Un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario reflejó que en la actualidad Brasil exporta una tonelada de carne por cada cinco de maíz, mientras que nuestro país despacha una tonelada de carne por cada cuarenta de maíz
Argentina logró incrementar en las últimas dos décadas su producción de maíz, aunque no consiguió impulsar una transmutación al agregado de valor a través de la generación de carne vacuna, una meta que sí cumplió Brasil. Según un informe de la Bolsa de Comercio de Rosario (BCR), en la actualidad Brasil exporta una tonelada de carne por cada cinco de maíz, mientras que nuestro país despacha una tonelada de carne por cada cuarenta de maíz.
El crecimiento de Brasil, según los especialistas de la Bolsa de Rosario, se atribuye a la estabilidad macroeconómica y a un sistema tributario que, lejos de castigar a quien produce, lo promueve con diferentes incentivos fiscales. De esta manera en las últimas dos décadas las exportaciones de carne bovina, porcina y aviar crecieron casi siete veces. Si bien Brasil y la Argentina son los dos grandes proveedores de alimentos sudamericanos, pero, si bien comparten un perfil agroexportador, la composición de estas exportaciones es considerablemente diferente.
Argentina, es el cuarto productor mundial de maíz y el tercer exportador de estos granos, que en veinte años logró multiplicar 3,5 veces su volumen de exportaciones. Pero a diferencia de Brasil, donde las exportaciones de carne crecieron en mayor proporción que las del grano sin procesar, en Argentina los despachos cárnicos se multiplicaron por solo tres veces en este período, un volumen que se ubica por debajo del crecimiento que experimentaron las exportaciones del grano.
En tanto Brasil –tercer mayor productor mundial de maíz y segundo exportador de este grano a nivel mundial- en los últimos veinte años la producción maicera brasileña se triplicó, hecho que fue acompañado por grandes saldos exportables que llevaron a multiplicar por cinco las ventas de grano amarillo al exterior. Sin embargo, en Brasil no todo el crecimiento productivo doméstico derivó en exportaciones maiceras, sino que el maíz sirvió como insumo para potenciar el desarrollo de los sectores cárnicos, que gozaban ya de un fuerte arraigo en la actividad rural brasileña.
Exportaciones
El informe de la BCR detalló que Brasil pasó de exportar más carne que maíz en 1999 a despachar al exterior actualmente cinco toneladas de maíz por cada tonelada de carne vendida al exterior. “Si bien las exportaciones de la industria cárnica no pudieron seguirles el ritmo a los despachos de maíz, guardan una relación muy estrecha que es vital si se tienen en cuenta los precios pagados por uno y otro producto en los mercados internacionales. A modo de referencia, en el 2020 el valor medio de la tonelada exportada de maíz brasileño fue de USD 170, mientras que el precio promedio de las toneladas de carne exportadas fue de USD 2.300″, comentaron desde la BCR.
Además, señalaron que más allá de lo realizado por Brasil, “Argentina no pudo aprovechar el insumo para potenciar las exportaciones de productos de mayor agregado, como la carne”. También se hizo hincapié en el informe privado a los límites que le impuso al sector comercial la aplicación en la Argentina de distintas regulaciones que trabaron oportunamente el comercio exterior.
En ese sentido, se detalló que los despachos al exterior estuvieron en gran parte del período limitadas por cupos o altos derechos de exportación. En 1997, el país exportaba una tonelada de carne por cada 36 de maíz. Esta diferencia logró reducirse en los primeros años del nuevo milenio, pero actualmente se ubica en torno a las 40 toneladas de maíz por tonelada de carne exportada. “Esta composición exportadora priva a la economía argentina de capturar el valor agregado que deriva de transformar la exportación de proteína vegetal en proteína animal. En 2020, el valor medio de la tonelada exportada de maíz argentino fue de USD 160, mientras que el precio promedio de las toneladas de carne exportadas fue de USD 2.780″, concluyó el informe.