Es difícil encontrar asesores que recomienden bonos y acciones a minoristas. Pero, dados los bajos precios, algunas opciones resultan atractivas para los que aceptan tomar riesgos, o esperar rentas a largo plazo
La brecha cambiaria todavía no se cerró, pero el Gobierno logró algunos avances en dirección a achicarla. Las negociaciones con el Fondo Monetario Internacional, mientras tanto, avanzan en dirección a un acuerdo de facilidades extendidas que tiene la posibilidad de dar un marco de predictibilidad a las políticas del Gobierno y, a nivel global, las apuestas por una salida gradual de la pandemia mantienen al contexto global positivo.
En ese contexto, entre operadores y analistas surge la pregunta respecto a si es momento de empezar a pensar más allá de las inversiones puramente defensivas como el dólar billete, los activos atados al dólar o a la inflación y toda otra estrategia de ahorro que implique, apenas, tratar de escapar del riesgo local.
Con el diario del lunes, y al menos en el cortísimo plazo, la decisión de incorporar al menú de ahorros alguna dosis de acciones, bonos y otras alternativas “de riesgo” fue una decisión interesante para aquellos inversores que montaron la ola de la mejora de expectativas que generó el giro pragmático del Gobierno bajo la conducción del ministro de Economía, Martín Guzmán.
Mientras que el índice S&P Merval, por tomar un ejemplo, acumuló en lo que va de noviembre un avance en pesos del 10%, los dólares financieros retrocedieron levemente en el mismo período.
El contado con liquidación cayó 0,1% y el dólar MEP 0,8% en la primera mitad del mes de la mano de los intentos de Guzmán de recuperar la confianza de los inversores y, también, como resultado de una permanente intervención de entidades públicas en el mercado de bonos destinadas a mantener a raya a las cotizaciones paralelas del dólar que se opera en la Bolsa.
Con lo cual, las ganancias de las acciones argentinas significaron en ese lapso un avance en dólares. Sin embargo, esa ganancia ya pasó y no dice nada de decisiones a tomar desde ahora. La inquietud para ahorristas e inversores es si esa mejora se trató de un veranito de corta duración o el inicio de una tendencia nueva.
En esa línea, en el mercado hay -como es habitual y hasta sano- visiones encontradas. Los últimos días de la semana, con un Banco Central que no logra dejar de vender reservas, señales de dudas en los tipos de cambio paralelos y la sed siempre presente por nuevas señales que confirmen el camino del Gobierno ponen un límite a las miradas optimistas.
En Balanz, por ejemplo, están recomendando a sus clientes que estén atentos a la posibilidad de “tomar riesgo”, esto es, apostar por acciones, bonos y otros activos que son volátiles y suponen la posibilidad de afrontar pérdidas, para de esa manera también brindarse la chance de hacer ganancias sustanciales.
Nuevo escenario
“Estamos viendo que desde que el ministro Guzmán tomó el comando la tensión cambiaria menguó, la visita del Fondo si bien no trajo noticias esperamos que salga bien y eso sumado a la suba que está habiendo en las materias primas y la soja configuran una situación algo más amigable de lo que veníamos viendo”, dijo Paulino Seoane, senior trader de Balanz.
“Por ejemplo, el ADR de Banco Galicia tocó su máximo en USD 72 en 2018 en pleno gobierno de Macri, antes de las PASO estaba en USD 34, había perdido bastante, casi el 50%. Hoy vale USD 8, el mínimo fue USD 6. Es decir, hace un mes valía la décima parte de su máximo, sigue estando muy por debajo las PASO, pero creo que tiene mucho margen porque aunque duplique el precio va a seguir estando barata”, explicó.
En ese sentido, la recomendación que dan la mayoría de los asesores es tomar posiciones pequeñas en activos de riesgo, manteniendo parte de los ahorros en inversiones más defensivas.
En esa línea, para inversores sin experiencia, los fondos comunes de acciones son una alternativa para con una sola inversión diversificar entre distintas acciones. Sino, acción por acción, las que marca Seoane como sus predilectas son las que cotizan en Buenos Aires y en Nueva York y al mismo tiempo, como Grupo Financiero Galicia, BBVA Argentina, Ternium, TGS o varias otras.
“Aunque se invierta en pesos en la Bolsa local, en caso de que entren inversiones importantes lo van a hacer en Wall Street y el precio local se va a ver arrastrado”, dijo Seoane.
En cuanto a bonos, también ven interesante apostar por subas, ya que las ganancias potenciales superan con creces las pérdidas que se pueden sufrir en caso de que la mejora en las expectativas termine defraudada.
¿Cuánto invertir? “En activos de riesgo locales, pondría muy poco o nada del dinero que voy a necesitar para el corto plazo, bastante de lo que no voy a tocar por seis meses a un año”, dijo Seoane.
Tan frágil cómo es la estabilidad de estas últimas semanas es el consenso alrededor de tomar riesgo. Por ejemplo, José Bano de InvertirOnline considera que este no es el momento de empezar.
“Decidir toda una inversión de largo plazo por algunas semanas no tiene sentido, en mi opinión. Los fundamentos no cambiaron: déficit, mercados de capitales cerrados, mucha emisión, etc. Hubo algunas señales positivas pero de corto plazo nada más”, dijo.
“Si el largo plazo todavía no cambió y bajó el tipo de cambio contado con liquidación bajó, el Cedear me gusta más que antes. Yo todavía no estoy tan optimista como para decir vayamos y pongamos dinero en acciones argentinas. No me gusta ser pesimista pero sí ser cauto y todavía prefiero seguir invirtiendo en acciones estadounidenses vía Cedears”, comentó Bano.
“Lo mismo con las acciones, ahora estamos con una pequeña recuperación del S&P Merval en dólares que lo llevó cerca de 400 puntos y como los niveles son muy bajos entonces tienta. Pero no suena a precio de entrada por los fundamentos. Suena a precio de entrada por lo barato. Yo todavía no estoy convencido”, agregó.
También hay posiciones intermedias. Por ejemplo, quienes creen que las posibles ganancias bien justifican el riesgo, pero que esa empresa no es para cualquiera. “Depende del perfil del inversor. Está claro que el escenario no está despejado, hay temas estructurales para definir. Lo que estamos tratando de ver es que se mantengan las señales positivas y la decisión es si se puede invertir con la expectativa de que se consoliden esas señales. Hay espacio para tener una cartera si estás dispuesto a asumir el riesgo que implica”, argumenta Sabrina Corujo de Portfolio Personal Inversiones (PPI).
“En toda una cartera con activos de cobertura CER y dollar-linked, se puede sumar acciones. Porque la verdad es que están muy bajas, claro que la volatilidad es alta, pero son tan bajos los niveles que es interesante ir armando cartera. Pero, ojo, es para un perfil agresivo, para un inversor conservador que va a estar mirando la volatilidad día a día no lo recomendaría”, agregó Corujo.
También los bonos en dólares, pero de 2035 en adelante, si lo que pensas es que un acuerdo con el FMI puede hacer que bajen las tasas y den ganancias de capital. Eso más acciones financieras y puntuales energéticas es lo que miraría, pero siempre con la idea de que estás asumiendo un riesgo», dijo Corujo. “Y la idea de que estamos hablando de uno o dos años de horizonte, sería ir cargando acciones de a poquito buscando la oportunidad de ir armando la cartera. Pero para tenerlas por un buen tiempo”, concluyó.