El BCRA recurrió a préstamos del Banco de Basilea para maquillar la caída de las reservas. La era del utilizar el control de cambios como ancla para el alza de precios parece llegar a su fin
El destino del dólar desde hoy está en manos privadas y parecer ser de suba. El Banco Central perdió en los últimos tres días de la semana pasadad la fortaleza para contenerlo. Quemaron las naves porque el presidente Alberto Fernández, dio orden de calmarlo a cualquier precio. Nadie ganó una elección con dólar e inflación en alza.
La mesa de dinero de la entidad que preside Miguel Pesce consiguió el último día de la semana pasada bajarlo de manera artificial. Se jugaron hasta lo que no tenían para que cierren en calma. De hecho, en tres días esta batalla del dólar consumió más de 20% de las reservas de libre disponibilidad y obligó a tomar un préstamo del Banco de Basilea (BIS) caucionando las acciones que tiene en la entidad que es el Banco Central de los bancos centrales del mundo. Es un préstamo de corto plazo y de tasas inferiores a las del mercado.
Con esos dólares, maquillaron el desgarramiento de las reservas de más de USD 600 millones en 3 días contando las intervenciones en el mercado libre y oficial del contado con liquidación y dólar MEP. Por eso, el jueves y viernes subieron mágicamente. El miércoles habían perdido USD 89 millones. El lunes comienza sin ese poder de fuego y la sensación de haber despilfarrado el bien más escaso y que más necesario será en el futuro cercano, el dólar.
Por eso, la devaluación ahora tiene más chances que antes y comenzó el fin del anclaje. El mercado de futuros del dólar, que tuvo subas de hasta 0,30% porque los compradores superaron las fuertes ventas del Banco Central en los fines de mes clave, anticipó lo que va a suceder. También a cuenta del resultado electoral, el viernes subieron los bonos atados al dólar oficial (dollar linked). El TV22 y el TV23, a pesar de su alta valuación, subieron 0,60% y desde hoy son los bonos más codiciados.
El “blue”, que bajó $ 6,50 y cerró en $ 200 porque aparecieron fuertes y extrañas órdenes de venta para un mercado tan chico, está agazapado para retomar su camino de subas.
El dólar post comicios va a tener más fuerza porque encuentra a un Gobierno débil, sin soluciones distintas a los controles, dispuesto a emitir más dinero y sin reservas para enfrentar los vencimientos de la deuda mientras no arregle con el FMI. Los negociadores ante el organismo internacional quedan debilitados. La clave está en la continuidad de Martín Guzmán en el ministerio de Economía. Después de esta derrota, en el área económica no hay intocables.
El mercado se va a cubrir con el dólar porque siempre apuesta a las hipótesis de máxima. El domingo por la noche, con los resultados a la vista y el discurso del Presidente anunciando que enviará un proyecto de ley con las pautas acordadas con el FMI, algunos operadores advirtieron ante Infobae que en el mercado no se descarta la noción de una radicalización económica del Gobierno. “El kirchnerismo va a decir que perdieron porque no lo dejaron hacer las cosas a su manera”, señaló uno de ellos.
Por supuesto, el mercado anticipó la derrota comprando dólares, pero esa demanda no se reflejó en los precios por la intensa intervención del BCRA. Los compradores ahora agradecen que en los últimos días le hayan subsidiado el dólar: compraron más barato de lo que pensaban.
La suba de los dólares hará que el precio de las acciones cotice menos medidos en divisas y alimentará la demanda de quienes apuestan a que, en el futuro, las empresas recuperarán ese valor en dólares. Las preferidas serán las que trabajan para la exportación porque el mercado cree que se devaluará y que puede haber desdoblamiento cambiario.
“La historia se repetirá. Comenzarán a acelerar el ritmo de devaluación para no quedar lejos de la inflación. La estrategia no les dará resultado porque los exportadores, al ver que cada día el dólar oficial sube más, esperarán para liquidar sus divisas. Entonces, como ocurrió siempre, habrá una devaluación one shot y ahí podrán aparecer los dólares de la exportación, pero al costo de una inflación enardecida”, vaticinaba otro de los operadores consultados.
El precio de los bonos en dólares de la deuda, anticipaba la derrota. Ahora están en un piso. Un paso más y entran en terreno de default. Eso puede ser una oportunidad para poner algo de riesgo en las carteras porque sus rendimientos son de casi 20% en dólares.
Lo cierto que a partir de hoy la inflación y el dólar irán de la mano. En el pasado, la inflación la contuvo el Indec intervenido que, a pesar de maquillar la suba de precios, no pudo evitar una devaluación de 50% de enero de 2014. Este escenario se repite. El dólar seguirá siendo el refugio en los nuevos tiempos donde la volatilidad será una marca registrada.