Un estudio de la Bolsa de Comercio de Rosario cuantificó la contribución del sector durante el 2020 en términos directos y también a través de sus multiplicadores sobre la economía
Un trabajo realizado por economistas de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR) reflejó los datos más destacados de 2020, en momentos de pandemia del coronavirus, sobre el aporte realizado por la cadena agroindustrial a la economía nacional, un sector que fue declarado como esencial y que se transformó en uno de los que mejor nivel de actividad registró.
Uno de los principales aportes del año pasado fue la generación de divisas por exportación: la cadena agroindustrial aportó 2 de cada 3 dólares que ingresaron al país. Además significó 1 de cada 5 pesos de recaudación de impuestos del Estado Nacional, 1 de cada 5 puestos de trabajo y 17% del PBI.
El estudio de la BCR precisa que el sector primario y las cadenas agroindustriales y agroalimentarias engloban actividades agrícolas, ganaderas, forestales, pesqueras, frutihortícolas, entre otras economías regionales. La agroindustria incluye también la comercialización e industrialización de sus productos para abastecer a la creciente población mundial. El agro se erige como el medio de vida de gran parte de la población argentina y es un creador de trabajo de alcance federal.
1-Recaudación
Según el informe, durante el 2020 las cadenas agroalimentarias y agroindustriales generaron una recaudación tributaria para el Estado Nacional de $ 1.474.788 millones, lo que equivale a USD 20.940 millones tomando el tipo de cambio oficial promedio del año.
A todo esto, teniendo en cuenta que la AFIP informó una recaudación total en el período analizado por los economistas de la entidad rosarina de $ 7,2 billones, el campo y las cadenas agroindustriales habrían representado 20,4% del total. El impuesto de mayor incidencia en la tributación del sector fue, igual que en el 2019, el IVA, con 32,3% del total, unos $ 476.297 millones.
Los derechos de exportación, o retenciones, ocuparon el tercer lugar del podio de impuestos por recaudación, con 22,5% del total aportado, $ 331.506 millones. En 2019 el aporte había sido de $358.070 millones. “Esto se debe a la forma en que las retenciones son liquidadas. Independientemente de cuándo sean efectivamente exportados los distintos productos, los DEX se pagan a los 5 días de declarada la venta al exterior. En el año 2019 ocurrió que, ante la incertidumbre política causada por el año electoral, se registró un elevado volumen de Declaraciones Juradas por Ventas al Exterior (DJVE) de mercadería de la cosecha nueva, es decir, por adelantado, lo cual “infló” la recaudación por DEX para aquel año”, señalaron los economistas.
2-Empleo
En la otra parte del aporte de las cadenas agroindustriales aparece el empleo, cuyo total estimado durante el primer trimestre del presente año fue de 3.139.108 puestos de trabajo, representando el 18,5% del empleo privado del país. De este total, 1.281.079 personas (el 41%) están empleadas en el sector primario, 1.108.101 lo están en el sector secundario (el 35%), 512.517 (el 16%) en el comercio mayorista y/o minorista de productos alimentarios y 237.411 (el 8%) personas están empleadas en el transporte de cargas.
Por otro lado, el informe de la Bolsa de Rosario señaló que de la producción primaria, el 93% de los ocupados corresponden a las cadenas agroindustriales y agroalimentarias. Del sector manufacturero, el 44% del empleo del está relacionado a los complejos agroindustriales, mientras que el 14% del empleo en el comercio mayorista y minorista es atribuible a las cadenas agroindustriales. Por último, el 21% del empleo en el sector transporte está asociado directa o indirectamente a las cadenas agro.
3-Divisas
El sector agropecuario, parcialmente aglomerado en la cuenta Agricultura, Silvicultura y Pesca de las cuentas nacionales, reviste una importancia fundamental al aportar divisas para la sostenibilidad de las cuentas externas argentinas.
“Este elevado nivel de exportaciones netas de las cadenas agroalimentarias argentinas da oxígeno a la balanza de pagos. La muy pequeña proporción de importaciones sólo es inferior en algunos sectores de servicios, por definición no transables, como los servicios financieros, educación, hotelería y actividades inmobiliarias”, comentaron los economistas.
4-Efecto multiplicador
El sector agropecuario también cumple un rol fundamental en el estímulo de actividad económica. Por cada $1 que sube la demanda de bienes finales del sector Agricultura, silvicultura y pesca, la actividad económica crece en $1,64, de acuerdo con la matriz insumo-producto desarrollada para Argentina por la OCDE. Esto se debe a los múltiples encadenamientos y efectos multiplicadores que genera el sector en el resto de la economía. Como referencia, este valor se encuentra por encima de los efectos que genera la administración pública y la mayoría de los sectores de servicios.
Los efectos multiplicadores son aún mayores en el sector Productos alimenticios y bebidas. Se estima que por cada $1 de incremento en la demanda de este tipo de bienes, la actividad económica crece $ 2,14 exhibiendo por tanto mayor dinamismo para impulsar el crecimiento de la economía que sectores como textiles, construcción, farmacéuticos y de productos electrónicos, entre otros.
5-PBI
Pese a la caída del 5% en el Valor Agregado Bruto de la cadena agropecuaria en el 2020, la participación de la agroindustria en el PBI argentino creció al 17%, un máximo más de 20 años. El desplome del petróleo arrastró consigo a los biocombustibles, y muchos proyectos de inversión quedaron relegados a la espera de un panorama más alentador. El sector agroindustrial no resultó ajeno al contexto global, y el Valor Agregado Bruto (VAB) de la cadena agropecuaria sufrió un revés del 5 por ciento. Por ser una actividad esencial, la caída fue significativamente menor a la de otras actividades, lo que resultó en un aumento en la participación del agro al 17% del PIB en 2020, el nivel más alto desde que en 2002 se inició este registro.
Respecto al VAB agropecuario en el 2020, la cadena de la soja (la más importante de las cadenas agro) explica gran parte de esta caída. Menor intención de siembra, déficit hídrico, menos producción, y la complicada situación de la industria del biodiésel en plena pandemia contribuyen a explicar este resultado.