El 65% de los activos de la autoridad monetaria está constituido por “bonos” del Gobierno Nacional. Además, para absorber los pesos que emite, debe endeudarse con los bancos privados.
Las cuentas del Banco Central registran un deterioro creciente y todo es consecuencia de haber pasado a ser el financiador por excelencia de los pagos de la deuda y del déficit fiscal.
Por las reservas entregadas al Tesoro para los pagos de deuda y adelantos para cubrir parte del déficit fiscal, el 65% del activo del BCRA está constituido por bonos y Letras y Adelantos Transitorios al Tesoro Nacional. Y el Gobierno no puede devolver esa deuda porque sus cuentas están “en rojo” creciente y entonces los refinancia y acrecienta.
En apenas 6 meses, y para absorber los pesos que emite con distintos fines, el Banco Central también incrementó su deuda en casi $100.000 millones, sumando al 30 de junio pasado en títulos propios, en manos de los bancos, la friolera de $206.363 millones.
A su vez, las reservas del BCRA cubren tan solo el 40% de los pesos en circulación y de los títulos o deuda la entidad.
Según Pedro Rabasa, director de Empiria Consultores, “el deterioro del balance tiene un origen muy visible: el creciente déficit fiscal y el hecho de ser el Banco Central prácticamente en soledad quien financia al Tesoro”.
Y detalla los mecanismos de este proceso: El Banco Central entrega reservas contra papeles carentes de valor. Se trata de las “Letras Intransferibles”, prácticamente impagables para el Tesoro, ya que en la actualidad alcanzan el increíble valor de casi US$43.000 millones. A fines del 2009, las Letras Intransferibles representaban el 20% de las reservas, actualmente las superan en casi un 50% y representan casi un 150% del activo líquido más relevante del Banco Central, con el que tiene que respaldar los pesos que hay en la economía.
La entidad monetaria gira al Tesoro pesos a través de los “Adelantos Transitorios”, que pasaron de $36.580 millones (menos del 30% de la base monetaria) a $196.350 millones (más del 50% de la base monetaria). La posibilidad del Tesoro de cancelarlos –sin renovarlos de manera inmediata, como hace hoy– es básicamente nula.
También le gira al Tesoro “utilidades”. Se transfirieron cerca de $32.000 millones en el 2013 y superarán los $78.000 millones este año. Se trata de ganancias contables y no reales, derivadas del efecto de la devaluación sobre los activos en divisas, incluyendo los papeles de deuda en divisas que le entregó el Ejecutivo.
Rabasa agrega que “otro límite a la política de fuerte déficit fiscal financiado por el Banco Central surge de la creciente necesidad de intentar ‘esterilizar’ (retirar pesos de circulación) una parte de los pesos que debe girar al Tesoro. Ello está provocando una creciente cuenta de intereses que abona el Banco Central por el stock de Lebac y Nobac que emite, cuenta que podría acercarse a los $40.000 millones para este año.De esta manera, el verdadero resultado del balance –sin contabilizar las irreales ‘ganancias’ por devaluación sobre activos sin valor– se hace cada vez más negativo, y podría superar los $40.000 millones en este año, contra cerca de $10.000 millones, también negativo, en los dos años previos”.
En tanto, el especialista Héctor Giuliano destaca que “el Banco Central regula la Oferta Monetaria a través de Letras y Notas (Lebac/Nobac) que emite para absorber dinero del mercado. Por estas obligaciones, el Banco paga intereses que constituyen una sangría de dinero por sumas enormes que, al ser retenidas por el BCRA, se sustraen al destino como préstamos a la actividad privada, lo que implica que en lugar de contribuir a la reactivación de la Economía lo hacen a la recesión por vía de la restricción del crédito”. A su vez, agrega que “las Lebac/Nobac son deuda cuasifiscal del Estado, es decir, obligaciones en cabeza del BCRA que no figuran dentro de la Deuda Pública del Estado Central, y suman en la actualidad unos $206.400 millones, equivalentes a 25.400 millones de dólares”.
En definitiva, dice Giuliano, “las reservas se compran imprimiendo dinero y este dinero luego se retira o esteriliza a través de las Lebac/Nobac, de modo que en definitiva las reservas se compran con más deuda pública”.
Fuente: http://www.ieco.clarin.com/economia/Severo-deterioro-cuentas-Banco-Central_0_1174082898.html