La petrolera colocó un bono de $ 1.000 millones, casi la mitad en pesos a tasa Badlar más un plus del 3,2% y la otra parte atada al dólar con una sobretasa del 2%. La mayor parte de la demanda fue a la parte dolarizada, por eso pudo cortar a esa baja tasa
YPF colocó ayer un bono de $ 1.000 millones, un 46,5% en pesos a Badlar más 3,2% y el resto atado a la devaluación más un 2%. Con una sobresuscripción de un 35%, en pesos, la tasa está por debajo de lo que consiguen sus pares; y en dólares, se trata de una tasa muy conveniente teniendo en cuenta la demanda que existe por esos productos para cubrirse de la expectativa de devaluación, según explicaron los colocadores.
Con el bono dollar-linked que vence en marzo de 2017, YPF recolectó u$s 66,19 millones (a un tipo de cambio de $ 8,0832) para convalidar una tasa del 2% sobre la devaluación. El título Clase XXXIII pagará intereses trimestralmente.
“Es una muy buena tasa”, dijo uno de los colocadores. “El inversor pone en pesos al tipo de cambio oficial y a la vuelta recibe el tipo de cambio oficial más 2%. Hubo mucha demanda de dollar-linked. Había mucho interés, lo que fuerza la tasa a la baja”, agregó.
La empresa estaba contenta porque el mercado llegó a pedir 3% sobre la devaluación (la tasa promedio llegó al 2,5%), pero la fuerte demanda le permitió cortar en 2%.
“La mayoría pedía más dollar-linked que pesos”, contó otro colocador, un 60% del total. “Al no haber tantas colocaciones dollar-linked, cuando salió algo, le pusieron más demanda a eso”, agregó. Según el MAE, la expectativa de devaluación se acerca al 30% a fin de año.
Además, la petrolera prefirió que más del 50% del bono se emitiera atado al dólar. Eso contrasta, por ejemplo, con la emisión de Pampa Energía del día anterior -a tres años por $ 525,4 millones-, con la cual la empresa prefirió dejar desierta la emisión en dólares y aprovechar la demanda en pesos de las aseguradoras, por ser un activo “inciso k” (y sobretasa del 0%).
Si bien los pasivos de la petrolera ganan exposición a dólares, se entiende que parte de los inversores fueron quienes cobrarán la primera amortización de la Clase XV el lunes próximo.
En pesos, la compañía obtuvo $ 465 millones con la Clase XXXII. Para una vida promedio de 18 meses y pagos de intereses trimestrales, pudo cortar a una tasa sobre la Badlar (en torno al 24%) de 3,2%. Casi un punto por debajo de las últimas colocaciones.
Como era esperado, la demanda del bono estuvo principalmente focalizada en los fondos comunes de inversión (FCI), tanto especializados en títulos dollar-linked y renta fija como los que invierten en infraestructura. También hubo bancos para poder negociar luego en el mercado secundario, aseguradoras y cajas previsionales.
Si bien este título de YPF no está incluido en el menú de inversiones del “inciso k” (activos de la economía real al que las aseguradoras tienen que dedicar una porción de su cartera a fines de junio), los FCI de infraestructura que sí están incluidos son la forma indirecta que ahora tienen las compañías de seguro en invertir en este bono de la petrolera.