La propuesta de ofrecer una garantía se transformaría en un pago inicial a cuenta de saldo en enero de 2015. Justifican que Axel Kicillof no hiciera mención de esas negociaciones por temor a que disparara la cláusula RUFO
La delegación argentina, encabezada por el ministro de Economía, Axel Kicillof, no llegó a un acuerdo con los acreedores de bonos, dijo el abogado Daniel Pollack, designado por el juez Thomas Griesa para mediar en las negociaciones entre el Gobierno argentino y los acreedores de bonos de deuda que no aceptaron los términos de los canjes de 2005 y 2010.
Sin embargo, los economistas consultados por Infobae destacaron que "el ministro no podía salirse del libreto y reconocer las gestiones que en las últimas horas iniciaron los bancos privados, porque podría interpretarse como un acuerdo voluntario avalado por el Gobierno argentino, y disparar la temida cláusula RUFO, que obliga a un tratamiento igualitario con el resto de los bonistas reestructurados".
"Algunos hablan de un acuerdo en horas en que los bancos argentinos pagarían en efectivo 30% ya y el saldo el 1 de enero de 2015, por una cifra que se reduciría de los u$s1.650 millones que surgió del fallo del juez Griesa, con intereses y punitorios, a unos 900 millones de dólares", indicó el ex presidente del Banco Central, Aldo Pignanelli.
El economista, Nicolás Dujovne, muy vinculado con el sistema financiero, fue el primero que a través de Twitter anticipó que "el acuerdo con los bancos y los holdouts ya está cerrado y se anunciaría en breve", aunque luego dudó de la inmediatez del cierre de las tratativas.
Al parecer, la conferencia de prensa que dio al cierre de la tarde el ministro Kicillof, en Nueva York, disgustó a los banqueros, y desactivó la posibilidad de un acuerdo inmediato entre holdouts y el sector privado.
Mientras que el economista y columnista de InfobaeTV, Luis Secco, destacó a Infobae que "si bien sorprendió que los banqueros no se hayan presentado a las reuniones con los holdouts, según dijo el ministro de Economía, puede atribuirse al propósito de no empantanar las negociaciones, porque se podría asociar a una estrategia del Gobierno".
Si bien venció el plazo de 30 días de mora de la deuda impaga el 30 de junio con los bonistas con jurisdicción Nueva York, los expertos destacan que el plazo legal para que la Argentina sea declarada formalmente en default se extiende hasta el lunes 4 de agosto.
Sobre esa base, se alimentan las expectativas que antes de esa fecha la Argentina pueda cumplir el pago del fallo, por la vía de un acuerdo entre privados, que no involucraría al Gobierno pero lo favorecería.
Consecuencias de que no se llegue a un acuerdo
El consenso de los economistas de consultoras privadas alertaron en los últimos días de que un nuevo default de la Argentina tendría efectos muy negativos sobre una actividad ya debilitada.
Hernán Lacunza, gerente general del Banco Ciudad, dijo a Infobae que "un escenario de cesación de pagos hasta fin de año derivará en más inflación, más recesión, más aumento del dólar libre, caída de reservas y mayor desempleo. Pero este es un juego de suspenso que puede cambiar repentinamente".
En la misma línea se expresó Luis Secco: "La consecuencia principal será sobre las expectativas y eso va a gatillar efectos de todo tipo, con impactos negativos sobre la credibilidad y la reputación. Nunca queda nada en limpio y sin heridas luego de estos episodios. Está claro que es una muestra más de falta de idoneidad y pericia. Pero siempre es posible esperar un cambio de actitud, porque, de lo contrario, es para estar preocupado".