Los principales asesores de bancos y sociedades de bolsa opinan sobre el escenario económico-financiero que viene y revelan sus recomendaciones tanto para los inversores conservadores, como para los más arriesgados.
La carrera de los ahorristas en Argentina es la de siempre: no perder contra la inflación o anticiparse a una eventual devaluación. Pero cada coyuntura tiene sus matices y la actual, con una pandemia y una recesión inédita a cuestas, no es la excepción. Aunque el dólar aparece nuevamente en el centro de la escena local, las restricciones que existen para acceder a los mercados oficiales, complejizan el panorama. Más aún, con la desafiante coyuntura económica argentina, sin dejar de monitorear lo que sucede en la región y el mundo, urge entender el escenario que viene con el fin de respaldar las decisiones de inversión.
Para ello, Ámbito consultó a los principales asesores de bancos y sociedades de bolsa sobre el contexto económico-financiero pospandemia, a partir del cual, revelan sus recomendaciones de inversión, teniendo en cuenta diferentes perfiles, desde los más conservadores, hasta los que se atreven -y les gusta exponerse- al riesgo.
Escenario internacional
Una primera aproximación para comenzar a definir en qué activos financieros invertir está vinculada con el contexto económico-financiero de corto y mediano plazo, donde no sólo los sucesos a nivel local condicionarán el humor del mercado, sino que también será determinante lo que ocurra a nivel global. “Tanto el escenario local como el mundial serán de elevada volatilidad en los próximos meses. En el caso de los mercados globales, fluctuarán, por un lado, al ritmo de la evolución que tenga la pandemia en cada país y de las medidas que cada gobierno aplique para enfrentarla, que determinarán qué tipo de recuperación tendrán las diferentes economías, y, por otro, de noticias locales, pero con impacto global, como la elección de EE.UU. en noviembre”, señala Marcos Dal Bianco, economista jefe de banco BBVA en Argentina.
En los últimos meses, la inédita expansión monetaria impulsada por los principales bancos centrales del mundo logró apuntalar a los mercados financieros, aunque los rebrotes de la pandemia le suman cierta a la espera de la tan ansiada vacuna. Para José Aristi, portfolio manager de ICBC Investments Argentina, “los mercados financieros, apalancados en una enorme liquidez, evidentemente están descontando una recuperación rápida, en forma de “V”, especialmente el índice S&P500 que recuperó los niveles pre-Covid. Agregó que “por el lado de la evolución del virus podemos albergar cierto optimismo, aunque la tasa de crecimiento de contagios y de casos activos sigue siendo positiva, muestra una clara tendencia descendente. Si bien nunca puede descartarse un rebrote, la sensación es que los países están con la guardia más alta para reaccionar rápidamente”.
Pablo Santiago, gerente de Wealth Management del Banco Mariva, es “moderadamente optimista” con la recuperación económica global luego del impacto de la pandemia. “Observamos que las políticas expansivas monetarias y fiscales de los países desarrollados están siendo efectivas”, resalta. Por su parte, Rodrigo Benítez, economista jefe de Quinquela Fondos, opina que “la crisis sanitaria a nivel internacional ha dejado un escenario complejo, con altos niveles de liquidez y baja rentabilidad, inclusive con tasas reales negativas, producto de políticas fiscales y monetarias expansivas y comportamientos conservadores de los inversores que han priorizado la seguridad antes que el rendimiento”. Benítez subraya que “esa estrategia ha complicado más a los países emergentes, que vieron como los flujos hacia las economías centrales generaron depreciación de sus monedas y del valor de sus activos”. Para Camilo Cisera, del área de Wealth Management de Cohen, “el escenario internacional es alentador, ya que un dólar débil marcó históricamente el punto de inflexión hacia períodos de bonanza en Latinoamérica, gracias a su impacto en el precio de los commodities y el costo de la deuda externa. En la pospandemia nos encontraremos con un mundo inundado de liquidez, programas de estímulo fiscal y tasas negativas que impulsarán las cotizaciones de toda clase de activos al alza, desde acciones y commodities, hasta propiedades”.
Escenario local
Ahora bien, los expertos consultados por este medio ponen el énfasis en los desafíos que debe afrontar Argentina de corto plazo, sobre todo en lo referido a las políticas monetarias, fiscales y cambiarias, cuyo nivel de resolución serán fundamentales determinar la magnitud de la recuperación. Dal Bianco (BBVA) considera que en las próximas semanas será “clave monitorear las tensiones entre una política monetaria muy expansiva, ya que el BCRA se ve obligado a cubrir el déficit, y la política cambiaria que busca ´anclar´ la inflación con depreciaciones controladas del peso”.
Remarca que “es importante que, una vez que se vaya normalizando la situación de cuarentena, el BCRA retire esa liquidez excedente”. En el medio plazo, enumera tres factores para pensar la evolución de la economía que determinará el clima para las inversiones financieras: la circulación comunitaria del virus; la negociación con el FMI; y las señales oficiales respecto al rumbo económico”. Para Aristi (ICBC Investments), la convergencia hacia la solvencia fiscal “exige cierta urgencia, con lo cual será un desafío lograr el año que viene una reducción sustancial del déficit fiscal (prevé 8% del PBI para 2020), sobre todo teniendo en cuenta que es un año electoral”.
En tanto, Santiago (Mariva) destaca que “el comienzo de cualquier recuperación estará ligada al relajamiento de la restricción externa, y que finalizar la renegociación de la deuda con el sector privado será el puntapié inicial. Luego, deberíamos esperar la negociación con el FMI, y la definición del mix de políticas que auspiciaría la recuperación económica local”. Desde el área de Finanzas de Banco Provincia creen que el proceso de reestructuración de la deuda en dólares en el mercado internacional debería “relajar los valores de los dólares financieros”, y moderar las expectativas de inflación. Y ven como “probable que las carteras de inversión vuelvan a mostrar una marcada rotación, esta vez desde los sectores ganadores en lo que va del año (tecnología y salud), hacia otros más retrasados, como el sector financiero, energético, aerocomercial y turismo”.
Por su parte, Benítez (Quinquela Fondos) remarca el hecho de que “el Tesoro ha logrado reconstruir una curva de rendimientos en pesos y empezar a conseguir financiamiento neto en la plaza local. Además, ha encaminado un proceso de reestructuración de pasivos en moneda extranjera que lucía muy complejo”. “Una vez cerrado el canje de deuda local e internacional, que será un éxito, el riesgo país debería comprimir hasta la zona de los 1.000 puntos básicos y ello implicaría para el S&P Merval una suba importante”, prevé Cisera (Cohen). Para que se cumpla ese objetivo, los principales requisitos son “la recuperación económica y la resolución de la deuda con el FMI”, advierte.
Para conservadores
Con el objetivo de mínima de preservar el capital, y de máxima de intentar obtener un rendimiento real positivo, los especialistas sugieren para inversores con baja tolerancia al riesgo posicionarse desde plazos fijos, Fondos Comunes de Inversión (FCI) Money Market o de renta fija, pasando por Letras del Tesoro, bonos dólar linked y CER, hasta incluso acciones. Con relación a inversiones en pesos, Nicolás Guaia, head portfolio manager de Santander Asset Management, propone un FCI de los denominados “Money Market”, como el Super Ahorro $ (de Santander), especialmente para horizontes de corto plazo. El inversor podría optar también por depósitos a plazo fijo (hoy pagan tasas del 33% anual a 30 días) “si tuviera un mayor deseo de rendimiento y mayor capacidad de permanencia, y si está dispuesto a sacrificar la liquidez diaria que le brinda el FCI”, afirma.
Desde el Banco Provincia señalan que una alternativa al plazo fijo, “instrumento emblemático del mercado”, son las “letras del Tesoro (Ledes) que funcionan a descuento con rendimientos similares a las colocaciones a plazo, pero con un horizonte de 150 días en adelante. También mencionan las letras de la Provincia de Buenos Aires, que con un plazo mayor a 180 días pagan un 4% más la tasa Badlar (hoy en torno al 30%). Dado “el valor relativamente elevado del dólar, y en el caso de que se despeje el horizonte con el FMI y haya una mejora fiscal, el Portfolio Manager del ICBC Investments sugiere FCIs que tiendan a cubrir la inflación, como el Alpha Renta Cobertura y el Alpha Renta Capital Pesos.
Para un inversor más sofisticado, de riesgo balanceado y con acceso a los mercados internacionales, el gerente de Wealth Management del Mariva aconseja “incrementar la exposición en renta variable y en commodities, mantener una posición en renta fija corporativa y reducir la proporción en deuda soberana y en cash”. Esta estrategia debe ir de la mano “del éxito en las medidas de política monetarias y fiscales expansivas, y de los continuos avances en la investigación de posibles vacunas”, aclara. A nivel local, sugiere “renta fija corporativa de vencimientos cortos denominados en dólares, como fuente de retorno, aunque en ponderaciones relativamente bajas”.
Sebastián Carballo, gerente de Patagonia Inversora, sugiere los FCI: “Dentro de nuestra familia de Fondos Lombard podemos encontrar desde los más conservadores como el Money Market o de Renta Fija de corto plazo (T+1), así como también los fondos que tienen cobertura de tipo de cambio e inflación”. En este último caso, destaca al fondo Lombard Renta fija, con “aproximadamente 50% en instrumentos dólar linked y 50% en Instrumentos de Renta Fija ajustados por CER”. Si el cliente tiene un portfolio más importante, una alternativa son los instrumentos corporativos ajustados por dólar linked como también en bonos ajustados por CER, completa.
Coincide el gerente de inversiones de Quinquela Fondos, Francisco Odone, quien propone para quienes parten de tenencias en pesos “mantener una cartera diversificada en productos líquidos, con activos vinculados al tipo de cambio oficial (dólar linked), y la inflación (CER), en el marco de un mercado “que va descontando de manera creciente la probabilidad de una corrección discreta del dólar”. Para aquellos que disponen un capital en dólares, Odone ve valor en la deuda soberana y corporativa de Argentina, “apostando a una ganancia de capital que se podría producir en el marco de una corrección del riesgo-país”. “Estas estrategias pueden desarrollarse mediante inversión en activos específicos o bien a través de FCI, como Quinquela Renta Mixta (Dólar Linked), y Quinquela Total Return”, puntualiza. Por último, el especialista de Cohen cree que “más allá de un mayor porcentaje en liquidez y otro porcentaje en oro, aún los inversores conservadores deberían mantener al menos 10% de su cartera en acciones de EE.UU.ya que la enorme liquidez inyectada por la Fed inflará el precio de los activos y el dinero perderá poder adquisitivo respecto de los mismos”.
Para arriesgados
Ya para inversores que buscan un claro objetivo de rentabilidad, siendo tolerantes al riesgo y con un horizonte de mediano plazo, los expertos ponderan los FCI de renta variable, las acciones, los Cedear (acciones extranjeras que cotizan en el mercado local), los bonos en dólares y las Obligaciones Negociables (ON) en moneda dura, ente otros. Guaia (Santander) considera una buena alternativa los FCI en pesos denominados “dolar linked”: “Estos vehículos, como el `Súper Bonos`, intentan acompañar los movimientos del tipo de cambio oficial mediante la inversión en futuros de dólar y deuda corporativa vinculada a la divisa estadounidense”.
El área de Finanzas de Banco Provincia observa “un gran atractivo en las acciones argentinas, muchas de las cuales se encuentran cotizando a precios muy retrasados especialmente en términos de dólares; una buena diversificación es un factor a tener en cuenta”. En este sentido, papeles asociados a la economía real “podrían ser favorecidos por una reactivación. Complementariamente, el sector financiero también podría ser beneficiado. Con un horizonte de más largo plazo, las empresas energéticas cuentan con un importante potencial alcista”. Como alternativa “se encuentran las Obligaciones Negociables, que hoy cuentan con una buena calificación y gran variedad, y los Cedear”, añade.
Asimismo, para Aristi (ICBC) “claramente la renta variable argentina constituye una buena oportunidad: en un escenario base favorable que pudiera llevar al riesgo-país argentino a niveles de 1.000 puntos básicos, y dada la valuación del índice S&P Merval, podríamos ver un recorrido muy interesante en términos de dólares, que hasta podría duplicar el valor actual del índice”. En un escalón menos de riesgo, y de menos retorno esperado, “la curva de bonos en dólares argentinos podría también mostrar rendimientos significativos”, remarca. Para un perfil más propenso a tomar riesgos en activos internacionales, Santiago (Mariva) aconseja incrementar exposición en renta fija de alto rendimiento, y en acciones de altos dividendos, mientras que el tramo local esperaría un mejor nivel de precios de acciones para armar una posición estratégica”.
A su vez, sugiere aumentar la “duration” en bonos corporativos argentinos y para los más arriesgados “tácticamente” recomienda “bonos soberanos de corto plazo en dólares ley extranjera para entrar al canje esta semana”. Por su parte, Cisera (Cohen) plantea “aprovechar las ventajas de la diversificación e invertir en varias estrategias al mismo tiempo, desde oro y acciones de EE.UU. hasta acciones de Brasil y la Argentina”. En ese marco, propone adquirir Cedear de mineras de oro como Barrick y Newmont, así como empresas norteamericanas que se vieron beneficiadas por los programas de estímulo al consumo (menciona a Walmart, y The Home Depot) e inclusive tecnológicas, como Apple, Microsoft y Amazon, que se beneficiarán del cambio estructural hacia mayor penetración del mercado digital”. Pondera, además, empresas cíclicas brasileñas cómo Banco Itaú, Bradesco, Petrobras y la minera Vale (pueden adquirirse también a través de Cedear). “Brasil es un mercado muy castigado por la salida de flujos de Sudamérica y el resultado de su estrategia contra el coronavirus, sin embargo, económicamente es el país que mejores datos de reactivación está presentando en la región”, argumenta. Por último, Carballo (Patagonia Inversora) aconseja armar un portfolio de Cedear, priorizando la cobertura en el contexto actua y diversificando entre compañías financieras, tecnológicas, de entretenimiento e inclusive de mineras, para cubrirse frente al oro.