El BCRA perdió USD 152 millones a pesar de no haber sufrido pérdidas en su cotidiana intervención en el mercado mayorista
El Gobierno está pensando en nuevas medidas para frenar la suba del dólar. Todavía no tomaron conciencia de que no existe una norma técnica que aplaque la compra de dólares. Víctima del fuego amigo, el ministro de Economía, Martín Guzmán, estaba irritado porque veía cómo su iniciativa de un blanqueo de dólares que se destinen a la construcción, naufragaba en el campo de la familia Etchevehere en Entre Ríos, donde funcionarios nacionales y provinciales junto a una justicia lenta avalaban una usurpación. La endeble defensa de la propiedad privada por parte del Estado ha hecho que en esa zona los productores privados acudieran a protestar con vehemencia. Todo el sector agropecuario, el mayor generador de divisas del país, se levantó ante esta situación.
Por supuesto, como un efecto dominó comenzaron a preocuparse los tenedores de deuda extranjeros. Dos grupos de acreedores dudaron públicamente de la capacidad del país de poder pagar la deuda reestructurada, aunque sus próximos vencimientos son irrelevantes.
Las situaciones conflictivas que genera la política, repercuten en el dólar. En estas circunstancias, las medidas económicas no tienen poder para contener una situación que se desborda. Los ahorristas e inversores atinan a cubrirse con dólares y a salir del peso porque la inseguridad jurídica está representada en la moneda local. La demora del fallo de la Corte Suprema también incidió en el ánimo de los inversores más importantes.
Por eso todos los dólares que se negocian afuera del mercado oficial, tuvieron fuertes subas. El “blue” o dólar libre abandonó su escalada de $ 3 diarios y aumentó $ 7 para cerrar a $ 190. “Mañana va a ser un día de tensión porque los compradores están lanzados y no miran hacia los costados para ver que opciones tienen. Todos buscan refugio en el dólar porque la economía se está complicando y ha llegado a una encrucijada donde si no hay cambios profundos, el futuro empeorará”, agregó.
El Banco Central tuvo que intervenir en la plaza de dólares alternativos. Eligió ser vendedor en el mercado del dólar Bolsa o MEP donde colocó USD 10 millones que elevaron el habitual monto de negocios a USD 42 millones. Era el dólar más caliente y subía de manera frenética. Pero las ventas lograron controlarlo y terminó el día con un aumento de 43 centavos (+0,3%) a $ 163,09. Pero el contado con liquidación, que el día anterior había padecido la intervención oficial, esta vez con el terreno libre operó USD 78 millones y subió $ 6,23 (+3,06%) a $ 181,06. Este dólar es el que está en consonancia con el “blue” en cuanto a valor.
Cabe aclarar que los tres dólares tienen funciones distintas. El dólar Bolsa es un dólar que se opera en blanco y quedan depositados en la Caja de Valores. El contado con liquidación, es para girar divisas a cuentas del exterior, por eso se lo denomina “dólar fuga”, y el “blue” es para manos más chicas que operan en negro. Por eso la enorme distancia de negocios de las distintas plazas. «El “blue” mueve no más de USD 4 millones por día y los alternativos, algo más de USD 100 millones.
En bancos y casas de cambio, el dólar tuvo un aumento infrecuente de 46 centavos a $ 83,78 y elevó el dólar “solidario” a $ 137,36. En la plaza mayorista los negocios siguen moderados. Esta vez se operaron USD 233 millones y como a los importadores le entregan las divisas en cuenta gotas y los exportadores son remisos a la hora de liquidar, el Banco Central salió neutro de la situación. En el balance de compra y ventas quedó con un saldo a favor de USD 5 millones. Pero este saldo positivo le cuesta sangre, sudor y lágrimas, porque el retacear dólares a los importadores y empresas es la causa de la suba de los dólares alternativos.
Por eso, las reservas, después de seis ruedas consecutivas de alzas en las que acumuló USD 123 millones, sucumbieron y perdieron todo lo ganado en ese lapso y algo más. La caída fue de nada menos que USD 152 millones y quedaron en 40.669 millones. Estas fueron las causas de la caída:
- La baja de 1,17% del oro que cerró en USD 1.903 por onza. El Banco Central acumula 68 toneladas de oro en sus reservas.
- La fortaleza del dólar que subió 0,20% frente a las seis principales monedas del mundo. Eso significó que hubo que devaluar al yuan, al euro y la libra esterlina.
- El goteo de depósitos en dólares de los bancos que es de entre USD 50 y 80 millones diarios y que, al estar en los encajes del Banco Central, incide en el monto de las reservas.
En tanto, los bonos que hacen al riesgo país, es decir los que tienen ley extranjera, estuvieron equilibrados y el riesgo país bajó 10 unidades (-0,7%) a 1.442 puntos básicos.
La Bolsa subió por décimo quinta rueda consecutiva gracias a las operaciones de contado con liquidación que utilizan las acciones que cotizan en Wall Street. La suba comenzó desde el inicio de la rueda y terminó en el nivel más alto del día, aunque con 20% menos de negocios que la rueda anterior. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, subió 3,16% y empardó el aumento del dólar. BBVA (+6,88%), seguido de YPF (+6,15%) y Pampa Energía (+5,97%) fueron lo mejor de la rueda.
Los ADR’s argentinos -certificados de tenencia de acciones que cotizan en dólares en Nueva York- tuvieron una rueda mixta con una leve superioridad de las subas sobre las bajas. Lo más destacado pasó por BBVA (+6,4%), Edenor (+5,3%) y Corporación América (+5%).
El último día de la semana será el que centrará la atención porque todos mirarán hacia el “blue” que está cerca de los $ 200. También influirán las medidas o trascendidos que haya sobre cambios en el Gabinete. Esta incertidumbre recuerda los peores días de la economía donde la inflación seguía el movimiento de la divisa. Ahora sucede a la inversa, los dólares son los que impulsan la inflación que viene elevada en octubre porque arrastra la suba de 3,8% de los precios mayoristas de setiembre. Lo que no hay que perder de vista es que el dólar es la consecuencia y no la causa de los males de la economía.