La CNV permitirá el acceso a cheques de pago diferido a empresas que no cumplan con todos los requisitos del análisis de riesgo. También reducirá montos y plazos mínimos para los pagarés.
El Gobierno impulsa una reforma de los instrumentos de financiamiento destinado a las pymes para ampliar el acceso de las pequeñas y medianas empresas al fondeo a través de la Bolsa. Se trata de una propuesta diseñada por la Comisión Nacional de Valores (CNV) que flexibiliza las condiciones para negociar cheques de pago diferido y pagarés, que fue puesta en consulta pública por quince días y que cuenta con el visto bueno del mercado. Con su implementación, esperan un salto en la operatoria de estos activos financieros, que en el último año creció de la mano de la digitalización pero que tiene un desarrollo aún incipiente para las costumbres de este tipo de firmas.
Junto a los recurrentes problemas macroeconómicos y a la caída del consumo, la acotada dimensión del mercado de capitales doméstico es una de las principales trabas para la inversión productiva. Es por eso que, además de impulsar líneas de crédito bancarias a tasas subsidiadas para fomentar la digitalización y la incorporación de tecnología 4.0, el Gobierno puso el foco en simplificar el acceso de las pymes a la Bolsa. Allí, las firmas pueden acceder a financiamiento con tasas de interés promedio negativas, como ocurrió durante los últimos tres meses (en abril promedió el 31% para el descuento de cheques).
Lo cierto es que la crisis que atraviesa el país desde 2018, profundizada por la pandemia, deterioró los balances y la situación de corto plazo de las empresas, lo que empeoró la posición de las pymes como sujeto de crédito para los bancos, que es adonde habitualmente van en busca de fondeo. En el sistema bancario, los requisitos son mayores en términos de avales y garantías. Además, en condiciones normales, las tasas suelen ser más elevadas que en el mercado de capitales. Pero las políticas impulsadas por el Gobierno en el marco de la coronacrisis modificaron transitoriamente esa situación: las líneas de crédito a tasas subsidiadas y las garantías del Fogar dieron como resultado un salto inédito del otorgamiento de préstamos para paliar la pandemia que alcanzó un total de $1,1 billones en los últimos doce meses (la mitad en la línea para mipymes). El crecimiento comenzó a revertirse en los últimos meses.
Con todo, y a pesar de ser un fenómeno aún incipiente, el fondeo pyme en el mercado de capitales tuvo una importante expansión en el último año. Según datos del Mercado Argentino de Valores (MAV), en abril se negociaron $27.367 millones en cheques de pago diferido, pagarés y facturas electrónicas, 84% más que un año atrás. En el primer cuatrimestre, el monto ascendió a $84.810 millones.
La reforma
A través de la resolución general 888, la CNV puso en consulta pública una propuesta de modificación reglamentaria para la operación los principales instrumentos de financiamiento de las pymes en el mercado de capitales. El proyecto contempla, por un lado, la posibilidad de negociar cheques de pago diferido (CPD) cuyos libradores no cumplan con todos los requisitos establecidos para el análisis de riesgo, siempre y cuando los compradores sean informados de esa situación, sean inversores calificados y los instrumentos se negocien en un segmento especial y diferenciado.
Los CPD son un sistema de descuento de cheques en el mercado de capitales mediante el cual quien tiene cheques a cobrar en un futuro (por un plazo máximo de 360 días) puede adelantar su cobro vendiéndolos en el mercado para hacerse de liquidez. El comprador, en tanto, recibe un interés por la operatoria. Los cambios permitirán el acceso de muchas empresas que, por razones formales o de forma temporal, no estaban habilitadas.
Por otra parte, la iniciativa oficial promueve una importante reducción de los montos y plazos mínimos de emisión de los pagarés bursátiles, que son instrumentos de renta fija avalados por Sociedades de Garantía Recíproca (SGR). El piso de colocación pasará de $100.000 a $5.000, y el plazo mínimo disminuirá de 90 a 15 días. Según la CNV, esto posibilitará utilizar este instrumento “como un esquema de garantías para las operaciones de microcréditos”. Además, los pagarés podrán ser emitidos a favor de un tercero; hasta ahora solo se permitía la negociación de un pagaré propio.
“La intención es impulsar productos que potencien el crecimiento de las pymes y generar un aporte del mercado de capitales hacia la economía real”, señalaron desde la CNV. Más allá de que evitaron cuantificar el posible impacto de la medida, fuentes oficiales le dijeron a Ámbito que esperan que estas flexibilizaciones den “un fuerte impulso tanto a la negociación de CPD como de pagarés”.
Consultados por este diario, en el MAV, el mercado donde se negocian estos instrumentos, coincidieron en que “al tratarse de reformas que responden a necesidades que ya están presentes en el mercado rápidamente se van a transformar en operaciones y en aumento del volumen”. Su CEO, Fernando Luciani, señaló: “Estamos satisfechos del trabajo conjunto con la CNV dado que es central para lograr un mercado de capitales más profundo e inclusivo, pero también más profesionalizado”.