Agencias de bolsa y consultoras estiman una fuerte apreciación de los títulos públicos soberanos en el mejor de los escenarios: que la Corte decida aceptar el caso argentino
Superada la “prueba” del Club de París, y cuando Argentina tiene por delante la decisión de la Corte Suprema de Estados Unidos sobre el caso de los holdouts el próximo 12 de junio, que se hará pública cuatro días más tarde, las proyecciones ya ponen impaciente a la City financiera. Es que según los informes, los bonos locales pueden trepar hasta 40% de darse el escenario más favorable desde el punto de vista soberano, si bien la perspectiva de un desenlace poco afortunado también se pondera.
Como se sabe, la Corte Suprema debe decidir si acepta considerar la apelación argentina a una serie de fallos de primera y segunda instancia que favorecieron los reclamos de los fondos buitres en las demandas que entablaron contra la Argentina para cobrar títulos no ingresados al canje de deuda o si obliga a la Argentina a pagar u$s 1.500 millones.
“El foco debería estar en negociar cuanto antes una salida al litigio con los holdouts, lo cual
generaría nuevos flujos de inversión, con una reacción superior (en velocidad y magnitud) que aquella proveniente indirectamente por el acuerdo con el Club de París”, señaló Fernando Baer de la consultora Bconomics.
Como él, Julio Bruni, director de Arpenta señaló que, de prosperar un escenario positivo para la Argentina, el rendimiento que deberán ofrecer los bonos soberanos Argentinos podría rondar el 6% anual, varios puntos por debajo de lo que pagaría hoy.
“La incertidumbre es alta y es difícil anticipar alguna resolución más allá de los rumores que sobrevuelan. Ante este escenario, se abre un abanico de posibilidades para posicionarse”, señala un informe de la firma Delphos Investment que conduce Leonardo Chialva.
Por un lado, de acuerdo a las expectativas del Ministerio de Economía, el máximo tribunal estadounidense tomaría el caso argentino. “La primera alternativa conforma la visión más positiva teniendo en cuenta que podría reconocer que los tribunales inferiores hicieron una mala interpretación del pari passu, por el que el país tiene que dar igual tratamiento a todos los acreedores”, señalan en Delphos. También, según Chialva, podría pedirle opinión al Procurador General de EEUU. “En ambos casos, Argentina podría ganar tiempo y eventualmente negociar con un nuevo gobierno más afín a los mercados”, sostuvo al tiempo que agregó que “con la Cláusula RUFO caída, aquella que obliga al gobierno a ofrecer a los bonistas que entraron al canje lo mismo que se les ofrezca a los que optaron por el juicio, si es que a éstos se les ofrece algo mejor”.
Según las proyecciones, en los casos positivos, Argentina queda “bien posicionada con el mercado” y, aunque es difícil cuantificar el upside de los títulos públicos, podría establecerse como límite a los High Yields Clase B. A modo ilustrativo, el rendimiento anual del AA17 podría pasar del 10,6% actual a alrededor del 3,5%, lo que en precios se traduce en un incremento en torno al 20%. Sin embargo, con referencia a los bonos más largos, la situación es incluso más prometedora, ya que los títulos más largos son los que teóricamente reaccionarían con un upside más elevado de hasta 40% en el caso del bono Discount.
“Un inversor que actualmente se encuentra 100% expuesto a bonos argentinos podría buscar una combinación entre cash en dólares y bonos largos que le permita capear el temporal en caso del escenario negativo e igualmente dejarse un upside interesante en el caso positivo”, sostienen en la City.