Licitará bonos para cubrir vencimientos por poco más de $ 300.000 millones, buena parte de ellos en manos extranjeros, que podrán ir al dólar CCL. El aumento de la tasa en EEUU y el efecto de las criptomonedas
Esta semana puede ser una de las más complicadas en lo que va del año porque el miércoles el Ministerio de Economía licitará bonos para cubrir vencimientos por poco más de $ 300 mil millones y apuesta a captar fondos con un menú amplio que resucita los bonos en pesos indexados por el dólar oficial (dolar linked) que vencen el último día de noviembre próximo.
Este instrumento solo lo adquirirán los que creen que el tipo de cambio va a ser devaluado antes de esa fecha donde el resultado de las elecciones definirá el futuro de la divisa. También pueden comprarlos los que buscan cobertura contra una devaluación. Los bonos más atractivos pueden ser los indexados por el CER que vencerán el 25 de marzo.
El problema, es que muchos de los bonos que tiene que cancelar están en manos de fondos extranjeros que van a querer cobrarlos y no los van a canjear por los títulos nuevos. Ellos quieren irse de la Argentina y los pesos que cobran los transformarán en dólares a través de operaciones de contado con liquidación, que obligarán al Banco Central a intervenir con fuerza con reservas en el mercado de dólares alternativos. Motivos para irse no les faltan, en particular porque la tasa de los Bonos del Tesoro norteamericano está subiendo y complica a los países de la región.
El escenario internacional no favorece a la Argentina. En el mercado overnite, donde operan las Bolsas de Occidente antes de su apertura, las de Nueva York estaban en bajas. Los tres principales índices perdían 0,20% promedio. Al no estabilizarse las acciones, los inversores se refugian en bonos del Tesoro que suben de precio y voltean a los de los países emergentes. En otras palabras, hoy podría cortarse el alza de los bonos de la deuda argentina.
La Bolsa acompañó ese movimiento optimista porque creen que el tema de los vencimientos de este mes con el Club de París por USD 2.400 millones será solucionado con una prórroga de 60 días o más. El Club de París para otorgar este “waiver” (perdón) pidió un acuerdo con el FMI. Todo indica que el Gobierno va a negociar con este organismo multilateral para no caer en default.
El resultado de estas negociaciones fue bien visto por el mercado que se lanzó a comprar bonos y los hicieron subir de manera importante al punto que el riesgo país perdió 31 unidades. En las últimas dos ruedas bajo 42 unidades y terminó la semana en 1.564 puntos básicos, después de haber tocado 1.606 puntos el miércoles.
De todas maneras, hubo un aumento en la intervención del Banco Central para presionar a los dólares alternativos a la baja. Al Banco Central vendió bonos por USD 2,7 millones nominales, cifra más elevada que los USD 600 mil de la rueda anterior pero muy inferior a los USD 24 millones con los que intervino en los días álgidos de abril.
Los que no subieron fueron los bonos CER a pesar del recalentamiento de la inflación. Pero los precios estaban adelantados porque muchos apostaron antes de que se conociera el 4,1% de suba del costo de vida de abril. Además, cuando la inflación es tan elevada tantos meses seguidos, comienzan a surgir los temores de que el Gobierno intervenga el Indec, un rumor que se propaga cada vez que dan a conocer el índice de inflación. Los antecedentes no ayudan a la actual gestión y menos en un año electoral.
En la licitación del miércoles, donde hay un buen lote de BONCER, se verá cuanta estima le tienen los inversores a este instrumento. Cabe recordar que, el 27 de enero de 2007, se intervino el INDEC y los Discount en pesos que cotizaban en ese momento a $ 152 entraron en un tirabuzón que en poco tiempo los llevó a $ 48. Con la normalización del INDEC, este Discount (DICP) que vence en 2033 aumentó notablemente el monto de negocios y es uno de los instrumentos más perseguidos por los inversores.
Las negociaciones de Alberto Fernández y Martín Guzmán en el exterior le devolvió la fe al mercado que pensaron que los títulos argentinos estaban en un piso al cual era conveniente comprarlos para asegurarse en el futuro tasas de retorno en dólares de entre 18 y 20% anual.
Pero en la semana se sabrá si esa negociación exitosa no se transforma en una derrota, porque desde el Instituto Patria podrían bajarle el pulgar a lo actuado y comprometer los pagos de la deuda a los organismos multilaterales.
Caer en default con estos organismos, es peor que no pagar la deuda privada. Las trabas que imponen a los movimientos del comercio exterior y a la Argentina en general son enormes porque los afectados son países y no bonistas privados.
Todas las bolsas occidentales anoche estaban en rojo, salvo las de Oriente que operaban con alzas importantes. El China A50 ganaba 3,4% y el Hang Seng de Hong Kong, 2,08%. El Nikkei de Japón era el único perdedor y estaba con una caída de 1,5%.
Criptomonedas
Las criptomonedas retomaron sus bajas. El domingo se convirtió en un día fatídico para este mercado. El Bitcoin cotizaba a USD 46 mil, después de haber tocado 44 mil. Pero el derrumbe más importante era el de Ethereum que hasta no hace mucho tiempo cotizaba por encima de los USD 4.000 y ahora estaba con una baja de 7% en USD 3.500. Dogecoin, la moneda ahora elegida por Elon Musk, era la gran ganadora y estaba alcanzando el nivel deseado de poco más de 50 centavos.
Si en las horas de la madrugada, los mercados occidentales no revierten su tendencia a la baja y las criptomonedas siguen en caída, va a haber complicaciones para las acciones y bonos de la deuda local y más presión sobre los dólares.
Si supera este obstáculo, el miércoles le espera el de la renovación de los bonos en pesos que requieren de una demanda importante de los inversores para que el Banco Central no tenga que cubrir con emisión, la diferencia entre los vencimientos y lo que se capte en la licitación. De todas maneras, los vencimientos del miércoles tienen un colchón de casi $ 50 mil millones que quedaron de la licitación anterior y pueden suavizar las exigencias de esta subasta donde Economía está dispuesto a subir las tasas de interés, porque muchos de los bonos se ofrecen sin un precio base.