A lo largo de octubre las reservas internacionales perdieron USD 1.873 millones, una cifra que representa el 38% de la caída que registraron en todo el año.
Bajar el dólar tan abruptamente hizo que las reservas ayer cayeran USD 274 millones y perforaran el piso de USD 40.000 millones al cerrar en USD 39.866 millones. A lo largo de octubre las reservas perdieron USD 1.873 millones que representa el 38% de la caída de las reservas en todo el año. Pero lo más grave es que el costo de bajar al dólar en los últimos cinco días hábiles fue de USD 955 millones, que equivalen a 51% de las reservas que se perdieron en lo que va del mes. Para simplificar, bajar el precio del dólar costo casi USD 1.000 millones en una semana hábil.
La venta de dólares a importadores restó alrededor de USD 250 millones en la última semana. El otro problema es el goteo de depósitos en dólares en los bancos. El viernes pasado bajaron USD 91 millones a 14.933 millones. Quebraron el piso de 15.000 millones y están en el nivel del 20 de octubre de 2016. En el mes salieron de los bancos USD 2.018 millones, lo que representa casi USD 800 millones en caída de reservas por encajes de esos depósitos en el Banco Central que se contabilizan como reservas.
Además, el oro bajó 1.61% a USD 1879 por onza y cayeron ante el dólar las principales monedas del mundo, en particular el euro y el yuan, que representan un monto significativo de las reservas. Tal vez la calma que se logró en estos días por el dólar atenúe la salida de depósitos.
El dólar “blue” o libre, menospreciado por el ministro Martín Guzmán, esta vez no necesitó ayuda para bajar. Aparecieron los vendedores de fin de mes cuando tocó $ 181. La persistencia de la oferta, provocó que el dólar cerrara en $ 178 y quedara en $ 177 vendedor para hoy. Desde que se inició la cruzada para achicar la brecha, el dólar libre bajó $ 18 en cinco días desde el récord de $ 195. De todas maneras, en lo que vas del mes gana $ 30.
Una parte del esfuerzo estuvo en la plaza mayorista donde se vendieron USD 50 millones a los importadores para que no acudan al dólar alternativo para pagar sus compras al exterior. En esta plaza se negociaron apenas USD 184 millones porque los exportadores estuvieron ausentes y no liquidaron divisas. El dólar mayorista, de manera insólita, bajó 2 centavos a $ 78,31 con lo que se atrasa más respecto a la inflación esperada en octubre.
Pero el fuego se concentró en los dólares alternativos. Los teléfonos de la Comisión de Valores se levantaron durante toda la rueda para que los agentes más grandes no compensen operaciones y así quitarle demanda al contado con liquidación y al dólar Bolsa. Además, saturaron al mercado con bonos de la deuda en poder de la Anses. Y, por si faltara algo, llamaron a una docena de grandes empresas que operan en este mercado para que continúen con el pacto con el gobierno y sigan vendiendo como lo vienen haciendo desde hace seis días. De esta manera, el “contado con liqui”, como se lo llama en la jerga de los operadores, negoció USD 92 millones, el volumen más alto desde que el país salió del default. La mitad de los bonos que se utilizaron para hacer estas operaciones vinieron de Anses. La baja fue de $ 10,30 (-6,3%) a $ 152,30. De esta manera en las últimas cinco ruedas, perdió $ 28,76, casi 16% desde el valor récord.
El dólar Bolsa o MEP también fue víctima de la avalancha de bonos oficiales. Se negociaron USD 43 millones -USD 11 millones por encima del monto habitual- que hicieron que el precio baje $ 8,14 (-5,3%) a $ 144,85. Desde que comenzó la intervención del Gobierno en este mercado, el dólar Bolsa perdió $ 18,24, o sea 11,18%.
El costo también lo pagaron los bonos, que ahora rinden hasta 18%. El riesgo país con la caída de los títulos de la deuda con ley extranjera, ante la oferta oficial, se elevó casi a 1.500 puntos básicos, pero sobre el cierre moderaron su caída y el riesgo país terminó en 1.476 puntos (+1,5%). En lo que va de octubre, el riesgo país aumentó 176 unidades, es decir creció 13,5%. La devaluación de los bonos de la deuda fue notable como también el aumento de la deuda del Estado porque los bonos que poseía pasaron a manos privadas. Resta saber que harán con los pesos que ingresaron al Anses porque se deshicieron de bonos que cada día se devaluaban más. Es probable que ese dinero lo vuelquen a la compra de bonos de la próxima licitación. Es dinero de los jubilados y deben cuidar cómo lo reinvierten.
La Bolsa pagó el costo por tercera rueda consecutiva de perder su única herramienta, las operaciones de contado con liquidación. Esta vez aumentó el número de vendedores alentado por el derrumbe de los mercados bursátiles en el mundo. Por caso, los principales índices de la Bolsa de Nueva York bajaron casi 4%. A diferencia del día anterior, no estaban dispuestos a defender los precios y se negociaron $ 1.103 millones, 40% más que la rueda del martes. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, tuvo un derrumbe de 6,80%. En tres ruedas perdió 17% de lo que había ganado en el mes y está apenas 5% arriba. Este ritmo, puede terminar octubre con saldo negativo en pesos, pero sin pérdidas si se lo mide en dólares porque el dólar MEP está apenas $ 6,06 arriba y el “contado con liqui”, $ 6,65 en lo que va de octubre.
Los ADR’s argentinos -certificado de tenencia de acciones que cotizan en Wall Street en dólares y se utilizan para operaciones de contado con liquidación- tuvieron una rueda donde predominaron las caídas. Solo cuatro papeles se salvaron de la debacle. Lo mejor fue Banco Supervielle con 4,32%, seguido de Cresud con 1,68% e IRSA con 1,32%. Las caídas fueron lideradas por YPF (-6,63%), Pampa Energía (-6,02%), BBVA (-5,69%) y Central Puerto (-5,24%).
Para hoy no se espera un cambio de la tendencia. Las necesidades de fin de mes obligan a las empresas a ser vendedoras de dólares. Con el público pasa lo mismo, muchos deben pagar alquileres y expensas y otros gastos y acudirán al “blue” a cambiar sus divisas. Pero lo que todos tienen en claro, es que las reservas están extenuadas y caen a un ritmo más veloz del esperado. Difícilmente puedan llegar a abril próximo cuando comienza el fuerte ingreso de la cosecha. Tal vez esperan que, al achicarse la brecha, el campo comience a liquidar los USD 3.000 millones que almacena, algo que parece difícil porque siguen apostando a la devaluación como todo el mercado. Los inversores esperan a ver como sigue esta historia en los primeros días de noviembre cuando los pesos comiencen a buscar los dólares.
El equipo económico puso toda la artillería porque se jugaban el cargo en la misión. El más preocupado para mostrar algún trofeo después de la disparada del dólar, era el presidente Alberto Fernández, que tomó la misión como propia.