Al parecer, el titular del ente monetario, Miguel Pesce, se ha propuesto romper todos los récords marcados durante las gestiones de sus antecesores, Marcó del Pont y Vanoli.
El directorio del BCRA no da abasto. Lucha a capa y espada contra la embestida cambiaria, por ahora, sin grandes resultados. Es como si estuvieran en El Álamo, esperando los refuerzos del equipo económico. Mientras tanto, echa mano a toda munición que tenga disponible. De ahí que ha intensificado sus intervenciones en todos los mercados. En el spot o contado sigue siendo neto vendedor, pero luego de las últimas medidas en menores dosis. Así y todo, en lo que va del mes lleva vendidos, netos, al sector privado u$s679 millones al 20 de octubre. Cabe señalar que desde que se implementó la cuarentena casi a fin de marzo pasado el BCRA acumula ventas netas por u$s4.487 millones; esto representa alrededor del 11% del stock total de las reservas internacionales. En los últimos cuatro meses, incluyendo lo que va de octubre, estas ventas netas o intervenciones en el mercado de contado suman u$s4.144 millones, lo que refleja la eficacia de los sucesivos controles y restricciones.
Hoy ya casi sin municiones “disponibles”, porque las reservas netas, es decir, aquellas que son propias del BCRA y no “prestadas” como los encajes de los argendólares, el swap chino, y otras, se han prácticamente extinguido. Queda a mano recurrir al oro o a los DEG del FMI, o sea, transformar esas reservas no líquidas en líquidas o disponibles. Con esto queda claro que el BCRA aún tiene capacidad para intervenir, lo que no significa que “venda las joyas de la abuela”, sino que use las reservas que tiene. Lo que no impide que mientras tanto vayan acelerando las gestiones con China para activar el swap. Al respecto, vale decir que el comercio bilateral es de aproximadamente unos u$s700 millones mensuales, y ahora se dispone del instrumento de cobertura local que es el contrato futuro del yuan en el Rofex.
Pero como todo esto no es suficiente, por el momento, el BCRA ha vuelto a intervenir con agresividad en el mercado de futuros. Lo que se viene advirtiendo notoriamente a lo largo de las últimas semanas. Según la gente de SBS Research el BCRA vendió futuros por u$s424 millones en septiembre, llevando la posición vendida a u$s5.577 millones. “La intervención total de septiembre (spot + futuros) fue apenas superior a la de agosto (u$s2.044 millones vs. u$s2.009 millones) a pesar de todas las restricciones que se introdujeron en el medio. La información oficial da cuenta que a fin de mayo la posición vendida del BCRA en el mercado de futuros era de u$s2.867 millones. Luego en junio la elevó a u$s4.163 millones mientras la corrida se intensificaba. En julio cerró en u$s4.422 millones y luego en agosto la llevó a u$s5.152 millones y hasta los u$s5.577 millones en septiembre. Ahora, según estimaciones de la consultora GRA, supera los u$s7.800 millones. Una cifra nada despreciable. Al respecto, fuentes del mercado explicaban a este diario que hoy el BCRA tendría un límite para operar en Rofex de unos u$s5.000 millones y otros u$s4.000 millones en el MAE. De modo que aún le queda también la opción BYMA parara sumar.
No hay que soslayar que estas intervenciones no implican pérdidas de reservas en el futuro porque al vencimiento de los contratos las posiciones se compensan. Por ejemplo, si el BCRA vendió dólares a fin de diciembre digamos a $90 y el dólar cotiza por encima en esa fecha la diferencia en pesos es lo que pone el ente monetario. A pesar de esto, los números involucrados no son triviales. Basta con recordar el costo de los contratos futuros que tuvo que enfrentar la gestión de Sturzenegger cuando arribó al Central. Estos fueron uno de los factores expansivos más importantes de la base monetaria al comenzar 2016. ¿Déjà vu de 2015?