La Argentina reclamará que sea el juez Thomas Griesa quien avale con su firma y comprometiendo al sistema judicial de los Estados Unidos la calificación de "no voluntaria" a la eventual operación de pago del país de la deuda de más de u$s 1.600 millones a los fondos buitre; y que además el juez neoyorquino deje explícitamente escrito que no dará lugar a otros juicios de reclamos por los bonos argentinos que permanecen en default. Los negociadores que representan a la Argentina que hoy se presentarán ante el "special master", el abogado Daniel Pollack, llevarán la idea primaria ante el buffet del abogado como condición primaria para discutir antes de hablar de cualquier mecanismo posible de pago a los acreedores que tienen el fallo del juez Thomas Griesa a su favor. Si bien los delegados del país que estarán ante Pollack saben que no obtendrán una respuesta hoy, quieren dejar claro que para hablar hacia delante sobre cualquier avance de la operación financiera de pago antes se debe solucionar la cláusula Rights Upon Future Offers (RUFO).Ésta obliga a la Argentina a reconocerles a los acreedores que aceptaron los términos de los canjes de 2006 y 2010 a recibir el mismo dinero que se les haya pagado a los tenedores de bonos que no ingresaron en aquellos llamados y que hubieran tenido un beneficio superior. Si la Argentina reconociera el fallo de Griesa por el cual se le exige al país pagar el 100% del reclamo de los fondos buitre, luego los tenedores de deuda que aceptaron las reestructuraciones anteriores reclamarían también por la totalidad de la deuda sin quitas. Aunque quisiera, explicarán los delegados de la Argentina ante Pollack, el país no puede cumplir con esta condición de la cláusula, con lo que inmediatamente caerá en default.
Como la redacción de la RUFO incluye la condicionalidad de "voluntario" para el pago a los acreedores que no hayan ingresado en los dos llamados a reestructurar deuda, la única alternativa que encontraron hasta el momento los abogados del estudio Cleary, Gotlieb, Steen & Hamilton (CGS&H) de saltear la cláusula cumpliendo el mandato de Griesa es que el propio juez de Nueva York deje claro que la liquidación se realiza de manera involuntaria. Para esto, según los abogados Carmine Bocuzzi y Jonathan Blackman, debería negociarse con el juez la redacción de un fallo explícito que libere de responsabilidades al país. Nuevamente, como en la mayoría de las situaciones del "juicio del siglo", no hay jurisprudencia de una situación semejante (un juez que libere a un "culpable" de futuros juicios por acatar un fallo de pago de una deuda), con lo que se deberá discutir con el negociador Pollack primero, y luego éste con Griesa, si la alternativa es viable judicialmente.
Un insumo básico para esta discusión tripartita debería ser además la buena predisposición del magistrado. En este punto hay dos visiones diferentes entre los abogados. Por un lado se cree que los castigos verbales de las últimas semanas a Griesa hacen imposible que el juez adopte un criterio de buena voluntad ante una propuesta que haga la Argentina. Se recuerda que Griesa mantiene desde hace más de cuatro años actitudes irreductibles contra el país, que se repiten luego en los fallos en contra de la posición local. Sin embargo, una visión optimista de los profesionales que representan al país habla de la intención de Griesa (y de todas las partes en realidad) de terminar con el conflicto y negociando condiciones de pago para los fondos buitre sin que éstas deriven en otra catarata de juicios en el propio juzgado del magistrado. Es la teoría de los "intereses confluyentes entre las partes", de la que hablaron en los últimos días Bocuzzi y los abogados de la parte litigante, Ted Olson y Robert Cohen, abogados del fondo buitre NML Elliot.
Al encuentro de hoy en el buffet de Pollack concurrirán, además de Bocuzzi y Blackman, el propio ministro de Economía Axel Kicillof, y los secretarios de Finanzas, Pablo López; Legal y Administrativo, Federico Thea; y el subprocurador del Tesoro, Javier Pargament (ver nota aparte).
Por descarte, además, quedará claro hoy que de no mediar alguna solución a la imposibilidad de saltear la cláusula, la Argentina no continuará negociando y se ajustará a lo que suceda judicialmente con los bonistas que debieron cobrar sus vencimientos el lunes 30 de junio y no lo hicieron, responsabilizando directamente a la Justicia de los Estados Unidos, a través de la decisión de Griesa, de no haber permitido el pago y al Bank of New York Mellon (BoNY) por no haber ejecutado las liquidaciones. Si los representantes argentinos no obtienen una respuesta positiva de Pollack (no necesariamente hoy), tampoco está claro que vaya a haber una próxima reunión negociadora en su despacho.
La Argentina considera que ya reconoció que pagará su deuda el 100% a través de una negociación con los fondos buitre, bajo la intervención de Pollack. Sin embargo, no quiere avanzar en la formulación del mecanismo de pago hasta no terminar de negociar cómo saltear la cláusula RUFO.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=748389