Se trata de un clavo en el zapato de Pesce. No logra canalizar esta liquidez en nuevo crédito privado. Por lo pronto en los últimos 15 días retornó a niveles similares al de la base. Crece el «cuasifiscal».
La deuda remunerada BCRA volvió a niveles de más de $2 billones. De esta manera el stock de Pases netos más el de Letras de Liquidez (Leliq) pasó nuevamente a igualar al total de la base monetaria. Los últimos datos disponibles al 21 de mayo muestran que el total de Pases (son colocaciones de los bancos en el BCRA) se elevó a $747.394 millones mientras que el de las Leliq aumentó a $1,338 billones, o sea hay en suma un stock de deuda remunerada de $2,085 billones. A fines de abril se había alcanzado, por primera vez la marca de $2 billones, pero luego se fue reduciendo a menos de $1,6 billones cuando los bancos empezaron de nuevo a pasar fondos de su posición de efectivo mínimo (encajes en el BCRA) a Pases. Estos movimientos, como todo en la vida, no son gratis, y por ende, tienen consecuencias. Ocurre que por los Pases, a un día de plazo, el BCRA le paga a los bancos una tasa del 19% anual (esta tasa que comenzó el año en 48,13% cayó hasta el 11,40% en marzo pero luego subió al 15,20% a mediados de abril). Por otro lado, las Leliq ofrecen una tasa del 38% anual (era del 55% a comienzos del año). De modo que este stock de deuda remunerada, que alimenta el llamado “déficit cuasifiscal”, implica un costo mensual de intereses de unos $50.000 millones.
Al día de hoy (19 de mayo) el total de intereses pagados por el BCRA asciende a $223.077 millones (representaría una expansión monetaria equivalente a casi el 11% de la base monetaria). Solo a modo de comparación basta con señalar que en lo que va del año el BCRA debió asistir al Tesoro en $312.000 millones solo por vía de Adelantos Transitorios (más otros $600.000 millones bajo la figura de Transferencia de Utilidades) para cubrir el déficit fiscal potenciado por el costo de la pandemia. Todo este entramado es solo una parte del delicado mecanismo de relojería suiza que debe administrar el BCRA para evitar que la emisión monetaria se desmadre y pueda ir a alimentar presiones inflacionarias y cambiarias.
Desde el vamos el Gobierno ha querido que esa importante masa de recursos ociosos, en Pases y Leliq fueran a nutrir el canal del crédito al sector privado. Por ahora, más allá de algunas iniciativas (líneas promocionales a pymes y otros) no ha podido avanzar significativamente. Y si antes de la pandemia era difícil esperar una reactivación importante del crédito ahora todo luce más complicado. Porque las empresas que podrían estar en condiciones de pedir nuevo financiamiento, ante el contexto de incertidumbre generalizada y sin horizonte claro, retrae aún más la demanda de crédito. Mientras que las compañías que ya venían golpeadas por la prolongada recesión no encuentran mucha oferta para su calificación de riesgo o bien también optan por no salir a tomar nuevos préstamos. Así el stock de liquidez excedente se refugia en los Pases y en las Leliq. Es como el perro que se corre la cola. O sea, hasta tanto no se recupere la demanda genuina de crédito privado no se vislumbra que este stock se reduzca, voluntariamente. Al respecto vale recordar que detrás de estos Pases y Leliq están los depósitos del sector privado.
Todo este embrollo puede verse claramente en el comportamiento diario de la base monetaria donde de un día para otro sube o baja $100.000 millones, $200.000 millones y hasta $500.000 millones. Por eso es mejor comparar el stock de deuda remunerada en términos de la base monetaria y no solo como le gustaba presentar al BCRA de Cambiemos, en términos del PBI. La deuda remunerada del BCRA había llegado a un récord de $1 billón un año atrás cuando el 11 de marzo de 2019 superó los $1,015 billones. Pero en ese momento representaba un 81% de la base. Luego comenzó la política contractiva con que Cambiemos cerró su ciclo e hizo que esa deuda pasara a comienzos de julio del año pasado a representar el 94% de la base, a principios de agosto llegó al 99% y a fines de ese mes superó el 110% de la base. Este año arrancó en niveles de 101% de la base, luego bajó ante la política monetaria expansiva y alcanzó un nuevo récord en $2,009 billones el 24 de abril pasado, cuando representaba un 103% de la base. El stock máximo fue el 20 de mayo, con $2,15 billones. No es un número menor porque el total de las reservas internacionales valuadas al tipo de cambio oficial representan un 143% de la base. Pero si se incorpora a la base el total de pasivos monetarios remunerados del BCRA, el stock de reservas (u$s42.980 millones) solo equivale al 72%.
Fuente: https://www.ambito.com/economia/bcra/la-deuda-del-vuelve-igualar-la-base-monetaria-n5104857