenibles para las arcas del Tesoro.
El camino de recomposición de la deuda se bifurca. Mientras se negocia una restructuración de la deuda con bonistas del exterior y con el Fondo Monetario Internacional (FMI), para la cual está prevista una oferta para el 31 de marzo, según señala el cronograma que fijó la cartera que conduce el ministro Martín Guzmán, se avanza al mismo tiempo con la recomposición de la curva de deuda en pesos a medida que se acercan vencimientos que condicionan la estrategia oficial de bajar la inflación ya que para poder pagar en las condiciones fijadas debería emitir pesos.
De esta manera, desde la Secretaría de Fianzas se vienen llevando a cabo licitaciones de instrumentos en pesos, principalmente Letras del Tesoro y bonos para ir refinanciando la deuda y al mismo tiempo bajar las tasas de rendimiento.
En ese sendero que comenzó en diciembre con buena recepción por parte del mercado, hubo un gran escollo que hizo tambalear la estrategia oficial. Se trató del canje del bono Dual (AF20) que tuvo una aceptación de apenas el 10% por parte de los acreedores. Por ese motivo, el Gobierno tuvo que reperfilar el pago de capital e intereses para septiembre con excepción de las personas físicas que tuvieran posiciones por menos de USD 20.000.
Este lunes, sin embargo, la cartera de Economía celebró el resultado de una licitación de Lebad con vencimiento previsto para el 28 de agosto y de un bono 2020, en la que adjudicó un total de $35.438 millones. En tanto, el miércoles tendrá un nuevo desafió que sortear con el canje del bono Bogato 2020 por el equivalente a USD 900 millones y la expectativa en el Ministerio de Economía es que haya “un muy buen grado de aceptación”.
La estrategia para el canje
La novedad del canje para los tenedores de Boncer será la posibilidad de suscribir a una canasta conformada por un 30% de Lebad -con vencimiento 31 de julio de 2020- y un 70% al Boncer -con vencimiento en 2021- tomando el valor técnico del Bogato: $2.459,19 por cada $1.000 de su valor nominal.
Esta operación se habilitará en una licitación que se llevará a cabo este miércoles tras la publicación el jueves pasado del Decreto 193/2020, que permitió al Ministerio de Economía a tomar “al valor técnico calculado a la fecha de liquidación de cada una de las colocaciones” todos los títulos públicos denominados en pesos con vencimiento durante el año 2020 reperfiladas durante 2019.
Cabe recordar que el Bogato fue una las colocaciones del entonces ministro de Finanzas Luis Caputo y su bautismo tuvo que ver con que la emisión incluía una cláusula gatillo: al momento del pago, los inversores recibirían una tasa mensual capitalizable predeterminada del 1,6% la actualización por CER, lo que más rindiera. La disparada del dólar y datos de inflación récord desde la convertibilidad hicieron que la actualización por inflación fuera la ganadora y volvieran más abultado al vencimiento.
«Estamos tratando de que la operación tenga un muy buen grado de aceptación», dijeron fuentes del Ministerio de Economía, que aseguraron haber mantenido reuniones con fondos, aseguradoras y bancos tenedores de estos bonos de quienes recibieron una «actitud colaborativa».
Como punto a favor, señalaron desde Economía, cerca del 75% de los tenedores del Boncer pertenece al mercado local, un porcentaje que había sido inverso en el canje del bono Dual (AF20), cuando la mayoría eran tenedores extranjeros.
“Estamos trabajando en acercar posiciones. Dimos un paso para que, ahora, los títulos reperfilados puedan ser canjeados por instrumentos en pesos al valor técnico del bono. Así, estamos mejorando la situación de entrada a los canjes”, manifestaron desde la cartera que conduce Guzmán. En ese sentido, aseguraron, el objetivo es encontrar un mayor entendimiento con los acreedores y así recuperar la sostenibilidad de la deuda, recuperando la curva de rendimientos del mercado de deuda en pesos.
Consultados sobre la posibilidad de un nuevo reperfilameinto para aquellos que decidan no entrar al canje desde economía prefirieron enfocarse en que las nuevas condiciones de entrada, sumadas a las reuniones con grandes tenedores, ayudarán a tener “un muy buen acompañamiento”.
Asimismo, las fuentes señalaron que hay un “campo minado” de vencimientos de deuda en marzo, mes en el que alcanzan los $440.000 millones. Sin embargo, añadieron que son optimistas con respecto a cómo está respondiendo el mercado y que buscarán a futuro anticipar reuniones con acreedores para lograr adhesiones a nuevos canjes y continuar haciendo sostenible la deuda en pesos.
De lo contrario, advirtieron, se debería pagar deuda con tasas por encima del 60% y el Gobierno debería abandonar la estrategia de bajar la inflación dado que tendría que emitir pesos para afrontar esos vencimientos.
“Entendemos que la adhesión al canje no va a ser del 100% pero buscamos un buen equilibrio para avanzar con una agenda sostenible de la deuda en pesos”, aseguraron.
Lo cierto es que el miércoles el Gobierno tendrá otra prueba de fuego para seguir avanzando en un campo “minado” de vencimientos de deuda con el objetivo de poder cumplir con sus compromisos y superar una instancia de cara a poder avanzar con un programa de crecimiento.