La empresa ratificó la medida ante el derrumbe del 20% en la fabricación durante el primer cuatrimestre. Se suma así a decisiones similares de la mayoría de las terminales
En línea con lo que viene ocurriendo en la mayoría de las terminales automotrices por una fuerte caída de la demanda, General Motors confirmó ayer la decisión de suspender a 2.700 operarios de su planta de Alvear (Rosario) un día por semana hasta fines de junio, según informó el sindicato de mecánicos Smata.
La medida se explica a partir de una caída en la producción en el primer cuatrimestre del 20% respecto del mismo período de 2013. La empresa argumentó que este desplome se debe, en gran parte, a la disminución de las ventas a Brasil, mercado al que destina el 76% de su fabricación.
El cese de actividades de la fábrica santafesina, que produce 29 autos por hora, será total durante los días que los empleados se encuentren suspendidos. Durante los días sin trabajar de mayo, los trabajadores seguirán cobrando el 100% de sus salarios, en tanto que en junio ya regirá el esquema de suspensiones a partir del cual la empresa paga –en el caso de los operarios de Smata– el 75% del sueldo.
Dentro de las medidas analizadas por los ejecutivos fabriles se descartó la posibilidad de llevar a cabo un sistema de rotaciones para no suspender a todos los trabajadores juntos, ya que ello afectaría el objetivo de producción que, a su vez, bajó notablemente durante el último período. El secretario adjunto de la empresa, Antonio Milici, indicó que según sus estimaciones, la problemática “no se va a quedar un largo tiempo”, aunque admitió que la situación es “preocupante”. Sin embargo, aclaró que es un modo de sostener los puestos de trabajo y subrayó que los empleados por ahora cobran el salario con normalidad.
Esta medida llevada a cabo por General Motors se suma a otros ajustes implementados por la mayoría de las empresas del sector. De acuerdo con las cifras publicadas por Smata, ya hay casi 15.000 obreros de terminales y fábricas autopartistas afectados por suspensiones y licenciamientos parciales, en medio de un desplome de la producción del 35% en abril con relación al mismo período del año pasado.
La primera en suspender fue Fiat, durante el verano. Luego se le sumaron Renault e Iveco, que desde hace dos semanas tienen paralizada la producción en su planta de Córdoba con 600 operarios sin trabajar. Peugeot es la más perjudicada, con la suspensión de 1.000 trabajadores por tiempo indeterminado –mayo y junio, con seguridad– y la eliminación de un turno de producción, que podría derivar en despidos.
También Volkswagen anunció la suspensión de su producción durante los viernes de mayo, además de otorgarle jubilación anticipada a 300 trabajadores. Hay otros 400 obreros que podrían ser despedidos.