Los países en desarrollo tendrán dificultades para mantener las subas que sus divisas cosecharon durante los últimos meses. Una encuesta de la agencia de noticias Bloomberg sostiene que el peso argentino podría caer 18%, el real brasileño 8%, mientras que la lira turca marcará una caída de 12%. Todo hace referencia a la fortaleza que podrían comenzar a recuperar las monedas de los mercados centrales
A pesar del buen desempeño que cosecharon las monedas de mercados emergentes durante los últimos meses, la tendencia de largo plazo es que comiencen a debilitarse nuevamente, una vez que los mercados enfoquen su inversión en fundamentos macroeconómicos en lugar de priorizar la baja volatilidad.
Así, las subas que experimentaron las divisas de países en desarrollo en el último trimestre, como la moneda brasileña y la lira turca, serán difícil de sostener debido a que el creciente autoabastecimiento estadounidense en energía, alimentos, maquinarias, productos químicos y bienes industriales debilita la demanda de importaciones, apuntaron informes de Morgan Stanley, Goldman Sachs y UBS, a los que tuvo acceso Bloomberg.
De hecho, encuestas elaboradas por la agencia de noticias pronostican que 20 de las 23 grandes monedas de mercados emergentes van a devaluarse para fin de año. ?La debilidad de las monedas de mercados emergentes sube y baja pero la tendencia de largo plazo podría ser que estas se debiliten? dijo Bhanu Baweja, responsable de estrategia de activos cruzados de mercados emergentes de UBS en Londres, a Bloomberg.
El resultado promedio de las encuestas reflejó que el peso argentino podría encabezar las bajas, al caer alrededor de 18% para fin de año. El peso muestra el peor desempeño entre 24 monedas de mercados emergentes en los últimos tres meses, luego de la fuerte devaluación que sufrió la moneda en enero de este año.
Por su parte, el real podría caer 8% a 2,4 unidades por dólar, en momentos en que la presidente Rousseff, que aspira a tener un segundo mandato, debe enfrentarse con una economía que crece al ritmo más lento en una década, mientras la inflación se acerca al límite superior de 6,5% fijado por el banco central.
La moneda brasileña tuvo el mejor desempeño desde el 14 de febrero, trepando 7,9% hasta llegar al nivel más alto en cinco meses el 10 de abril, sostenida por aumentos en las tasas de interés y las versiones de que el banco central tomaría medidas para fortalecerla. Analistas también esperan que la lira turca se debilite 12% a 2,35 por dólar y que el rand sudafricano caiga 7% a 11,1 unidades por billete verde. Es por esta razón que Morgan Stanley recomendó a sus clientes vender monedas de los mercados emergentes y en particular, permanecer subponderados en el rand sudafricano. En tanto UBS, el mayor banco de Suiza, también aconsejó la venta del rand además del florín húngaro.
El renovado apetito de los inversores por altos rendimientos contibuyó al alza de las divisas provenientes de mercados emergentes, luego de haber sufrido una fuerte caída en enero. El índice de Bloomberg que monitorea a las 20 monedas más negociadas aumentó 4,6% la primera semana de febrero, desde un mínimo de cinco años, luego de que las divisas experimentaran el peor comienzo de año desde 2009. El retiro gradual de los estímulos monetarios en Estados Unidos y la desaceleración económica de China fueron las principales causas del debilitamiento de las monedas. Por ahora, los mercados emergentes siguen aprovechando el margen que les ofrece su tipo de cambio para comprar dólares baratos y así aumentar su capacidad para hacer frente a la próxima crisis.