El ministro de Economía, Axel Kicillof, pidió a un grupo de agentes de bolsa que induzcan a sus clientes a ingresar dólares por el Central en lugar de hacerlo por la Bolsa. De ser así, les liberará el 30% que debían dejar de encaje
“Supongamos que un cliente tiene que traer u$s 5 millones para hacer aportes de capital: u$s 4 millones que los traiga a través del contado con liquidación, pero al menos pídanles que u$s 1 millón lo ingresen por medio del Banco Central. De ser así, en cada caso les puedo llegar a liberar el encaje que tenían que tener del 30%”.
Estas fueron las palabras que utilizó el ministro de Economía, Axel Kicillof, para inducir a un grupo de 13 agentes de bolsa a disminuir la operatoria del liqui, a cambio de no tener que “estacionar”durante un año el 30% de lo que ingresen en el Banco Central a una tasa de interés del cero por ciento.
“No me gustaría entrar en una situación de tener que cortar la operatoria, por eso les solicito que hablen con sus clientes para que, una parte de los dólares que traigan, lo hagan a través del mercado único y libre de cambios”, fue la insinuación que les hizo el funcionario.
De los 13 convocados, el ministro sólo hizo pasar a Ernesto Allaria, quien luego fue a buscar a su vicepresidente, Juan Politi, para hacerlo pasar al despacho privado. Luego, con el transcurrir de los días, fue convocando a reuniones en forma individual, como la que ya realizó con Federico Tomasevich, presidente de Puente, mientras otros dueños de sociedades de bolsa que estuvieron más de dos horas en la sala de espera en la primera reunión todavía aguardan el llamado del jefe del Palacio de Hacienda.
Quienes estuvieron con él, describen que el tono de “Excel” (lo denominan así por su propensión a ir de un lado al otro con planillas de cálculos) fue amistoso, sin el patoterismo de Guillermo Moreno, aunque estuvo bien visto que no fuera de la partida Alejandro Vanoli, el titular de la CNV: “Hubiera sido mayor presión para nosotros que estuviera el regulador, que tiene poder de policía y sabe en detalle qué hace cada uno, por el simple hecho de que le tenemos que informar todo”, sostienen.
“La orden que le di al jefe de nuestra mesa de dinero fue que, por ahora, no venda nada de los bonos nuestros. Y que me consulte antes de hacer la transacción de los clientes que quieran liqui inverso, de modo de ir viendo caso por caso, según quién sea y cómo sea la operación”, revela un agente bursátil.
“El tema es que, al corrernos del mercado, reducís la oferta y aumentás la demanda. En rigor, desde el pedido ministerial, el volumen del liqui inverso cayó. Le haremos caso unos días y después vemos cómo reacciona el mercado. Me parece que Kicillof tiene que ir a estudiar el método del caso en Harvard para completar su formación, ya que vive en una alucinación teórica. Si el director financiero le llega a decir al CEO que va a perder u$s 300.000 por traer u$s 1 millón a través del BCRA en vez de hacerlo por el liqui, desde la casa matriz lo echan”, advierte el dueño de otra sociedad de bolsa, haciendo referencia al 30% que hay de diferencia entre ingresar las divisas por el BCRA o por la Bolsa.
“El gobierno recibe la información del volumen que se opera en bonos y cree que todas son operaciones de contado con liquidación, pero también hay transacciones genuinas, al arbitrar Boden 15 con 17, por ejemplo”, destacan en el mercado.
El encaje del 30% impuesto en el 2005 había sido para prevenir la llegada de capitales especulativos, “pero lo cierto es que tenés un 30% del dinero que queda inmovilizado, atrapado sin salida, ya que luego hay que esperar a ver si llegás a tener la autorización del Banco Central para poder girar dividendos, temas que pone incómodo al inversor extranjero”, señala un agente bursátil.