Cerró 2020 con ganancias por $522.558 M. Es el máximo que le podrá transferir, un tercio del año pasado. Hasta ahora asistió por $190.000 millones.
El Banco Central publicó su balance anual de 2020. De acuerdo con sus estados contables, el ejercicio terminó con una ganancia de $522.558 millones. Ese será el tope de utilidades que podrá transferirle al Tesoro a lo largo de este año según la normativa vigente. Con este dato, el monto máximo de asistencia que Martín Guzmán podrá pedirle a Miguel Pesce en 2021 asciende a entre $1,2 y 1,4 billones al sumar los adelantos transitorios (AT). El número equivale a cerca de 3,5% del PBI, menos de la mitad de lo que implicó la emisión récord de 2020. En lo que va del año, producto de la política de prudencia fiscal y monetaria oficial, el Ejecutivo sólo apeló a $190.000 millones de AT y no recibió utilidades.
El resultado neto ajustado que tuvo el Central el año pasado fue de $1,139 billones. Pero el impacto de la inflación del período le restó $616.500 millones. Así, el resultado del ejercicio quedó en $522.558 millones, es decir, la tercera parte utilidades que pudo girar (y giró) en 2020 luego de que un cambio en la forma de valuación de las Letras Intransferibles que tenía en su poder le permitiera aumentar las ganancias de 2019 a $1,6 billones.
En líneas generales, el BCRA tiene dos vías directas de financiamiento al Tesoro: la mencionada transferencia de utilidades y los AT, que según la Carta Orgánica de la entidad tienen un techo marcado por el 12% de la base monetaria (BM) y el 10% de la recaudación de los últimos doce meses. Así, Nery Persichini, estratega de GMA Capital, estimó el tope actual de adelantos que tiene disponible el Gobierno asciende a algo más de $600.000 millones. Por su parte, Guido Lorenzo, director de LCG, calculó que para fin de año el número se elevará a cerca de $900.000 millones por el crecimiento de la BM y de los ingresos fiscales.
De esta forma, los analistas estiman que la asistencia monetaria total de la que dispondrá el Tesoro para cubrir el rojo fiscal de 2021 se ubicará entre $1,2 y 1,4 billones. Esto es: entre 3,2 y 3,5% del PBI proyectado. “El monto está en línea con lo que plantea el Presupuesto: financiar el 60% del déficit con emisión del BCRA. Por eso, el Gobierno presta tanta atención al roll over de la deuda en pesos”, planteó Persichini.
En caso de utilizar todo el fondeo monetario disponible, Economía necesitaría conseguir un endeudamiento neto de alrededor de $500.000 millones (por sobre el roll over del capital y los intereses) para cumplir con la meta presupuestada de cubrir en el mercado el 40% restante del déficit. En el primer cuatrimestre el mix de financiamiento estuvo en sintonía con la ese objetivo: $190.000 millones de emisión y $148.800 millones de deuda neta.
Si obtiene un fondeo neto superior a través de las colocaciones de deuda del Tesoro, el Gobierno podría reducir la porción cubierta con asistencia del Central. Se trata de una posibilidad que Guzmán ve con buenos ojos, como señal de prudencia al mercado. Para el ministro, una mayor inyección de pesos en la economía podría recalentar los dólares paralelos y complicar aún más la desaceleración de la inflación. Justamente ese es uno de los argumentos que lo llevó a debatir con otros sectores del oficialismo que promueven abandonar el fiscalismo y ampliar el gasto para paliar los efectos de la segunda ola de la pandemia.
A la ecuación emisión monetaria/deuda en pesos hay que agregarle, además, los desembolsos que recibirá Ejecutivo de bancos multilaterales. Por caso, el Banco Mundial ya se comprometió a girar alrededor de u$s2.000 millones este año. Y el Gobierno mantiene abiertas negociaciones con otras instituciones financieras internacionales (como el BAII, el BID y la CAF) que, de concretarse, podrían ayudar a recortar por debajo del 50% la asistencia monetaria según fuentes oficiales.
Claro está, todo dependerá del nivel de refinanciamiento de la deuda en pesos que se consiga, de las negociaciones con el FMI y el Club de París, del impacto de la pandemia en durante el invierno y de cómo continúen los debates de política fiscal dentro del Gobierno. Pero por lo pronto, el tope de envíos del Central para este año marca un claro contraste con 2020, cuando el Tesoro recibió entre utilidades y AT el récord de $2 billones o 7,5% del PBI.