A pesar de que el gobierno se muestra satisfecho con las licitaciones de títulos públicos, algunos rumores en el mercado son una señal de que la situación financiera sigue siendo compleja
El rumor era muy fuerte y nacía de bocas creíbles. El mercado hablaba del vencimiento de un bono dollar linked (atado al precio del dólar oficial), el Bonte 2021, que vence el 30 de noviembre, poco después de las elecciones de medio término. El total a pagar, de acuerdo a la devaluación acumulada a la fecha, es de $ 2.300 millones y aseguran que el Gobierno va a hacer una propuesta de canjearlo por un nuevo bono para no tener que cancelar la totalidad del vencimiento. No va a ser un reperfilamiento o default porque ese canje sería voluntario, pero en tiempos sensibles lo parece porque se nota la imposibilidad de pago.
El problema cuando no se puede no renovar un vencimiento de deuda está reflejado en este bono. El Tesoro está atado a una renovación permanente porque no tiene fondos y el cupo de emisión está agotado. El título que vence en menos de dos meses, es una radiografía de la apremiante situación financiera, a pesar de que en el Gobierno estuvieron satisfechos con el resultado de la licitación del martes que les permitió renovar todos los vencimientos. También con la licitación de ayer, la de los integrantes del programa de Creadores del Mercado (13 bancos y cuatros firmas de operadores de Bolsa) que participaron de la otra ronda de bonos y lograron acrecentar la recaudación del día anterior en $ 12.317 millones, que salvó al Tesoro de acudir al Banco Central para que emita pesos.
Por otra parte, los títulos de la deuda externa con legislación extranjera sobresalieron porque recuperaron hasta 2,5% de su valor y redujeron el riesgo país en 36 unidades (-2,2%) a 1.593 puntos básicos. Fue la primera gran reacción tras la gran caída de 8% que sobrevino después de la reacción inicial post PASO y sacó al riesgo de la zona de los 1.600 puntos.
La Bolsa también tuvo una buena rueda y los negocios se duplicaron a $ 765 millones. El S&P Merval, el índice de las acciones líderes, subió 1,03% después de estar 1,64% arriba en una rueda con alta volatilidad. Las acciones de mejor comportamiento fueron las de Pampa (+5,06%), Transportadora Gas del Sur (+3,71%) y Banco Macro (+2,66%).
Los ADR’s -certificados de tenencia de acciones que cotizan en las Bolsas de Nueva York- soportaron una reducción en el monto de operaciones por lo negativo del mercado norteamericano y negoció apenas $ 2.036 millones. La rueda fue mixta, pero con una leve mayoría de alzas entre las que sobresalieron las de Pampa Energía (+4,9%), Transportadora Gas del Sur (+3,3,8%) e IRSA Propiedades Comerciales (+2.8%).
Donde no hubo concesiones fue en el mercado cambiario. El Banco Central tuvo que asistir a la plaza de una forma que no deseaba y le impidió reducir el ritmo de intervenciones. Saben que, si siguen vendiendo dólares en estas cantidades, les será difícil llegar a fin de noviembre con un nivel de reservas disponibles adecuado porque, si bien hay elecciones ese mes, la vida sigue y hay demasiados vencimientos del exterior.
Por caso, para calmar al MEP en el mercado oficial donde interviene a través del bono AL30D, tuvo que deshacerse de USD 44 millones, un volumen demasiado elevado para un super cepo. Para conseguir los mismos resultados, cada día debe intervenir con más dólares. Esta vez logró bajar el MEP a $ 174,64 (+24 centavos respecto a la rueda anterior) y el contado con liquidación, que casi no tuvo operaciones porque las nuevas regulaciones lo limitan al extremo, cerró en $ 174,74 (+25 centavos).
Pero contra el bono GD30 donde el MEP se negocia libremente, el precio fue de $ 179,50, una leve baja de $1,50 frente a la rueda anterior.
El contado con liquidación, que se hace fuerte en el Senebi, la plaza donde el operador negocia directamente con el cliente sin que aparezcan los precios en las pantallas. El dólar se pagó hasta $ 195 cuando se negociaron contra acciones del Banco Galicia, o sea aumentó $ 1 respecto al día anterior lo que muestra que los fondos del exterior no participaron de la licitación de bonos de la deuda y los canjearon por los llamados “dólares fuga”. Cuando las operaciones tuvieron como instrumento las Letras de Descuento que vencen a fin de mes en el contado inmediato se negociaron a $ 192,15.
La brecha entre el MEP y el contado con liquidación, que marca el precio del cable, sigue exageradamente amplia y el costo de mandar dinero al exterior continúa por encima de 6%.
El “blue”, que gran parte de la rueda se negoció a $ 187,50, cerró al mismo valor del día anterior -$ 187- porque cedió sobre el final ante la aparición de los vendedores de fin de mes.
La gran pérdida, se padeció en la plaza mayorista donde el dólar subió 6 centavos a $ 98,73 y el Banco Central tuvo que vender USD 62 millones para satisfacer la demanda de los importadores.
Estas ventas y las intervenciones en el dólar financiero, hicieron que las reservas se redujeran en USD 90 millones a 42.984 millones y están a pocos pasos de perforar el piso de los USD 40 mil millones.
La plaza de futuros se recalentó a pesar de las ventas del Banco Central. La suba del dólar a fin de enero a $ 118,20 marca una brecha con diciembre de 5,5% y es una señal de la devaluación esperada.
Nada indica que la tensión que hay en el mercado cambiario pueda ceder. Ni siquiera la Bolsa y los bonos de la deuda en alza, sacaron a los inversores de su obsesión de cobertura en dólares.