Suiza considerada uno de los centros financieros offshore más emblemáticos del mundo, acaba de comprometerse a intercambiar información en forma automática con más de 60 países, incluyendo Argentina. Por lo tanto, la AFIP puede detectar plata no declarada e incrementos patrimoniales no justificados, que puede costar al contribuyente casi el 80% de lo que tiene. Se empezó a triangular a Panamá, Inglaterra y Alemania, para esconder el destino final en la ruta del dinero
Mientras el Gobierno busca préstamos para engrosar las reservas del Banco Central, unos 40.000 argentinos buscan, casi con igual desesperación, un paraíso fiscal donde poder transferir u$s 200.000 millones.
Ese es el dinero no declarado que, según estiman en la City, tienen los argentinos en los bancos suizos, país que acaba de levantar el secreto bancario. En promedio, tienen alrededor de u$s 5 millones cada uno y pueden perder casi 80% si la AFIP los detecta, explican en el mercado.
Los tributaristas aseguran que el organismo recaudador puede llegar a gravar los incrementos patrimoniales no justificados, más un 10% en concepto de fondos dispuestos o consumidos, con el impuesto a las ganancias (35%) y con el IVA (21%), ambos calculados sobre la misma base, llevando la carga tributaria sobre estos incrementos al 61,6% de los bienes no declarados. Asimismo, se debe tener presente que la AFIP puede iniciar sumario por la infracción de omisión de impuesto, a los fines de aplicar una multa que, en el mejor de los casos, será un tercio del impuesto omitido, llevando la carga total al 78,4% de los bienes no declarados.
Para evitar caer en las redes tributarias es que ya empezó a tejerse la ruta del dinero: transfieren la plata a otro paraíso fiscal, como puede ser Panamá (aunque en junio entrará en la lista gris), y desde ahí la triangulan hacia otro destino, como Alemania o Inglaterra, como una forma de dejar el menor rastro posible. El costo de la triangulación oscila entre el 3% y el 5% del total, de acuerdo al volumen, mientras que si se transfiere directamente sólo hacia otro país el precio es del 0,5%.
Este movimiento ocurre porque Suiza, junto con Luxemburgo y Singapur, levantaron el secreto bancario contra la evasión impositiva. Las tres jurisdicciones, de las más emblemáticas en cuanto a centros financieros y países considerados offshore, se comprometieron la semana pasada a intercambiar información en forma automática (fiscal, bancaria, societaria y comercial) con más de 60 países, incluyendo a Argentina. Las entidades financieras de estos países deberán también identificar a los beneficiarios finales de sociedades, fideicomisos o trust, vehículos legales que generalmente se utilizan para mantener el anonimato de los verdaderos dueños y así evitar el pago de impuestos.
Suiza firmó el convenio porque, hoy en día, la industria financiera le aporta a la economía menos del 10% de su PBI; de este porcentaje, se calcula que el dinero sucio y no declarado fiscalmente representaría menos del 2%. “Esta suma es insignificante y no vale la pena como para poner en riesgo el actual gran negocio de este pequeño país, que es albergar y atraer a las casas matrices de las multinacionales más poderosas del mundo para que se establezcan en su territorio”, detallan las fuentes consultadas.
¿Cuál es la conveniencia? Una mínima carga impositiva en su territorio y un sinnúmero de CDIs (acuerdos para evitar la doble imposición de impuestos), firmados con una gran cantidad de países. Cuanto más baja sea la carga tributaria y más CDIs tiene firmados, más atractivo se hace establecerse en Suiza. Surge así la desesperación de firmar el CDI con Argentina, a partir de que nuestro país hiciera caer el acuerdo en el 2012. La firma le vuelve a evitar el doble pago de impuestos a las más de 80 empresas suizas que operan en el país. Obviamente, la renovación del acuerdo exigió la necesidad de incluir cláusulas que le permiten a la AFIP solicitar información fiscal, bancaria, societaria y comercial de sus contribuyentes en ese país, condiciones que también le impusieron a Suiza la mayoría de los países del mundo para mantener los acuerdos. A Luxemburgo y Singapur tampoco les queda otra alternativa que aceptar inexorablemente las nuevas reglas, ya que compiten con Suiza por el mismo negocio.
“El camino de esconder activos sin haber pagado los impuestos se acabó. De ahora en más, la planificación impositiva será la modalidad para poder tener todo en regla, lo cual no implica tener que seguir el camino más gravoso desde el punto de vista impositivo. Todos los países tienen normas que incluyen exenciones y herramientas que permiten el diferimiento de impuestos. Para el caso de los argentinos, quien no piense en regularizar su situación fiscal por medio de las alternativas disponibles deberá pensar en procesos judiciales y multas que pueden llegar a representar más del 70% de los activos escondidos”, alerta Mariano Sardáns CEO de la gerenciadora de patrimonios FDI.