Una negociación favorable con los fondos buitre destrabaría créditos del exterior y eso descomprimiría la necesidad de ajustes que afectan la actividad
Con un saldo del primer semestre negativo en términos de actividad, la economía espera con ansias una solución satisfactoria entre el Gobierno y los holdouts para detener su caída e iniciar el camino ascendente de cara a 2015. De concretarse este escenario optimista, la actividad sólo caería alrededor de 1,5% este año, mientras si no llegara a haber acuerdo con los fondos buitre, la contracción podría duplicarse, según las proyecciones de varios economistas consultados por El Cronista.
Será clave la puerta que un acuerdo con los holdouts abriría para el ingreso de dólares al país, que tanto escasean y que están forzando al Gobierno a aplicar una política de ajuste que impacta sobre la actividad económica. Con la posibilidad de acceder a financiamiento del exterior, las necesidades de emisión monetaria para financiar al Tesoro serán menores, con ello se reducirán las presiones sobre los precios y, de esa manera, podrían reducirse las tasas de interés para dinamizar el consumo. Además, con precios más planchados, la caída del salario real sería menor. A su vez, la menor emisión disminuirá la presión sobre el tipo de cambio y liberará al BCRA de tener que perder reservas para mantener su cotización estable.
Con menos restricciones de divisas, el Gobierno podría liberar el cepo sobre las importaciones –que requiere el abastecimiento de la economía– aún en un contexto de estancamiento de las ventas al exterior y de la fuerte caída en el precio de la soja.
Si había un condimento para sumar al deterioro de la balanza comercial, era el valor de la oleaginosa, principal fuente de divisas para el país y el gobierno a partir de las retenciones. También impacta negativamente el efecto Brasil, cuya demanda interna también está muy resentida y eso repercute, principalmente, en la exportación de autos.
Escenarios
“El escenario más probable es que haya arreglo, pero el otro contexto no es despreciable. Si hay solución, en el segundo semestre el PBI detendría un poco su caída y podríamos llegar a fin de año con una contracción de entre 1,5% y 2%”, sostuvo el economista Gabriel Rubinstein. De lo contrario, la economía atravesará dos años recesivos, añadió.
Según el Indec, el PBI del primer trimestre mostró una caída de 0,2% respecto del mismo período del año pasado y de 0,8% en comparación con el último trimestre del 2013. Este dato fue compartido por gran parte de las consultoras privadas quienes, en cambio, pronosticaron una mayor caída que la oficial para abril, mes en el que, según el Estimador Mensual de Actividad Económica (EMAE), la economía se contrajo 0,5% interanual y avanzó 0,6% en la medición mensual desestacionalizada.
El dato de mayo se conocerá recién el jueves 24, aunque de acuerdo con los privados, se profundizó la caída a partir del derrumbe de la industria. Según el Índice General de Actividad (IGA) del estudio Ferreres & Asociados, la caída fue del 2,5% y en junio ocurrió algo similar. De esta manera, el primer semestre cerraría con una baja de 0,9%, proyectó el economista de la consultora, Fausto Spotorno, quien proyecta un peor segundo semestre, con caída de 1,7%, a pesar de que el Gobierno arregle con los holdouts.
Marina dal Poggetto, de Bein & Asociados, tiene, como la gran mayoría de los analistas, una expectativa favorable en torno a un arreglo con los fondos buitre. Ante ese escenario, “la lógica indica que se conseguirían dólares mediante la cuenta capital y ello permitiría estabilizar la caída y mantener el nivel de actividad”, precisó Dal Poggetto. La economista agregó: “El Gobierno podría mantener una política cambiaria en la que el dólar se devalúe menos que la tasa de interés y por debajo de la inflación. Si puede manejar una devaluación acotada, inflación más baja, alguna recuperación del salario real, va a impactar en el nivel de actividad, que viene cayendo tres trimestres consecutivos”, afirmó Dal Poggetto.