El aporte del agro empieza a mermar. Exportadores ingresaron la semana pasada menos de u$s 100 millones por día por primera vez en siete semanas
Mientras las expectativas de devaluación crecen, el dólar oficial baja. Ayer el dólar mayorista, que opera bajo estricto control del Banco Central (BCRA), retrocedió una milésima de peso hasta los $ 8,22, en una rueda en el que los límites al acceso a divisas por parte de privados ayudaron a la autoridad monetaria a terminar con un saldo comprador de u$s 30 millones a pesar de que la oferta de divisas por parte de exportadores retrocede. Las reservas subieron u$s 2 millones y quedaron en u$s 28.958 millones. El blue se mantuvo en torno a los $ 12,80.
Durante la semana pasada los exportadores agropecuarios ingresaron al Mercado Único y Libre de Cambios u$s 474,8 millones, un promedio de algo menos de u$s 95 millones al día, según datos publicados ayer por la Cámara de la Industria Aceitera-Centro de Exportadores de Cereales. Es una baja del 7% respecto a la semana previa el menor ingreso de sojadólares en siete semanas. A fines de junio el promedio llegó a los u$s 150 millones.
Según operadores, la oferta de divisas por parte de exportadores sufrió una baja notoria tras el fracaso de las negociaciones entre la Argentina y los fondos buitre para eludir un default generado por vía judicial. Con la posibilidad de salir a conseguir deuda en el exterior cerrada en forma definitiva, para un mercado que se había acomodado a esa expectativa, las especulaciones cambiarias arreciaron.
“Los exportadores están interesados en retrasar las ventas, porque la soja es un activo dolarizado y los cubre en caso de un salto, mientras que los importadores tratan de apurar todo lo posible cada compra que tenían planificada, para ahorrarse el costo futuro de nuevas compras", resumieron en un banco.
La estrategia del BCRA en este contexto ha variado. Tras el default hizo subir al dólar 6 centavos en sólo 3 ruedas, para luego subirlo sólo 1 centavo más en las cinco ruedas siguientes.
La otra pata de la estrategia de Fábrega en el mercado cambiario ha sido reprimir, dentro de los márgenes que puede manejar, la demanda. La autoridad monetaria posterga y arma un cronograma de acceso al mercado para privados que ya cuentan con una declaración jurada anticipada de importación para reducir la presión sobre el dólar.