La moneda de EE.UU. había arrancado con un alza de casi dos centavos. Sin embargo, al mediodía comenzaron las ventas y el precio retrocedió hasta niveles del viernes. Dado que la liquidación de los exportadores cayó por expectativas de devaluación, el Central frenó el avance. El dólar mayorista marcó un récord de $ 8,075 pero cerró abajo de $ 8,06. En cambio, el blue llegó a $ 11,30
El Banco Central (BCRA) optó por arrancar la semana sin dar pistas sobre el camino por el que llevará al dólar para alentar una mayor liquidación de los exportadores. Si bien irremediablemente el rumbo será alcista, si la evolución es previsible, los productores que cuentan con excedente de pesos no venderán, a la espera de un precio más conveniente.
En una rueda de mucha volatilidad, ya que entre el precio máximo y mínimo hubo casi dos centavos de diferencia, el dólar mayorista quedó casi sin cambios, a $ 8,057. Se trató de una suba de tan sólo tres milésimas, un avance que resultó irrelevante si se tiene en cuenta que el máximo del día fue $ 8,075, un valor que también significó un nuevo récord del dólar.
No obstante, a pesar de ocuparse exclusivamente de contener la suba, el banco liderado por Juan Carlos Fábrega pudo llevarse u$s 15 millones. Por su parte, las arcas quedaron en u$s 28.385 millones.
En cambio, donde sí hubo un alza importante fue en el mercado informal. El dólar blue se afianzó en los $ 11, escaló 25 centavos y terminó en $11,30.
La estrategia del BCRA responde a un hecho en concreto: la caída de la venta de las cerealeras. La Cámara de la Industria Aceitera de la República Argentina (Ciara) y el Centro de Exportadores de Cereales (CEC) informaron que la semana pasada se liquidaron u$s 670 millones un 30% menos que en la semana previa cuando batieron un récord de venta semanal de casi u$s 1.000 millones.
“Si el mercado sigue para arriba de forma lineal los exportadores con sobrante de pesos no te ceden un dólar más”, comentó un operador de la plaza porteña.
Lo mismo aseguraron desde otra mesa de dinero: “El Central lo va a dejar ir, pero de a poco, no va a tolerar saltos de un centavo porque sino las cerealeras no van a vender a la espera de los próximos avances”.
La apertura de la rueda no tuvo nada que ver con el cierre. “De entrada parecía que se venía una suba significativa, pero una hora y media después hubo una baja abrupta”, dijo una fuente.
Según los operadores, la entidad estuvo vendiendo dólares y haciendo llamados para alentar las liquidaciones. Sin embargo desde el Central lo refutaron, informaron que la entidad no participó de la oferta y que la comunicación con las mesas fue la misma de todos los días. En el BCRA consideran que como el banco no convalidó la suba mediante compras, el mercado intuyó que iba a bajar el precio. Recién sobre el cierre y en valores más estables, el Central compró u$s 15 millones.
De todas maneras, una vez que se precipitaron las ventas, el dólar se hundió inmediatamente.
“Lo más llamativo de la rueda fue la volatilidad”, señaló un operador, que incluso se atrevió a decir que “se puso lindo”. Es que el mercado cambiario local no suele ser demasiado movido, ya que se opera bajo la administración del Central.
Las pizarras se mantuvieron sin cambios, a $ 8,07 para la venta, de manera que el dólar ahorro tampoco varió: finalizó en $ 9,684.
En el mercado spot se negociaron u$s 322 millones, y en el de futuros u$s 80 millones. Aunque el BCRA no vendió futuros, sí ofertó para limitar los precios.