En ese lapso, hubo una fuerte retracción de los embarques agrarias. Maíz y trigo, con mercados intervenidos tuvieron los mayores derrumbes. Harina de soja, una excepción
La política oficial que pone cupos a buena parte de exportaciones agropecuarias hizo que las ventas al mundo de ese sector cayeran 47% durante el primer trimestre de 2014. Y conspiraron, de ese modo, con las necesidades de un mayor ingreso de divisas para el país.
Apenas la soja y uno de sus subproductos, la harina, fueron la excepción, aunque con mejoras marginales durante el lapso enero-marzo último. En primer trimestre, suele ser el más flojo en términos de exportación de soja, al menos sin procesar, dado que es la época del final de campaña y el “empalme” con la nueva, que comienza a estar disponible en el circuito comercial en abril.
Por eso, históricamente, durante los primeros tres meses del año, los dólares del trigo y el maíz (los otros productos fuertes del sector) compensan en parte la escasez de divisas generada por la soja. Este año, las exportaciones de ambos cereales cayeron fuerte entre enero y marzo.
De acuerdo con datos del Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (Senasa), que certifica las exportaciones sectoriales, en el primer trimestre de este año se exportaron algo más de 6,4 millones de toneladas de productos, subproductos y derivados de origen vegetal, contra los casi 12,1 millones que se habían embarcado en el mismo período de 2013.
En el desagregado por producto, las ventas externas de maíz tuvieron la mayor caída interanual: 82% al pasar 3,8 millones en los primeros 3 meses de 2013, a solo 702.000 toneladas para el mismo lapso de este año.
El segundo lugar de mayor retracción se lo llevó el trigo, producto que si bien tuvo una mejor cosecha que la pasada (9,2 millones de toneladas producidas contra 8,2 millones en el ciclo previo) padece de la fuerte intervención bajo el argumento de cuidar el abastecimiento interno.
Así, y con un saldo exportable autorizado de solo 1 millón de toneladas (recién el lunes pasado se amplió otro medio millón, que la exportación ya tiene comprado), las ventas externas del cereal cerraron el primer trimestre 2014 con un derrumbe de 62%, al contabilizar algo más de 721.000 toneladas, contra las 1,9 millón de toneladas de enero-marzo de 2013.
Si se hubieran igualado las toneladas exportadas en el primer trimestre de 2013, el ingreso de divisas habría sumado otros u$s 3,1 millones (a valores FOB oficial del miércoles último para el maíz y el trigo).
Otros cereales con menor valor que los anteriores, también tuvieron una pobre performance en los primeros tres meses del año. La cebada fue otro de los productos que tuvo un mal desempeño exportar, al registrar ventas por 1,98 millón de toneladas, 28% menos que un año atrás El sorgo, en tanto, cayó 90% interanual, con ventas por apenas 62.000 toneladas.
Por el lado de la soja, si bien se espera que las ventas se activen desde abril cuando ingresa la nueva cosecha –y la liquidación de divisas semanal lo viene demostrando–, el primer trimestre no tuvo brillo.
Aunque no es temporada alta para la exportación del principal producto, el poroto sin procesar vendido al mundo fue 35% menor que un año atrás, al pasar de 76.399 toneladas a 49.494 toneladas. Las exportaciones de aceite de soja, en tanto, cayeron 13% en el primer trimestre, en medio de la mano de la prohibición que pesa sobre este producto en España y el elevado arancel que le impuso la Unión Europea. Las ventas de aceite de soja argentino a China se contrajeron 97% en el primer trimestre.
Por su parte, las harinas de soja fueron de las casi únicas que crecieron en términos interanuales: 7% más que igual período de 2013. Entre enero y marzo últimos, el Senasa certificó exportaciones por algo más de 2,235 millones de toneladas de harina de soja versus las 2,093 millones del año previo.