Los bancos bajaron las tasas que pagan para desalentar la captación de depósitos; proyectan ser más cautelosos a la hora de otorgar nuevos préstamos
Los topes impuestos a las tasas de interés para tratar de abaratar los créditos a individuos e intentar reanimar la demanda de esos préstamos tuvieron un comienzo traumático.
En lo inmediato, la receta a la que apeló el Banco Central (BCRA), por imposición del Ministerio de Economía, no sólo paralizó en las últimas 72 horas el desembolso de nuevos préstamos personales y prendarios, sino que, además, provocó un derrumbe en las tasas de interés que los bancos pagan por los grandes depósitos.
Esto no hace más que confirmar que los bancos comienzan a desalentar mediante un recorte de tasas la captación de depósitos, porque, en definitiva, proyectan ser más cautelosos de aquí en más en la oferta de crédito, tal como advirtieron numerosos analistas apenas anunciada la medida, la semana pasada.
La prueba la entrega el relevamiento de tasas pasivas por depósitos a plazo fijo realizados a 30 a 35 días por más de un millón de pesos que realiza a diario el BCRA.
Esa planilla reportó el viernes, con datos del jueves, un descenso de 23,3 a 22,3 por ciento nominal anual en el interés ofrecido por el conjunto de bancos privados, y uno más brusco aun (de 15,1 a 10,3 por ciento) en las tasas que ofrece pagar la banca pública.
Se trata de un dato que tiende a confirmar las presunciones previas. "La regulación de tasas activas [las que cobran los bancos por los préstamos] conlleva riesgos por el lado de la oferta de créditos y por el lado del equilibrio de la política monetaria", advirtió el analista Berro Madero, del instituto Ieral/Fundación Mediterránea.
"Por el lado del crédito, de alguna manera incita a que las entidades dejen de atender la demanda de crédito que evalúen más riesgosa, y por el lado de la política monetaria, haría que los bancos busquen bajar aun más la remuneración de los plazos fijos, lo que podría desestabilizar el delicado equilibrio alcanzado últimamente entre las tasas de interés y las expectativas devaluatorias en el corto plazo", explicó.
ADVERTENCIAS VARIAS
En la consultora ACM, donde siguen las variables monetarias con detenimiento, alertaron que "la percepción de que reducir las tasas de interés permitirá incentivar la actividad económica por el estímulo al consumo (de bienes durables mayormente) y a la inversión, como cree el Gobierno, es parcial y desconoce las implicancias negativas de una medida de este estilo".
"Los nuevos límites a las tasas de interés terminarán justificando una disminución y una mayor concentración del crédito en los sectores con mejor calificación y mejores ingresos. Adicionalmente, los deudores que en adelante no puedan tomar créditos en el sistema financiero formal recurrirán al sector informal, obviamente más costoso, o directamente enfrentarán una restricción específica de financiamiento, con el consiguiente impacto negativo sobre el gasto agregado", explicó la consultora en su último informe.
En ese trabajo, los analistas de ACM además advirtieron que "los bancos intentarán trasladar la disminución de las tasas sobre los préstamos a las tasas que pagan sobre los depósitos, en un intento de mantener el margen financiero. Esto, más temprano que tarde, también repercutirá sobre la demanda de dinero, que, a su vez, influirá sobre las perspectivas de devaluación del peso, y también sobre las cotizaciones de las versiones alternativas del dólar", en referencia al mercado paralelo (el llamado dólar blue) y al contado con liquidación.
De esta manera, la medida se trataría de una simple transferencia de recursos de los ahorristas hacia los tomadores de crédito que menos necesitan de esa especie de subsidio, si la primera reacción se confirma como una tendencia en los próximos días, como se teme.
"Este giro de timón por parte del BCRA podría resultar un racionamiento de crédito y resultar un riesgo para la política monetaria. La lógica indica que aquellas operaciones de crédito que dejan de ser rentables no se llevarían a cabo", coincidió Delphos Investment.
La consultora insistió en que el escenario más probable es que el intento de impulsar el crédito más barato termine en "una contracción del crédito mediante una baja en la oferta". Las entidades podrían dejar de atender la demanda más riesgosa y no ganar más por volúmenes, como se pretende con la medida.
Otra manera de escapar a la merma de ganancias sería que disminuyeran las tasas que los bancos pagan por los depósitos a plazo fijo, lo que podría derivar en una caída en esas colocaciones. Así, indirectamente la medida podría afectar el mercado cambiario, ésta se traduce en una mayor desconfianza hacia el sistema financiero por parte de los ahorristas y deriva en una mayor demanda de dólares.