La propuesta de incluir un “endulzante” en la oferta podría ayudar a cerrar la brecha entre el gobierno argentino y sus acreedores más relevantes
La Argentina podría ofrecer un cupón atado a sus exportaciones agrícolas para cerrar la brecha con los principales acreedores en las conversaciones de reestructuración de la deuda, según fuentes cercanas al asunto.
La idea es obtener el apoyo de algunos de los mayores tenedores de bonos del país, dijeron las fuentes, que solicitaron el anonimato porque las conversaciones son privadas. Consideran que los datos de exportación de la Argentina son más transparentes que las cifras de su Producto Bruto Interno (PBI). Los cupones vinculados al PBI también han desencadenado batallas legales en el pasado.
La propuesta podría ayudar a cerrar la brecha entre el gobierno argentino y sus acreedores más relevantes. En los últimos días, el ministro de Economía, Martín Guzmán, amenazó con excluir a varios tenedores de bonos, incluido Ashmore Group Plc, de la próxima ronda de conversaciones. Pero ahora hay una sensación de optimismo renovado, ya que algunos inversores clave firmarán acuerdos de confidencialidad esta semana para volver a la mesa de negociaciones.
Aún así, no está claro si se puede llegar a un acuerdo antes de la fecha límite del 12 de junio. Otros tenedores de bonos son reacios a aceptar un acuerdo de confidencialidad, que viene con restricciones comerciales, hasta que Guzmán señale nuevas concesiones, dijeron las fuentes. También existe la preocupación de que hacerlo podría evitar que los inversores participen en una subasta para los Credit Default Swaps (CDS) del país el viernes, agregaron.
Más cerca del acuerdo
Si bien el gobierno de Alberto Fernández se ha acercado a un acuerdo para la reestructuración de USD 65.000 millones en deuda externa desde el incumplimiento el 22 de mayo pasado, una serie de enfrentamientos entre su ministro de Economía educado en la Universidad de Columbia y las grandes firmas de Wall Street han frustrado la esperanza de una definición rápida. Guzmán se ha enfrentado con uno de los principales negociadores de BlackRock, Gerardo Rodríguez, así como con el CEO de Ashmore, Mark Coombs, dijeron algunas fuentes.
Un portavoz de Ashmore no respondió a múltiples mensajes en busca de comentarios ni otros dos administradores de dinero que supervisan las inversiones latinoamericanas de la empresa. Representantes del Ministerio de Economía de Argentina, BlackRock, el Grupo Ad Hoc, el Grupo Exchange Bonholders y el Comité de Acreedores de Argentina declinaron hacer comentarios.
Este es un terreno inusual para Ashmore y BlackRock, que históricamente han evitado tener un alto perfil en las reestructuraciones de deuda. Ambas firmas se encuentran entre los cuatro mayores tenedores de bonos de la Argentina, según datos compilados por Bloomberg.
Desarrollaron sus posiciones a través de distintos enfoques: Ashmore, como especialista en mercados emergentes que se sumó a las apuestas de alto rendimiento y BlackRock, como un líder de la inversión pasiva en todas las clases de activos.
Argentina dijo en su propuesta inicial de reestructuración que necesita un alivio de USD 40.000 millones de su deuda, ya que lidia con un alto desempleo, una crisis monetaria y una contracción económica que lleva tres años. El gobierno ya ha extendido su fecha límite varias veces y existe la expectativa de que eso pueda volver a ocurrir si hay un progreso limitado en los próximos tres días.
Algunos de los grupos acreedores más grandes del país están pidiendo a Guzmán que cierre la brecha que aún resta. El Grupo Ad Hoc, que incluye a Ashmore y BlackRock, dijo el lunes pasado que la diferencia entre su oferta y la propuesta del gobierno fue de aproximadamente el 1,5% del PBI distribuido en la próxima década y otro 1% del PBI de 2031 a 2040.
“Depende de la Argentina mostrar un deseo serio de cerrar la brecha, y será desafortunado si la Argentina endurece su posición en respuesta”, dijo Dennis Hranitzky, asesor legal del Grupo Exchange Bondholders, en un comunicado el lunes pasado.