La estrategia financiera que acompañará el cambio de pago está en plena elaboración. La CNV tendrá que cubrir a Nación Fideicomisos a la hora de transferir los dólares a bonistas
A diferencia del 2013, cuando la reapertura del canje y la posibilidad de pagar la deuda reestructurada en Buenos Aires contó con el apoyo de la oposición, el Gobierno sabe que ahora deberá navegar esas mismas aguas casi en total soledad. Esta semana, el Congreso comenzará a debatir la propuesta oficial para cambiar al Bank of New York como agente de pago y habilitar el cobro de los bonos en Buenos Aires. El kirchnerismo le aseguró a la Casa Rosada que tienen los votos para garantizar una sanción express, pero si eso no se traduce en un respaldo real en el mercado financiero, la ley se volverá letra muerta.
El Gobierno, en ese sentido, espera mostrar algunas cartas favorables que lo ayuden a equilibrar la falta de avales políticos, más allá de los propios. Ayer logró sembrar un primer gesto de apoyo. David Martínez, titular del fondo de inversión Fintech, anticipó que está dispuesto a colaborar en una solución ‘a la Argentina’, que eluda los efectos del fallo Griesa y reestablezca la cadena de pagos de la deuda soberana.
El interés de Martínez es doble, porque según reveló en una entrevista que concedió al diario Página 12, Fintech tiene tanto títulos de deuda reestructurada como en default, con lo cual también aceptaría esperar a que se negocie una "“solución definitiva"” a partir de que en 2015 venza la cláusula RUFO.
Para el financista, el rol de Nación Fideicomisos es uno de los eslabones más débiles de la propuesta oficial. En su visión, el Banco Nación debería depositar los pagos a la Comisión Nacional de Valores, quien sería en definitiva la responsable de hacer llegar los dólares a los tenedores de bonos. También admite como probable que Euroclear (que tiene oficinas en Nueva York) se resista a pagar sin autorización de Griesa, anticipando que eso despertará nuevos litigios de bonistas y el propio Estado, a los que se sumarán otros en EE.UU o Londres, si hace falta.
El economista Martín Redrado, uno de los asesores de Sergio Massa, planteó ayer sus dudas sobre este factor, dada la falta de experiencia en la materia de la empresa del BNA. Redrado explicó que “"el abanico de opciones para superar la situación actual no es amplio para este Gobierno, dada su escasa credibilidad y el despilfarro por el que transita la política económica”". Por eso consideró que la iniciativa para la deuda es un "“salto al vacío"” y que solo se busca que el Congreso apruebe un cheque en blanco.
El CEO de Fintech (que espera convertirse en nuevo dueño de Telecom Argentina a partir de septiembre, cuando se firme con Telecom Italia el contrato de venta por u$s 960 millones) dio una pista cierta sobre la iniciativa oficial: los bonos en moneda extranjera pero con legislación local que el Gobierno ofrecerá a quienes opten por este canje, serán “reversibles”. Esto significa que los títulos originales con legislación Nueva York quedarían depositados en el fideicomiso, con lo cual los tenedores originales tendrían la chance de reestablecer la opción original de 2005 cuando se solucione el pago en el exterior.
Con este mecanismo, que no está explícito en el proyecto de ley que el Senado comenzará a discutir este miércoles, se busca tentar un poco más a los tenedores de deuda reestructurada, ya que la propuesta argentina sería transitoria. El bono que recibirían a cambio no estaría alcanzado por el criterio de pari passu que fijó Griesa. También se relativizaría el peso que tendría el Banco Nación como agente de pago.
Septiembre será clave para esta pulseada. El 18 la Cámara de Apelaciones de Nueva York evaluará si libera al Citibank pagos retenidos de bonos con ley local. El 30 es el próximo vencimiento. Para esa fecha o hay pago local, o más default.