Analistas explicaron los motivos de las fuertes subas en el plano internacional y el impacto de la situación en la Argentina. El gran beneficiado: el Gobierno, por mayores ingresos por las exportaciones
En una semana de fuertes subas de los precios externos de la soja y el maíz, en la que alcanzaron los niveles más altos desde julio de 2013, el Gobierno recibió una buena noticia porque será mayor el ingreso de divisas por las exportaciones. Al mismo tiempo, los productores agropecuarios sufren los efectos del desdoblamiento cambiario y las retenciones al momento de comercializar el resultado de la cosecha.
Ahora bien, para encontrar las explicaciones sobre los motivos que provocaron las fuertes subas de precios, hay que situarse en el rol que está teniendo China en el mercado de soja y, por otro lado, a la situación climática en el medio oeste de los Estados Unidos, que está afectando la siembra de granos gruesos en ese país.
Los analistas de la Bolsa de Comercio de Rosario señalaron que los suministros de soja se encuentran menguados, lo cual da soporte al mercado, impulsando las compras especulativas de los fondos de inversión. Además, las subas observadas en el mercado de aceite de soja, que alcanzaron un máximo desde 2008, también habrían contribuido a las presiones alcistas.
Por el lado del trigo, las bajas temperaturas que se están registrando en los Estados Unidos, con récords de temperaturas bajas para la época del año en varios lugares durante la última semana, podrían tener efectos nocivos sobre el cultivo.
Y en el caso del maíz, la solidez evidenciada en el mercado disponible en Estados Unidos sugiere que la oferta del cereal se encuentra escaseando. Esto, sumado al clima frío en el país norteamericano y a la falta de lluvia en Brasil que amenaza al maíz de segunda serían los principales factores que explican esta suba.
Para Dante Romano, analista de FyO, las subas responden a varios factores. En diálogo con Infobae, dijo: “La soja y el maíz venían con una tendencia alcista que había encontrado un techo y esos techos estuvieron firmes durante mucho tiempo, pero se rompieron la semana pasada y técnicamente eso fue una señal de compra fuerte para los especuladores. También hay que tener en cuenta que el Dólar Index empezó a mostrar un dólar más débil, lo cual también ayuda a los commodities”.
Además, el analista recordó el factor climático en los Estados Unidos. Está comenzando la siembra de maíz y soja en medio de un contexto de bajas temperaturas lo que provoca que el cereal no nazca y la oleaginosa tenga un riesgo de helada. Todo esto derivó en mayores compras en el mercado.
El rol de China
Y también China juega un rol determinante en el mercado. Romano dijo que en el mercado se especula que el gigante asiático salió a comprar más maíz norteamericano para la campaña nueva, lo cual apuntala los precios y da la señal de que la necesidad de compra de China va a seguir en el mediano plazo.
Al respecto, Emilce Terré, Economista de la Bolsa de Comercio de Rosario sostuvo que “la suba de la soja de estos últimos meses está impulsada, más que nada, por la gran demanda china que viene comprando mucho poroto y aceite y eso termina impactando sobre los precios”.
“En este contexto, Estados Unidos exportó mucho más de lo que se esperaba. Esto presiona a la baja a los stocks, con caídas en los inventarios y los precios reaccionan con subas. Más allá de eso, cuando el USDA publicó las primeras proyecciones de siembra de soja para este año, que en breve se empieza a sembrar, el mercado esperaba una mayor suba en el área sembrada, lo cual provocó nuevas subas”, agregó.
El impacto en lo local
Siendo la soja la clave del comercio exterior argentino y teniendo en cuenta que es un producto que no se consume en el mercado interno, sino que se comercializa al mundo, la suba de los precios de la oleaginosa es una excelente noticia para el país, porque significa una mejora en el precio del principal producto que es la harina de soja y permite incrementar la proyección de divisas del complejo sojero.
Las estimaciones que presentó esta semana la Bolsa de Rosario, son de ingresos totales por las exportaciones locales por USD 64.925 millones, un 18% de aumento en relación al año pasado, de las cuales las ventas al exterior de la cadena agroindustrial aportarán 33.613 millones de dólares, donde el complejo sojero significará el mayor aportante con casi 7.400 millones de dólares.
Terré recordó que en principio la suba de los precios significa un mayor ingreso de divisas al país y ayuda a aliviar las tensiones del mercado cambiario porque significa una mayor oferta de dólares. “Si eso va a aumentar o no las reservas del Banco Central, va a depender de cuánto use la entidad. Si bien implica un mayor flujo de oferta, lo que pase con el uso de reservas del Central no se puede prever. Esa utilización de las reservas puede ser para pagos de deuda, importaciones, giro de utilidades al exterior, entre otros puntos”, dijo la economista.
Otro especialista, el analista de negocios, Salvador Di Stefano, aseguró: “La suba de precios genera un efecto riqueza sobre el Estado y sobre el productor, pero más sobre el primero que sobre el segundo. El productor tiene por un lado las retenciones y, si quiere comprar dólares, tiene una brecha cambiaria”.
Y agregó: “Si el productor exportara todo lo que tiene por exportar traería dólares y esos dólares ayudarían a incrementar las reservas del Banco Central y eso le permitirá tener mayor solidez al Gobierno. También mejoraría el plano fiscal y el cambiario. Pero la pregunta que uno se tiene que hacer es si con esta brecha de precios tan grande, el productor va a vender todo lo que produce, porque estamos hablando de niveles de quita que van del 50% al 60%”.
Por último, el analista también se refirió al rol que tendrá el productor agropecuario en este contexto de precios, donde hay que recordar que en el caso de la soja recibe casi un 40% del valor internacional. “La soja tiene buen precio, pero habrá que ver si el productor la vende y acepta la retención y la brecha cambiaria. Se va a levantar una cosecha de 43 millones de toneladas de soja y de 47 millones de maíz. Habrá que ver si los productores venden de manera intensa esa cantidad de mercadería. La suba de los precios es un buen augurio, pero habrá que ver qué sucede internamente”, concluyó.