La decisión de la Justicia de Estados Unidos en la pelea del Gobierno con los holdouts pone a prueba los reflejos de los argentinos ante las turbulencias; y los apura, más allá de la euforia mundialista, a tomar recaudos frente a una eventual suba del dólar. En las últimas semanas, ahorristas particulares y empresas locales se esforzaron por recuperar los pesos que habían depositado en los bancos y ponerlos a salvo de cualquier movimiento cambiario, al menos, hasta que desaparezca la incertidumbre de la negociación con los fondos buitre.
Los bancos sufrieron en los últimos treinta días la mayor salida de depósitos a plazo fijo de los últimos cuatro años (mucho antes de que fuera fijado el cepo cambiario); y en los primeros cuatro días de este mes debieron vender por el canal oficial el monto de dólares más alto desde febrero.
Junio es, estacionalmente, un mes de fuerte demanda de liquidez por el pago de aguinaldos y de impuestos. Pero la preocupación por un posible default lo convirtió en el peor invierno para la liquidez bancaria en la era del cepo cambiario.Los plazos fijos del sector privado cayeron casi $ 4.500 millones en los últimos treinta días (hasta el 27 de junio, el último día reportado por el Central) y cumple así 60 días sin crecer. La caída entre un mes y otro, del 1,7%, no era tan alta desde mayo de 2010 y profundiza el freno que ya había empezado a notarse en mayo, cuando una baja en las tasas de interés alentada por el Gobierno hizo renacer las expectativas de devaluación.
Lo llamativo: que semejante caída de depósitos se haya dado en un mes en que el Banco Central se mostró más expansivo por la compra de dólares y las dificultades para renovar su deuda (ver aparte). Significa que esta inyección de pesos contribuye más a alimentar la fuga hacia el dólar que a nutrir de liquidez a los bancos, porque queda en efectivo en los bolsillos de los argentinos.
En esta sintonía, la demanda de dólares para ahorro que se hace exclusivamente con la venia de la AFIP se incrementó un 15% en junio y un 38% en la primera semana de este mes.
Las turbulencias dejaron al "blue" muy cerca de los $ 12 y muy por encima del tipo de cambio oficial, lo que creó oportunidades para "arbitrar" y hacer negocios con los billetes. Só lo en este mes, la brecha cambiaria se amplió del 41% al 49%. Y permite ahora que quienes compran dólares ahorro (vía AFIP) o en la Bolsa puedan ganar entre $ 100 y $ 200 por cada u$s 100 adquiridos si los venden en el mercado informal.
Los bancos también se ven afectados ahora por las mayores necesidades del Gobierno para cerrar su rojo financiero: en los últimos treinta días se fueron $ 22.000 millones de depósitos que pertenecían a organismo públicos, que redujeron el stock del sistema en un 24%. Ayuda, por ahora, la fuerte caída interanual que muestran los préstamos bancarios, en un año de ajuste y estancamiento económico.
El vuelo hacia el dólar se notó especialmente en junio en los fondos llamados "money market"", que pertenecen a los propios bancos y que destinan las inversiones de clientes a los plazos fijos en moneda local. El patrimonio administrado por estos cayó, sólo durante este mes, en unos $ 3.500 millones. El mayor afectado fue, el destinatario del dinero estatal: el Fondo Pellegrini, del Banco Nación, que pasó de tener $ 7.600 millones el 1 de junio, a apenas $ 4.900 millones el 1 de este mes. La variación resintió la liquidez del sistema por está representada por plazos fijos que nutren el fondeo de las entidades.
Fuente: http://www.ambito.com/diario/noticia.asp?id=748392