La última semana de agosto el BCRA emitió más de $ 11.000 millones. El récord histórico adelanta un escenario que se esperaba para fin de año
El recurso al Banco Central (BCRA) para satisfacer las necesidades del Tesoro desafió la capacidad de sorpresa en la última semana de agosto. La entidad conducida por Juan Carlos Fábrega emitió cifras siderales durante esos días y disparó así las transferencias al fisco durante el mes pasado a un récord histórico de $ 29.143 millones en un mes.
El récord adelanta el escenario de emisión monetaria masiva para ayudar a sostener un nivel de gasto que creció 44% en el primer semestre contra una suba del 35% de los ingresos.
Una semana atrás, con datos al 22 de agosto, los analistas señalaban con alarma que las transferencias del BCRA al Tesoro se habían triplicado en términos interanuales. Siete días y más de $ 11.000 millones más tarde, la alarma se agravó.Nominalmente, los más $ 29.143 millones son un récord histórico absoluto para un mes.
El récord anterior había tenido lugar en diciembre pasado, cuando Fábrega emitió $ 21.779 millones para el fisco. Agosto superó en un 33% ese valor.
Pero hay más: estacionalmente, agosto no suele mostrar grandes transferencias al Tesoro. Generalmente el pico se alcanza en el mes de diciembre, por el efecto aguinaldo. Las transferencias de dicho mes superaron en casi 350% los $ 6.477 millones que recibió el fisco de manos del Banco Central en el mismo mes del año pasado.
La inflación, 38,5% interanual según el IPC Bevacqua, no alcanza a explicar más que una parte de esto.
La creciente brecha entre ingresos y gastos del Tesoro es lo que está detrás.
El último dato oficial de gasto es de junio y muestra que creció 44% en los primeros seis meses del año respecto de mismo período del año anterior.
Los datos de recaudación, actualizados a julio, muestran un incremento del 34,7% interanual. Hay una brecha de 10 puntos porcentuales entre esos dos ritmos de crecimiento.
“Sin acceso al crédito, el creciente déficit potencia la dominancia fiscal, ya que sólo puede ser financiado con emisión monetaria que el público no quiere (caída de la demanda de dinero), lo que acelera la inflación, acrecienta las presiones cambiarias y presiona sobre las reservas”, resumió Economía & Regiones en su último informe semanal.
El acento en la dominancia fiscal y las previsiones de mayor emisión monetaria en los últimos meses del año son comunes en los diagnósticos de los economistas. Y la prognosis es la de siempre: mayor brecha cambiaria y más presiones inflacionarias. Lo que cambia es el grado de intensidad.
La base, por el momento, crece a un ritmo del 20% interanual. Esterilización vía Lebac por $ 72.450 millones en el año explican ese ritmo menor. Pero el margen para seguir esterilizando se achica.
“Todavía no vino el aluvión de pesos y ya tenés a la brecha en el 70% y la inflación en 40%. Si se acelera esto, con el retraso que suele haber entre las decisiones monetarias y su impacto, lo que vas a tener es otro verano caliente”, comentó Elisabet Bacigalupo, economista del Estudio Broda.
El economista Federico Muñoz, por su parte, prevé desafíos institucionales. Calcula que en lo que queda del año Fábrega deberá transferir no menos de $ 100.000 millones más para cubrir el déficit.
“Esta suma excede holgadamente lo que el Central estaría en condiciones de transferir al fisco por adelantos y utilidades”, dijo en su último informe.
“Estamos seguros de que el Gobierno encontrará la manera de superar esas barreras (…) pero también estamos convencidos de que esta ‘picardía’ bien puede convertirse en un punto de quiebre del desborde monetario”, especuló.