La tendencia de febrero parece ser la dolarización de las carteras y las colocaciones indexadas. Los riesgos de inflación y devaluación obligan a los inversores a cubrirse
Hay dos situaciones que están marcando a fuego al mercado: el aumento de los bonos y los depósitos indexados y el crecimiento de los dólares alternativos que se operan por afuera del mercado regulado por el Banco Central. Estos movimientos envían señales sobre el futuro: los inversores no creen que el Banco Central vaya a subir las tasas de interés, porque no quiere saber nada de que el ritmo de la economía se desacelere más y no quieren devaluar.
Los dos deseos juntos solo traen más inflación y mayor riesgo de devaluación. Como los inversores no creen que la devaluación sea inevitable, se vuelcan a los dólares alternativos que están cerca de quebrar el precio del “blue” y sin restricciones para operar.
Por eso las intervenciones oficiales sobre los dólares alternativos son intensas, pero lo hacen solo sobre una parte del mercado: la que opera con los bonos AL30C (la letra “C” corresponde a cable) que son los títulos que utilizan para regular el precio. El Central compra los AL30 en dólares y los vende en pesos. Un pésimo negocio. Como esta parte de la plaza tiene un cepo -los participantes no pueden terminar cada semana con un saldo comprador superior a USD 100.000 nominales en AL30C (-0,30%), que equivalen a USD 38.000 en billetes- se vuelcan a operar con el bono GD30 (bajó 1,41%) preferentemente y esto provoca que, en el contado con liquidación, por caso, haya una diferencia de precios de $3 por dólar.
La diferencia en los precios de los bonos, fue fundamental. Al final del día, en el contado con liquidación se operaron nada menos USD 73 millones, un monto cercano al que se negociaba poco antes de endurecer el cepo. El esfuerzo del Central hizo que el “contado con liqui”, como lo llaman en la jerga de los operadores, subiera 46 centavos (+0,3%) a $151,45.
Pero en el otro mercado, en donde no hay límites de negocios, este dólar cerró a $155, que representa un aumento de $2.20 respecto al precio del día anterior. También intervinieron sobre el dólar MEP o Bolsa que negoció USD 26.2 millones -no tuvo el explosivo crecimiento del contado con liquidación- y subió 46 centavos (+0,3%) a $148.83 pero en la otra plaza subió a $150,50 (+$ 2,50).
Como se ve, detrás del paraíso oficial aparece una fuerte presión al alza del dólar, más allá de que el “blue” o dólar libre, haya permanecido en $153 para la venta con escasas operaciones. En la plaza oficial, el ritmo de devaluación se mantuvo y es menor a la inflación esperada en enero. El dólar mayorista, que rige el comercio exterior, subió 5 centavos a $ 87,75.
Se negociaron tan solo USD 163 millones. Las restricciones a las importaciones, a las que se sumaron la reducción del cupo de dólares a las automotrices para traer autos del exterior, hicieron que este monto cubriera la demanda permitida. El Banco Central, en estas circunstancias, pudo comprar USD 30 millones que no pudieron impedir que las reservas bajen USD 6 millones a 39.494 millones por la caída del oro de 1,32% y del euro ante el dólar.
La divisa de Estados Unidos se fortaleció frente a las seis principales monedas del mundo y también ante las divisas de la región. Los bonos argentinos post default que se negocian con ley Nueva York siguen con escaso movimiento y precios reducidos.
El riesgo país, quedó casi sin cambios. Subió 3 unidades a 1.445 puntos básicos. La mala noticia fue la abrupta baja de la soja por debajo de los USD 500. La oleaginosa, que es clave para el ingreso de divisas, perdió 0,83% y cerró en Chicago a 497,52. Esto generará más presión sobre el dólar porque los inversores estiman que si sigue la tendencia bajista, habrá que revisar las estimaciones de los ingresos de dólares en el año.
También resultó adverso en el ánimo de los participantes del mercado, el rechazo de uno de los grupos más importantes de acreedores a la nueva oferta de YPF para renegociar toda su deuda. Hay temor de que esta postura logre más adherentes y superen el 50% de desaprobación que obligaría a la empresa a pagar su vencimiento de USD 413 millones del 23 de marzo próximo si no quiere caer en default.
La Bolsa resumió el humor del mercado. Con negocios por $866 millones, un volumen escaso, el S&P Merval, el índice de las acciones líderes, aumentó 0,22% y frenó la euforia del día anterior. Telecom (+3,82%) favorecida por un fallo que le podría permitir ajustar sus tarifas y eludir las regulaciones oficiales, lideró el movimiento seguido por Loma Negra con (+3,51%), Mirgor (-1,79%), Banco Supervielle (-1,73%), Holcim (-1,43%), Transener (-1,30%) e YPF (-1,18%) fueron los más afectados.
Los ADR’s negociaron $1.742 millones, un monto menor a otras ocasiones, pero así y todo duplico a lo que se operó en acciones. Estos certificados de tenencia de acciones que operan en las Bolsas de Nueva York, se pueden comprar en pesos y cotizan al precio del dólar contado con liquidación que ayer en la plaza oficial cerró a $151,46.
Es una buena opción para los nuevos inversores porque pueden ingresar con un bajo monto en pesos y tener acciones de Tesla, Apple, Amazon o YPF, Mercado Libre y Cresud, entre otras. Por esta modalidad, se pueden comprar certificados de acciones de empresas de cualquier país que tenga cotización en Nueva York. Los ADR’s argentinos tuvieron una buena rueda en dólares. Loma Negra (+4,61%), Telecom (+4,16%) y Globant (+3,72%) fueron los más destacados.
Los más afectados fueron Pampa Energía (-3,46%) e YPF (-2,49%). Lo mejor de la rueda, además de los dólares alternativos, pasó por los bonos y plazo fijo indexados. Ellos marcaron el ritmo del mercado. Entre el jueves y el viernes los depósitos crecieron $ 398 millones (0,44%) un crecimiento notable para un día. Los bonos que indexan por CER tuvieron un notable crecimiento de hasta 3,57% como fue el caso del BONCER 2028 (TX28).
Nada indica que esta tendencia cambie y que febrero sea un mes dominado por los dólares y las colocaciones indexadas. Inflación y devaluación, son una dupla complicada que obliga a cubrirse.