El ministro de Economía anunció que se logró un puente de tiempo hasta marzo 2022. La medida Implica un alivio financiero para la Argentina de u$s2.000 millones.
El ministro de Economía, Martín Guzmán, anunció un entendimiento con el Club de París que permite un puente de tiempo hasta marzo 2022 para hacer frente a los compromisos del país con este organismo. Implica un alivio financiero para la Argentina de u$s2.000 millones hasta esa fecha, según señaló.
El Ministro se comunicó este martes por la mañana con el Presidente del Club de París, Emmanuel Moulin, donde se definieron los detalles del acuerdo.
“Hemos llegado a un entendimiento con el Club de París para obtener un puente de tiempo que nos permita no tener que enfrentar una situación de incumplimiento o default el día 31 de julio de este año”, anunció el titular del Palacio de Hacienda.
Precisó que, en el período de ocho meses, en lugar de hacerse frente a los aproximadamente u$s2.400 millones programados, se hará un conjunto de pagos que sumarán alrededor de u$s430 millones. Estimó que el primer pago se efectuará “el 31 de julio y el segundo el año próximo”. Asimismo anticipó que se elaborará un decreto para “readecuar las partidas presupuestarias”.
El entendimiento consiste en que la Argentina tendrá tiempo hasta el 31 de marzo del año 2022 para apuntar a una reestructuración más permanente con el Club de París, y que “la Argentina continuará haciendo esfuerzos para llegar a un entendimiento con el FMI que nos permita refinanciar el stock de deuda de u$s45.000 millones que el gobierno de Juntos por el Cambio tomó entre 2018 y 2019, que no fueron utilizados en modo alguno para aumentar la capacidad productiva de la economía”, dijo Guzmán.
Cabe recordar que el 31 de mayo pasado había vencido el pago de u$s2.400 millones que la Argentina adeuda al Club de París y contaba hasta fines de julio para pagar antes de entrar en default. Los principales acreedores son Alemania y Japón.
El ministro precisó que pagar los u$s2.400 millones que vencieron con el Club de París el 31 de mayo pasado “hubiese sido un golpe a las reservas internacionales y hubiese generado más inestabilidad cambiaria y macroeconómica en general”.
Pero, al mismo tiempo, alertó que “una situación de default también hubiese generado efectos desestabilizantes y de incertidumbre e imprevisibilidad que en este contexto harían particular daño”.
Guzmán dijo que “continuaremos dando pasos para tranquilizar la economía bajo el liderazgo de quienes conducen nuestro frente. Para empezar, el presidente Alberto Fernández, la vicepresidenta, Cristina Fernández de Kirchner; de la mano del Congreso, como lo hemos venido haciendo en todo el proceso de reestructuración de la deuda con los acreedores privados”.
“También -afirmó – hemos venido trabajando con la Cámara de Diputados con el presidente de la Cámara Sergio Massa y con el jefe del bloque del Frente de Todos, Máximo Kirchner. Seguiremos buscando resolver todos los problemas que se habían dejado a la economía argentina tanto en el frente financiero como en el frente real de modo de tener un país con una estructura económica que sea capaz día a día de generar más trabajo, agregar valor en la economía y desenvolverse en un ambiente estable de tranquilidad para las personas, hogares y empresas. Y que esto se haga de una manera federal para que las capacidades de desarrollo se repartan en todas las regiones”.
El ministro sostuvo también que “estamos llevando a cabo un conjunto de negociaciones internacionales que buscan crear condiciones de previsibilidad propicias para que la Argentina pueda sostener la recuperación económica y apuntar a los objetivos de creación de empleo, reducción de la inflación, reducción de la pobreza y crecimiento de la actividad”.
A su juicio, una “mayor carga de deuda en dólares significa menores posibilidades de crecimiento de la producción, mayores presiones sobre la inflación. De modo que poder resolver los compromisos de deudas en dólares insostenibles, ayudará al país a poder resolver todos sus problemas económicos y sociales”. Y enfatizó “resolver la cuestión de las deudas insostenibles es un pilar fundamental en el proceso de tranquilizar la economía”.
Sin fecha con el FMI
Guzmán aseguró que “continuaremos trabajando de manera constructiva con el FMI. Este horizonte de tiempo nos da mayor certidumbre. La fecha del 31 de marzo de 2022 no quiere decir de modo alguno que tenga que ver con objetivo de acuerdo con el FMI; nuestro objetivo es tener un buen acuerdo, cuanto antes mejor, pero la prioridad es que sea bueno”.
Reiteró que continua el dialogo con el organismo multilateral y anticipó que mantendrán reuniones presenciales en oportunidad de encontrarse a fin de julio en Italia en ocasión de la reunión del G20.
La postergación con el Club de Paris hasta el año que viene también refuerza la impresión de algunos analistas de que el acuerdo con el Fondo también se podrá concretar pasadas las elecciones. El ministro volvió a ratificar que una vez alcanzado un acuerdo este deberá ser ratificado por el Parlamento.
Alivio fiscal
Como consecuencia de las excepcionales liquidaciones del sector agropecuario, superiores en u$s10.000 millones con relación al año pasado, y las restricciones al giro de divisas al exterior, el Banco Central estuvo recomponiendo sus reservas.
Según estimaciones de distintas consultoras, rondan entre los u$s7.000 y los u$s8.000 millones las reservas netas, mucho más que las cerca de u$s3.000 millones que tuvo como mínimo, pero igualmente bajas (no alcanzan a dos meses de importaciones). De ahí la importancia de la refinanciación lograda con el Club de París, explican los especialistas.
Un default con este organismo hubiera sido muy costoso para el país. Según el ex viceministro de Economía Emmanuel Álvarez Agis, hubiera significado la aplicación de forma retroactiva la ‘tasa final’ de 9% sobre los saldos adeudados, intereses básicos e intereses compensatorios impagos desde mayo de 2014 hasta la fecha de ruptura del acuerdo. “Esto implicaría un incremento de la deuda argentina de aproximadamente u$s2.000 millones”.
En tanto, en los mercados la noticia de la prórroga en el vencimiento fue recibida como una noticia favorable e interpretaron que “los países acreedores ejercieron presión para llevarse algún pago, ante la certeza que la Argentina no cancelaría los u$s2.400 millones”.
Los analistas además están expectantes por más detalles del entendimiento anunciado. Particularmente, cuándo la Argentina hará el pago y qué sucede con los intereses del acuerdo original.