Reclamó, además, que vuelva el beneficio para la importación temporaria de soja y más promoción al biodiésel, aunque destacó el proyecto que anunció Cristina
El tradicional remate del primer lote de soja de la campaña, que se llevó a cabo en la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), sirvió de escenario para los reclamos del sector agroindustrial, en especial, los que aparecen en la agenda de los exportadores, que hoy comandan la institución.
En noviembre pasado entró una nueva gestión conducida por Raúl Meroi, de la corredora Intagro, lista bendecida por Alberto Padoán, de Vicentín, ahora vicepresidente.
En su discurso, el titular de la BCR cargó fuerte contra la intervención de los mercados granarios que complica la exportación. Meroi dijo que esa intromisión “no respondió a las necesidades del país”. Más adelante, abogó por que el Gobierno “permite que los mercados se expresen libremente”. Actualmente, las exportaciones de trigo y maíz desde la Argentina se mantienen controladas por un sistema de cupos que se impuso a partir de 2006 con la intención declarada por el Gobierno de abastecer la mesa de los argentinos. En los hechos, el sistema impacta directamente sobre el precio que reciben los productores por su mercadería.
Meroi también aseguró que “se impone una baja o eliminación de las retenciones en algunos cultivos” como el girasol. Si bien el tributo es efectivamente pagado por los exportadores, también se traslada como descuento al precio que cobra el agricultor.
El sistema de importación temporaria de soja, que cuando estuvo vigente permitió importar el grano desde países limítrofes, como Paraguay, y pagar luego retenciones sobre el valor agregado en el país, fue otro de los reclamos durante el evento que contó con la presencia del gobernador santafesino, Antonio Bonfatti, la intendenta de Rosario, Mónica Fein, el subsecretario de Agricultura de la Nación, Marcelo Yasky, el subsecretario de Agregado de Valor y Nuevas Tecnologías, Oscar Solís. Estuvo también el ex gobernador, hoy diputado, Hermes Binner y su colega en esa cámara, Miguel del Sel.
Otro de los puntos fuertes del discurso estuvo en el capítulo de los biocombustibles, uno de los más fuertes reveses que sufrieron los aceiteros y exportadores en términos de negocios. Meroi valoró que la Presidenta enviara la semana pasada al Congreso un proyecto de beneficio impositivo para el biodiesel, aunque lamentó que sólo se extienda mientras duren las restricciones de Europa a las exportaciones locales. Pidió, en paralelo, que se expanda el uso de biodiesel en usinas termoeléctricas y transporte público.
“La bolsa es un una Sociedad Civil sin banderas sectoriales o gremiales” aclaró hacia el final de su discurso, el primero al frente de una entidad donde parecen soplar vientos de cambio, no sin turbulencias.