El mes pasado el Banco Central transfirió otros $ 95 mil millones el último día, en concepto de adelantos transitorios, y cerró octubre con casi $ 353.000 millones. La movida contable llevada a cabo con los Derechos Especiales de Giro le permitió a la autoridad monetaria extender sus posibilidades.
Las necesidades de gasto del Gobierno siguen recalentando la emisión monetaria, que cerró octubre en niveles máximos para 2021. El último día del mes pasado, el Banco Central le envió al Tesoro $ 95 mil millones en concepto de adelantos transitorios.
De esta forma, la asistencia de la autoridad monetaria al Ministerio de Economía alcanzó los $ 352.712 millones durante el décimo mes del año. De esa cifra, tan solo $ 17.712 millones corresponden a giros de utilidades y el resto fueron adelantos.
En el total de 2021, el Gobierno ya recibió $ 1,313 billones de asistencia. De ese total, $ 982.712 millones corresponden al segundo semestre.
«El financiamiento monetario neto al Tesoro alcanzó a 2,8% PIB en 10 meses de 2021, nivel que sólo es superado por 2020», destacó Gabriel Caamaño, director de la consultora Ledesma.
Al netear el financiamiento, se excluye una columna que aparece en el Excel del Banco Central denominada «resto», en la cual aparecen, por ejemplo, pesos que aún están en las cuentas que tiene el Tesoro en el BCRA.
Si bien los giros al Tesoro son la principal fuente de emisión, no son la única: en 2021 los pesos emitidos para pagar intereses de Leliq y pases suman $ 1,062 billones y están en curva ascendente: durante el último mes esta emisión endógena llegó a $ 118.032 millones.
Sin embargo, los pasivos remunerados siguen siendo necesarios para el BCRA, ya que le permiten absorber el exceso de emisión. En octubre el Gobierno logró una absorción de $ 245.802 millones a través de esta vía. En tanto, la suma de pases y Leliq llegó a $ 4,442 billones a fines mes, generando más emisión endógena. El stock de pasivos remunerados creció 5,95% en el punta a punta del mes.
Días atrás, cuando El Cronista consultó al Banco Central acerca del crecimiento de la Base Monetaria (que hoy se encuentra en $ 3,009 billones), allí explicaron que se «sigue la evolución del circulante y de M2 privado (dinero transaccional, es decir, neteando cuenta corriente remunerada de los fondos comunes de inversión). Ese circulante se encuentra debajo de los promedios históricos».
n línea con estas declaraciones, agregaron que «la Base Monetaria es un muy mal indicador, porque está muy afectada por cambios regulatorios. Encajes, deducciones, entre otros, distorsionan. El M2 y el circulante se encuentran debajo del promedio de 2010 – 2019, medido contra PBI».
Además, enfatizaron que la emisión monetaria «no es equivalente al circulante en poder del público» y que parte de la emisión es absorbida por el propio BCRA, «a través de Leliq y pases».
También resaltaron que el M3 privado creció más que los medios de pago durante la pandemia y que actualmente se mantiene por sobre el registro promedio entre 2010-2019. «Este comportamiento se explicó por la demanda de depósitos a plazo, que actualmente se ubica en un nivel históricamente elevado (6,8% del PBI)», subrayaron.