Por 39 votos a favor, 27 negativos y 2 abstenciones, la Cámara alta aprobó y girará a Diputados la denominada Ley de Pago Soberano que revoca, además, el mandato del Bank of New York Mellon (BONY) como agente fiduciario.
El Senado dio media sanción esta medianoche al proyecto de ley para cambiar el lugar de pago de la deuda reestructurada y revocar el mandato del Bank of New York Mellon (BONY) como agente fiduciario, para ofrecer una alternativa a los acreedores ante las trabas a los cobros impuestos por los fallos del juez Thomas Griesa.
La iniciativa fue aprobada por 39 votos a favor, 27 negativos y 2 abstenciones.
La discusión en el recinto de la Ley de Pago Soberano se inició cerca de las 15 con la exposición del miembro informante por el kirchnerismo, Aníbal Fernández.
Senadores de distintos bloques opositores manifestaron su rechazo a la norma impulsada por el Poder Ejecutivo.
El comienzo del debate se demoró dos horas ante la embestida de legisladores opositores que impulsaron el ‘apartamiento‘ del vicepresidente Amado Boudou como titular del cuerpo, acción que fue rechazada por el kirchnerismo.
El Gobierno necesita un veloz tratamiento y sanción definitiva de la ley antes del 30 de septiembre cuando se produce un nuevo vencimiento de deuda por unos 200 millones de dólares.
La ley en debate faculta al Ministerio de Economía a crear una cuenta en el Banco Central administrada por Nación Fideicomiso, que reemplazara como agente fiduciario al BONY, para depositar el dinero que les corresponde a los bonistas y así abrirles la posibilidad de que soliciten su giro desde Buenos Aires. Esta operación evitaría nuevos bloqueos por parte del juez Griesa.
A fin de obtener mayor consenso el oficialismo incorporó en el artículo 7 del proyecto a Francia como segunda plaza de pago, lo que apunta a atraer el interés de los inversores europeos.
Como cambios adicionales se impulsó en el artículo 12 la creación de una ‘Comisión Bicameral de seguimiento de origen y pago de la deuda externa‘ y la eximición del pago de impuestos sobre los fondos depositados en la nueva cuenta (artículo 14).
Cabe subrayar que Aníbal Fernández remarcó que el dinero en dólares depositado en Buenos Aires será de ‘libre disponibilidad‘ para los acreedores, con lo cual no se verán afectados por los efectos del cepo cambiario.
Fernández defendió el objetivo de la iniciativa oficial a partir de considerar inadmisible la sentencia de la Justicia de Estados Unidos y dirigiéndose a sus pares de cámara los incriminó: “Si no votan la ley, acompañan la gestión de Griesa”.
A su turno, la senadora radical por Mendoza Laura Montero calificó el proyecto como ‘inadmisible‘ y se quejó de la actuación del oficialismo porque ‘ahora que estamos con la soga al cuello quieren soluciones mágicas‘ ‘No podemos entender cómo nos han llevado a esta situación y ahora vienen a tratar de responsabilizarnos de ese proceso y a pedir soluciones mágicas para este brete en el que se han metido irresponsablemente‘, remarcó.
A su vez, el senador por la UCR Ernesto Sanz, consideró que resulta innecesaria la aprobación de la ley dado que los principales puntos que impulsa podrían establecerse por decreto.
El senador por UNEN Fernando ‘Pino‘ Solanas cuestionó la inacción del Gobierno desde que se conoció el primer fallo de Griesa.
‘Si el fallo de Griesa es de 2011 ¿qué esperaron durante dos años?, se preguntó el legislador porteño y afirmó que ‘estamos ante una propuesta que cuando el barco se hunde o el enfermo se está muriendo pide salvavidas. Le pide salvavidas al Congreso que difícilmente en estas poquitas semanas lo pueda resolver”.
En tanto, los senadores Juan Carlos Basualdo (Compromiso Federal-San Juan) y Juan Carlos Romero (Frente Popular Salteño-Salta), aliados del massismo, se sumaron a las críticas del proyecto pese a que incorporó una de las propuestas del Frente Renovador, como sumar a Francia como sede de pago.