A través de un informe, desde la entidad dieron a entender que tienen una artillería amplia para evitar cualquier cimbronazo cambiario. Esto incluye un amplio poder de fuego para operar en futuros
Cuando faltan ya menos de tres semanas para las PASO, el Banco Central salió a marcar la cancha en materia cambiaria. En su informe de Política Monetaria buscó alejar fantasmas relacionados con la presión dolarizadora típica de la previa electoral. “En los últimos nueve meses, hemos recompuesto nuestros stocks y perfeccionado la regulación cambiaria, incrementando el poder de fuego para preservar la estabilidad cambiaria”.
En ese sentido, la entidad que preside Miguel Pesce señaló que cuenta con “una posición robusta” para enfrentar eventuales episodios de mayor volatilidad financiera. Además, remarcó que estos episodios coinciden “típicamente con períodos electorales”.
El estudio enfatizó que luego de marcar un mínimo de USD 38.600 millones en diciembre pasado, el BCRA acumuló reservas por un monto de USD 3.400 millones. Claro que a esa cifra ahora se le agregaron otros USD 4.300 millones que acaba de distribuir el FMI como parte del proceso de ampliación de capital. Esto llevó a las reservas internacionales a USD 46.300 millones. Sólo una parte es efectivamente utilizable por la institución para intervenir en el mercado cambiario, aunque esto es un aspecto que ni siquiera se menciona. Tampoco se hace referencia a que la mayor parte del desembolso del Fondo se utilizará para cancelar deuda con el propio organismo.
Si bien el Informe de Política Monetaria alude al segundo trimestre, en realidad el Banco Central procura enviar un mensaje para lo que se viene: un período de alta volatilidad y presiones cambiarias en medio del proceso electoral. El mensaje pasa por dos ejes: están las reservas para calmar cualquier presión devaluatoria y, al mismo tiempo, funcionan de manera satisfactoria las nuevas regulaciones que procuran limitar el acceso de inversores al mercado cambiario. El peligro es que ante las trabas para operar en el “dólar MEP” y el “contado con liquidación” sigan en aumento las distintas brechas cambiarias, que según la comparación se ubican entre el 70% y el 80% respecto al tipo de cambio oficial.
Además, el informe del BCRA enfatizó que cuenta con un “amplio margen” para intervenir en el mercado de futuros de dólar. “Esto posibilita contener cualquier distorsión que pudiera generarse en las expectativas de depreciación y tasas de interés que surgen de esos contratos”.
“El perfeccionamiento de las regulaciones cambiarias asegura el normal funcionamiento del mercado de cambios, evitando que se repitan ciertas tensiones cambiarias que tuvieron lugar durante 2020 en el medio de la pandemia”, agregó.
-Con un déficit fiscal más acotado y financiado en una mayor proporción por el mercado, la expansión monetaria primaria vinculada al sector público en los primeros siete meses del año se ubicó en niveles similares a los de años previos, excluido el 2020.
-El BCRA continuará con su política de administración del tipo de cambio, propiciando que la dinámica cambiaria siga contribuyendo a consolidar la baja en la inflación.
-La política monetaria seguirá enfocada en absorber los esfuerzos anticíclicos de manera de preservar los equilibrios monetario y financiero, asegurando las condiciones necesarias para que el proceso gradual de reducción de la tasa de inflación continúe
-Estas políticas macroeconómicas se seguirán acompañando de otras más específicas impulsadas por el Gobierno Nacional, tanto en el ámbito de las políticas de ingresos como en la regulación de ciertos mercados con formación de precios no competitivas.