Argumentan que no se amplió la cantidad de trabajadores afectados por el impuesto. “El que no pagó (Ganancias) el año pasado no paga este año”, sostienen. Más bronca sindical
Pese a la renovada presión que el jefe de la CGT oficial, Antonio Caló, puso en marcha ayer para obtener una urgente reunión con la presidenta Cristina Fernández destinada a negociar una rebaja de la carga del impuesto a las Ganancias sobre los salarios, dentro del Gobierno minimizaron la posibilidad de que este año se dispongan cambios en el tributo, como aspiran todas las vertientes del sindicalismo.
El argumento que esgrimieron desde la administración kirchnerista para desestimar una modificación inminente sobre el polémico impuesto machaca sobre la idea de que durante el último año no se incrementó la cantidad de trabajadores alcanzados por el tributo, un universo que asciende a 1.070.000 asalariados. “Ningún trabajador que no haya pagado Ganancias en 2013 va a pagar este año”, aseguró un importante funcionario del Ejecutivo. Y recordó que la normativa que en agosto de 2013 incorporó los últimos cambios en Ganancias, estableció que aquellos trabajadores que en promedio entre enero y septiembre pasado percibieron salarios brutos por debajo de $ 15.000 quedaban excluidos del alcance del tributo. “Ese piso sigue firme más allá de los aumentos salariales posteriores”, remarcó la fuente al rechazar los reclamos sindicales que pretenden una baja del tributo con el argumento de que se incrementó la cantidad de trabajadores afectados por Ganancias.
La fundamentación oficial que relativizó la posibilidad de una nueva reforma sobre el impuesto en el corto plazo, no tiene en cuenta –sin embargo– los desequilibrios que la vigencia del piso fijo de $ 15 mil generó entre trabajadores, en especial luego de los aumentos salariales acordados en las últimas paritarias. Ese desajuste da lugar a situaciones paradójicas en las que trabajadores exceptuados del pago del tributo terminan percibiendo salarios reales por encima de otros que, pese a tener una categoría laboral más alta y mejores sueldos nominales, están afectados por Ganancias.
Por su contacto habitual con funcionarios de primera línea del Gobierno, el propio Caló es exceptivo con la posibilidad de alguna medida por Ganancias. Pero, ante la presión del resto de la cúpula cegetista que evidenció el miércoles en el encuentro en taxistas su creciente malestar con el Ejecutivo, reclamó una urgente reunión con Cristina para trasladarle el reclamo. “Los muchachos están enojados, porque este impuesto es una injusticia”, dijo el metalúrgico y pidió elevar a $ 20 mil el nivel salarial que determina la exclusión de Ganancias.
De paso, el jefe cegetista se quejó de que el panorama de la economía nacional es “complicado” y, en un mensaje directo a la Casa Rosada, dijo que hay preocupación en los gremios por el crecimiento de los despidos y suspensiones.